La Reseña
Tadeo Insa, dietarista
El servicio de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia ofrece el Dietario de Tadeo Insa, cuya edición y notas ha estado a cargo del historiador Germán Ramírez Aledón.
El género autobiográfico de personajes destacados no es infrecuente en el s. XIX. Sí lo son las memorias o dietarios de la gente común, de escaso protagonismo en los grandes acontecimientos históricos.
Los dietarios de este tipo están vinculados de algún modo con el nacimiento de la prensa y los diarios de noticias a los que precede en el tiempo.
En esta línea costumbrista estaría el dietario de Pablo Carsi, Cosas particulares, usos y costumbres de la ciudad de Valencia (1800–1873) y el de Tadeo Insa, manuscrito procedente de la biblioteca de Teodoro Llorente Falcó.
El Dietario de Insa recoge de forma sumaria un periodo crucial de la ciudad de Valencia: el tránsito del absolutismo al liberalismo constitucional y la posterior guerra civil entre carlistas e isabelinos. Su título completo es:“Memoria de todo lo que contiene este libro, lo escribió, todo lo vio Tadeo Insa”
Insa hace un seco inventario de hechos, personajes, fiestas, eventos… sin opinar ni valorar, mediante una escritura muy rudimentaria desde un punto de vista formal y ortográfico.
El profesor Germán Ramírez ofrece esta caracterización de Insa y su texto: “El estilo y la lengua no merecen mayor análisis al ser obra de un hombre de mediano talento y cultura escasa, como solían ser los militares de baja graduación de la época. Se deduce claramente que era valencianoparlante, pero escribe castellano con denodado esfuerzo, desconociendo reglas y normas. (…) el estilo no sobrepasa la mera descripción, sin que pretenda en ningún momento elaborar discurso literario” (…)
En todo el manuscrito solo hay dos referencias de carácter personal:
“En 15 de junio de 1822, que fue sábado, murió mi esposa, Vicenta Rubert, de edad de 68 años·
“En 25 de abril del año 1828 murió mi hija, Carmen Ynsa, de edad de 35 años, 3 meses y 20 días. Rueguen por su alma.”
Asuntos de los que se ocupa sobre todo es de fiestas y conmemoraciones vinculadas a reyes y autoridades civiles, militares y eclesiásticas; de celebraciones y fiestas populares con descripciones minuciosas de los elementos decorativos; de ejecuciones públicas llevadas a cabo en la plaza de Santo Domingo (hoy Plaza de Tetuán), el Llano de la Zaida, Plaza del Mercado (que desde 1824 disponía de una horca nueva), los cadáveres de los ajusticiados eran enterrados en la fosa o cementerio próximo a la Iglesia de los Santos Juanes o bien eran llevados al barranco de Carraixet.
Finalmente, Insa se ocupa también de revueltas, motines, asedios, que se produjeron en la ciudad durante este periodo.
Consignemos algunas de sus anotaciones:
En 5 y 6 de junio, que fue primero día de Pasqua del año 1808 (…) Lo cierto es que entre la dicha Ciudadela, dentro de la Plaza de toros y fuera de dicha plaza, y en diferentes parajes mataron 280 franceses y renacieron 100 que no los habían muerto, pero estuvieron mesclados con los difuntos todo el día.
En 23 de mayo que fue lunes del año 1808 a las dies de la mañana se levantó la ciudad de Valencia sobre la Gaseta de Madrid porque decía que avia de ser Rey de España Josef 1º hermano de Buena de Parte. Al ynstante se mandó que los gremios salieran de ronda y todos los alcaldes del barrio.
“En 4 de julio del años 1808, que fue sábado, amanecieron quatro labradores ahorcados en la Plaza de Santo Domingo. Amaneció el canónigo Calvo en un cadarso ahorcado, con un cartelón cargado al cuello que decía:´Muerto por traidor a la patria y mandante de asesinos´.
En 26 de agosto del año 1808 amanecieron 21 hombres ahorcados. Onse en la plasa del Mercado y 10 en la plasa de Santo Domingo; sus delitos eran: por asesinos, sacar presos y atropellar al reverendo obispo y alcalde mayor de Segorve; y onse en la horca de la plasa de Santo Domingo.
En 5 de marzo del año 1810 vinieron los franceses a esta Ciudad, tomaron toda la huerta desde Paterna asta el Grau. El general se llamava Suchet; estubieron asta el 10 del mismo, destrosando templos y casas de los labradores y se fueron sin tirar un tiro los voluntarios a la muralla.
En 17 de marzo del año 1810, aorcaron en la plaza del Santo Domingo a un coronel fingido, que quería degollar al Excmo. Sor. Capitán general Don Josef Caro, por delito de alta consideración: flecmonario de la secta de sipsagia de los Yluminados, que yba repartiendo efigies de diferentes ymágenes para ocultar su mala secta.
Miercoles a 7 de julio de 1813, sacaron a dos mujeres por la buelta y emplumadas, sexos y cabeza raydas, por espias de esta ciudad para los franceses del Castillo de Murviedro.
En 11 de agosto de 1819 aorcaron a Christoval Prima, de Benimaclet, y a Jacinto Garcia, de Museros; este hiva con una parihuela. Llevava 3 heridas de muerte en su cuerpo y con dos carruchas lo subieron a la orca, y dexó toda la escalera teñida de sangre.
En 12 de disiembre de 1825 aorcaron a Pascual Bronchú, de Nules; no se quiso confesar y de esta manera lo aorcaron, y no lo enterraron en sagrado, y le cortaron la cabeza.
El 12 de abril del año 1826 pasaron una muger emplomada por alcahueta, llamada Escolástica, hija de Valencia.
En 20 de febrero de l años 1809 hicieron bando para que todos se alistasen para Melicias Honradas desde los 15 años a 60 años sin excensión dinguna.
En 12 disiembre del año 1829 dieron garrote a Catalina Pastor y a su hijo lo aorcaron, y al asesinador; y por la tarde lo envotaron y a los tres los echaron al rio. Eran de Monóvar.
En 17 de abril, que fue domingo, a las 11 y tres cuartos del dia, se tiró del Miguelete abaxo el Dr. Bruño, de Medicina, llamado Don Josef.
En el año 1832 entró en Valencia una peste llamava el codego morbo, y en dicha ciudad murieron entre hombres y mugeres, niños y niñas, religiosos y capellanes, 7 mil 500 y 72 personas.
El profesor Ramírez apostilla: “Nada pues que se asemeje al estilo de lengua escrita que apreciamos en diarios y libros impresos o manuscritos de clérigos y literatos de la época. Es una lengua de hombre del pueblo, que en la vejez se dedica a rememorar y anotar en un cuaderno recuerdos de hecho notables que para él tenían cierto significado. Desconocemos con qué intención pues no consta en ningún lugar”
Insa no es un alma bella, ni espíritu ilustrado, sino un militar de graduación e instrucción modestas. Su escritura, sin embargo, resulta involuntariamente mucho más fiel a la crudeza, a las normalizadas extremosidades que se daban en la ciudad de Valencia y por extensión en toda España en esa época. Su dietario tiene algo de objeto arqueológico, de mineralizado grado cero del estilo, extraído de una zona histórica especialmente convulsa, en la que se produjeron los primeros ensayos de guerras civiles, que en siglo XX alcanzó su versión más perfeccionada.
Título: Dietario de Tadeo Insa (Valencia, 1773–1837)
Autor: Tadeo Insa
Estudio preliminar y notas: German Ramírez Aledón
Editorial: Ayuntamiento de Valencia
Páginas: 166
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