La Reseña
Tadeo Insa, dietarista

El servicio de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia ofrece el Dietario de Tadeo Insa, cuya edición y notas ha estado a cargo del historiador Germán Ramírez Aledón.

El doc­tor en His­to­ria Con­tem­po­rá­nea de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia Ger­mán Ramí­rez Ale­dón y el con­ce­jal de Acción Cul­tu­ral, Patri­mo­nio y Recur­sos Cul­tu­ra­les, José Luis Moreno, duran­te la pre­sen­ta­ción.

El géne­ro auto­bio­grá­fi­co de per­so­na­jes des­ta­ca­dos no es infre­cuen­te en el s. XIX. Sí lo son las memo­rias o die­ta­rios de la gen­te común, de esca­so pro­ta­go­nis­mo en los gran­des acon­te­ci­mien­tos his­tó­ri­cos.

Los die­ta­rios de este tipo están vin­cu­la­dos de algún modo con el naci­mien­to de la pren­sa y los dia­rios de noti­cias a los que pre­ce­de en el tiem­po.

En esta línea cos­tum­bris­ta esta­ría el die­ta­rio de Pablo Car­si, Cosas par­ti­cu­la­res, usos y cos­tum­bres de la ciu­dad de Valen­cia (1800–1873) y el de Tadeo Insa, manus­cri­to pro­ce­den­te de la biblio­te­ca de Teo­do­ro Llo­ren­te Fal­có.

El Die­ta­rio de Insa reco­ge de for­ma suma­ria un perio­do cru­cial de la ciu­dad de Valen­cia: el trán­si­to del abso­lu­tis­mo al libe­ra­lis­mo cons­ti­tu­cio­nal y la pos­te­rior gue­rra civil entre car­lis­tas e isa­be­li­nos. Su títu­lo com­ple­to es:“Memo­ria de todo lo que con­tie­ne este libro, lo escri­bió, todo lo vio Tadeo Insa”

Insa hace un seco inven­ta­rio de hechos, per­so­na­jes, fies­tas, even­tos… sin opi­nar ni valo­rar, median­te una escri­tu­ra muy rudi­men­ta­ria des­de un pun­to de vis­ta for­mal y orto­grá­fi­co.

El pro­fe­sor Ger­mán Ramí­rez ofre­ce esta carac­te­ri­za­ción de Insa y su tex­to: “El esti­lo y la len­gua no mere­cen mayor aná­li­sis al ser obra de un hom­bre de mediano talen­to y cul­tu­ra esca­sa, como solían ser los mili­ta­res de baja gra­dua­ción de la épo­ca. Se dedu­ce cla­ra­men­te que era valen­cia­no­par­lan­te, pero escri­be cas­te­llano con deno­da­do esfuer­zo, des­co­no­cien­do reglas y nor­mas. (…) el esti­lo no sobre­pa­sa la mera des­crip­ción, sin que pre­ten­da en nin­gún momen­to ela­bo­rar dis­cur­so lite­ra­rio” (…)

Una de las pági­nas del libro.

En todo el manus­cri­to solo hay dos refe­ren­cias de carác­ter per­so­nal:

“En 15 de junio de 1822, que fue sába­do, murió mi espo­sa, Vicen­ta Rubert, de edad de 68 años·

“En 25 de abril del año 1828 murió mi hija, Car­men Ynsa, de edad de 35 años, 3 meses y 20 días. Rue­guen por su alma.”

Asun­tos de los que se ocu­pa sobre todo es de fies­tas y con­me­mo­ra­cio­nes vin­cu­la­das a reyes y auto­ri­da­des civi­les, mili­ta­res y ecle­siás­ti­cas; de cele­bra­cio­nes y fies­tas popu­la­res con des­crip­cio­nes  minu­cio­sas de los ele­men­tos deco­ra­ti­vos; de eje­cu­cio­nes públi­cas lle­va­das a cabo en la pla­za de San­to Domin­go (hoy Pla­za de Tetuán), el Llano de la Zai­da, Pla­za del Mer­ca­do (que des­de 1824 dis­po­nía de una hor­ca nue­va), los cadá­ve­res de los ajus­ti­cia­dos  eran ente­rra­dos en la fosa o cemen­te­rio pró­xi­mo a la Igle­sia de los San­tos Jua­nes o bien  eran lle­va­dos al barran­co de Carrai­xet.

Final­men­te, Insa se ocu­pa tam­bién de revuel­tas, moti­nes, ase­dios, que se pro­du­je­ron en la ciu­dad duran­te este perio­do.

Con­sig­ne­mos algu­nas de sus ano­ta­cio­nes:

En 5 y 6 de junio, que fue pri­me­ro día de Pas­qua del año 1808 (…) Lo cier­to es que entre la dicha Ciu­da­de­la, den­tro de la Pla­za de toros y fue­ra de dicha pla­za, y en dife­ren­tes para­jes mata­ron 280 fran­ce­ses y rena­cie­ron 100 que no los habían muer­to, pero estu­vie­ron mes­cla­dos con los difun­tos todo el día.

En 23 de mayo que fue lunes del año 1808 a las dies de la maña­na se levan­tó la ciu­dad de Valen­cia sobre la Gase­ta de Madrid por­que decía que avia de ser Rey de Espa­ña Josef 1º her­mano de Bue­na de Par­te. Al yns­tan­te se man­dó que los gre­mios salie­ran de ron­da y todos los alcal­des del barrio.

“En 4 de julio del años 1808, que fue sába­do, ama­ne­cie­ron qua­tro labra­do­res ahor­ca­dos en la Pla­za de San­to Domin­go. Ama­ne­ció el canó­ni­go Cal­vo en un cadar­so ahor­ca­do, con un car­te­lón car­ga­do al cue­llo que decía:´Muerto por trai­dor a la patria y man­dan­te de ase­si­nos´.

En 26 de agos­to del año 1808 ama­ne­cie­ron 21 hom­bres ahor­ca­dos. Onse en la pla­sa del Mer­ca­do y 10 en la pla­sa de San­to Domin­go; sus deli­tos eran: por ase­si­nos, sacar pre­sos y atro­pe­llar al reve­ren­do obis­po y alcal­de mayor de Segor­ve; y onse en la hor­ca de la pla­sa de San­to Domin­go.

En 5 de mar­zo del año 1810 vinie­ron los fran­ce­ses a esta Ciu­dad, toma­ron toda la huer­ta des­de Pater­na asta el Grau. El gene­ral se lla­ma­va Suchet; estu­bie­ron asta el 10 del mis­mo, des­tro­san­do tem­plos y casas de los labra­do­res y se fue­ron sin tirar un tiro los volun­ta­rios a la mura­lla.

En 17 de mar­zo del año 1810, aor­ca­ron en la pla­za del San­to Domin­go a un coro­nel fin­gi­do, que que­ría dego­llar al Exc­mo. Sor. Capi­tán gene­ral Don Josef Caro, por deli­to de alta con­si­de­ra­ción: flec­mo­na­rio de la sec­ta de sip­sa­gia de los Ylu­mi­na­dos, que yba repar­tien­do efi­gies de dife­ren­tes ymá­ge­nes para ocul­tar su mala sec­ta.

Mier­co­les a 7 de julio de 1813, saca­ron a dos muje­res por la buel­ta y emplu­ma­das, sexos y cabe­za ray­das, por espias de esta ciu­dad para los fran­ce­ses del Cas­ti­llo de Mur­vie­dro.

En 11 de agos­to de 1819 aor­ca­ron a Chris­to­val Pri­ma, de Beni­ma­clet, y a Jacin­to Gar­cia, de Muse­ros; este hiva con una parihue­la. Lle­va­va 3 heri­das de muer­te en su cuer­po y con dos carru­chas lo subie­ron a la orca, y dexó toda la esca­le­ra teñi­da de san­gre.

En 12 de disiem­bre de 1825 aor­ca­ron a Pas­cual Bron­chú, de Nules; no se qui­so con­fe­sar y de esta mane­ra lo aor­ca­ron, y no lo ente­rra­ron en sagra­do, y le cor­ta­ron la cabe­za.

El 12 de abril del año 1826 pasa­ron una muger emplo­ma­da por alcahue­ta, lla­ma­da Esco­lás­ti­ca, hija de Valen­cia.

En 20 de febre­ro de l años 1809 hicie­ron ban­do para que todos se alis­ta­sen para Meli­cias Hon­ra­das des­de los 15 años a 60 años sin excen­sión din­gu­na.

En 12 disiem­bre del año 1829 die­ron garro­te a Cata­li­na Pas­tor y a su hijo lo aor­ca­ron, y al ase­si­na­dor; y por la tar­de lo envo­ta­ron y a los tres los echa­ron al rio. Eran de Monó­var.

En 17 de abril, que fue domin­go, a las 11 y tres cuar­tos del dia, se tiró del Migue­le­te aba­xo el Dr. Bru­ño, de Medi­ci­na, lla­ma­do Don Josef.

En el año 1832 entró en Valen­cia una pes­te lla­ma­va el code­go mor­bo, y en dicha ciu­dad murie­ron entre hom­bres y muge­res, niños y niñas, reli­gio­sos y cape­lla­nes, 7 mil 500 y 72 per­so­nas.

El pro­fe­sor Ramí­rez apos­ti­lla: “Nada pues que se ase­me­je al esti­lo de len­gua escri­ta que apre­cia­mos en dia­rios y libros impre­sos o manus­cri­tos de clé­ri­gos y lite­ra­tos de la épo­ca. Es una len­gua de hom­bre del pue­blo, que en la vejez se dedi­ca a reme­mo­rar y ano­tar en un cua­derno recuer­dos de hecho nota­bles que para él tenían cier­to sig­ni­fi­ca­do. Des­co­no­ce­mos con qué inten­ción pues no cons­ta en nin­gún lugar”

Insa no es un alma bella, ni espí­ri­tu ilus­tra­do, sino un mili­tar de gra­dua­ción e ins­truc­ción modes­tas. Su escri­tu­ra, sin embar­go, resul­ta invo­lun­ta­ria­men­te mucho más fiel a la cru­de­za, a las nor­ma­li­za­das extre­mo­si­da­des que se daban en la ciu­dad de Valen­cia y por exten­sión en toda Espa­ña en esa épo­ca. Su die­ta­rio tie­ne algo de obje­to arqueo­ló­gi­co, de mine­ra­li­za­do gra­do cero del esti­lo, extraí­do de una zona his­tó­ri­ca espe­cial­men­te con­vul­sa, en la que se pro­du­je­ron los pri­me­ros ensa­yos de gue­rras civi­les, que en siglo XX alcan­zó su ver­sión más per­fec­cio­na­da.


Por­ta­da del libro.

Títu­lo: Die­ta­rio de Tadeo Insa (Valen­cia, 1773–1837)

Autor: Tadeo Insa

Estu­dio pre­li­mi­nar y notas: Ger­man Ramí­rez Ale­dón

Edi­to­rial: Ayun­ta­mien­to de Valen­cia

Pági­nas: 166

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