La Ins­ti­tu­ció Alfons el Mag­nà­nim da luz a una inves­ti­ga­ción del perio­dis­ta Ser­gi Moyano que des­cu­bre la par­ti­ci­pa­ción de terro­ris­tas valen­cia­nos en el cau­ti­ve­rio del empre­sa­rio valen­ciano.

 

El 13 de enero del 1981 un coman­do de ETA polí­­ti­­co-mili­­tar asal­tó la fábri­ca de hela­dos de Avi­de­sa en Alzi­ra, en la Ribe­ra, y secues­tró al pro­pie­ta­rio, Luis Suñer, el empre­sa­rio que más había paga­do a Hacien­da poco antes. El secues­tro se alar­gó duran­te tres meses y sus res­pon­sa­bles direc­tos nun­ca fue­ron iden­ti­fi­ca­dos. Lo reco­ge aho­ra la Ins­ti­tu­ció Alfons el Mag­nà­nim, la edi­to­rial de la Dipu­tación de Valen­cia, a tra­vés de una inves­ti­ga­ción del perio­dis­ta Ser­gi Moyano Hur­ta­do, que ha recons­trui­do una his­to­ria nun­ca con­ta­da, fru­to de una inves­ti­ga­ción minu­cio­sa que cuen­ta con el tes­ti­mo­nio exclu­si­vo de uno de los secues­tra­do­res. Estas pági­nas des­cu­bren aspec­tos iné­di­tos de un caso que sacu­dió la socie­dad espa­ño­la en pleno camino a la demo­cra­cia.

Por ejem­plo, es la pri­me­ra vez que se rela­ta la par­ti­ci­pa­ción de valen­cia­nos en el secues­tro y el encla­ve don­de pasó la mayo­ría del tiem­po en cau­ti­ve­rio. Nin­gún valen­ciano fue iden­ti­fi­ca­do ni juz­ga­do por el caso Suñer y solo fue­ron con­de­na­dos y pos­te­rior­men­te indul­ta­dos los eta­rras del segun­do zulo don­de el empre­sa­rio de Alzi­ra pasó los últi­mos días de secues­tro ya que tuvie­ron que cam­biar­lo por­que el pri­mer escon­dri­jo era muy peque­ño y Luis Suñer empe­za­ba a mos­trar pro­ble­mas de salud al no poder mover­se. La inves­ti­ga­ción des­cu­bre las his­to­rias de los inte­gran­tes del coman­do que idea­ron el rap­to y que lo sos­tu­vie­ron duran­te dos meses y medio. Eran una mez­cla de jóve­nes des­en­can­ta­dos con la Tran­si­ción y terro­ris­tas que habían cau­sa­do víc­ti­mas mor­ta­les. Al prin­ci­pio eran dos vas­cos, Mari y José, tres valen­cia­nos y un madri­le­ño. Cuan­do cua­jó la idea de lle­var a cabo un secues­tro, dos de los valen­cia­nos deser­ta­ron y que­dó uno, Nel·lo, que era pare­ja de Xavi, el madri­le­ño que es la voz exclu­si­va entre­vis­ta­da para este libro.

Ade­más, el estu­dio tam­bién des­ve­la el lugar exac­to don­de esta­ba el zulo, don­de se pro­du­jo el inter­cam­bio de escon­dri­jo, el reco­rri­do terro­ris­ta de los pro­ta­go­nis­tas o datos como en qué invir­tió ETA los 325 millo­nes de pese­tas que se paga­ron por el res­ca­te. El secues­tro dis­cu­rrió en medio de un pano­ra­ma polí­ti­co y social con­vul­so, con el gol­pe de Esta­do de por medio y en ple­nas nego­cia­cio­nes para la diso­lu­ción de ETA polí­­ti­­co-mili­­tar, que se hizo efec­ti­va en 1982. De hecho, el secues­tro con­di­cio­na y es con­di­cio­na­do por ese pro­ce­so, hecho que expli­ca que invir­tie­ran el dine­ro del res­ca­te en pro­yec­tos cul­tu­ra­les, como revis­tas o una pelí­cu­la.

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