En un momento decisivo para el futuro de la biodiversidad, los BIOPARC reafirman su papel como espacios de ocio con causa, un nuevo concepto de parque que tiene como objetivo principal la conservación, la educación y el bienestar animal.
Con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra, los tres parques de conservación de animales —Valencia, Fuengirola y Gijón— se han unido a la llamada global bajo el lema «Nuestro Poder. Nuestro Planeta», una invitación a reconocer el valor transformador que cada persona posee para proteger el planeta.
Así, ofrecen una experiencia de esparcimiento comprometida con la protección del medio ambiente y se consolidan como referentes imprescindibles en Fuengirola, Valencia y Gijón, además de ser plataformas activas en la defensa del planeta.
En BIOPARC Valencia, la vida se abre paso con fuerza. Las crías de elefante, Malik, que acaba de cumplir un año, y su hermana Makena, de dos años, junto a los jóvenes chimpancés Cala, Djibril y una cría recién nacida, representan una promesa de futuro y un símbolo de esperanza para especies en grave peligro de extinción. Estos nacimientos reflejan el éxito de los rigurosos programas europeos de conservación en los que participan activamente el parque.
Con más de 6.000 animales de 150 especies, BIOPARC Valencia invita a descubrir la majestuosidad de los ecosistemas africanos a través de hábitats recreados con fidelidad, como la sabana, la selva ecuatorial, los grandes humedales de la cueva de Kitum o la exótica isla de Madagascar.
Sus innovadores recintos multiespecie permiten observar interacciones únicas entre los animales, ofreciendo la oportunidad de contemplar un auténtico «documental en directo». Además, es posible conocer especies tan emblemáticas como leones, gorilas o jirafas, junto a otras sorprendentes como el bongo oriental, la fosa o el oricteropo.
En BIOPARC Fuengirola, la biodiversidad de América Central y del Sur protagoniza una nueva zona expositiva inspirada en la expedición de Magallanes y Elcano. Entre arrecifes de coral, ríos, cenotes, un templo maya a escala real y un espectacular aviario, habitan especies como la nutria gigante o el tapir malayo. Precisamente esta última ha sido protagonista de un acontecimiento histórico para la conservación: el nacimiento de la primera cría en España, una pequeña hembra que ya explora la zona exterior junto a su madre.
El resto del parque continúa el viaje por las selvas tropicales del planeta: desde Madagascar y el África ecuatorial hasta el Sudeste Asiático y el Indopacífico. Más allá de su cuidada estética y realismo, BIOPARC Fuengirola se consolida como centro de referencia internacional en la protección de especies tropicales amenazadas, como el gorila occidental, el orangután de Borneo, el tigre de Sumatra o el dragón de Komodo.
En el norte, el BIOPARC Acuario de Gijón invita a mirar de frente a la naturaleza marina con la exposición «Veneno: Naturaleza Letal». A través de una fascinante selección de especies venenosas, esta muestra desmonta mitos y revela el papel crucial de estos animales en el equilibrio de los ecosistemas. Con un enfoque divulgativo y educativo, la exposición demuestra que la aparente letalidad de la naturaleza es, en realidad, una estrategia de supervivencia que merece ser comprendida y respetada.
El compromiso del acuario con la conservación marina se materializa en el trabajo del CRAMA (Centro de Recuperación de Animales Marinos de Asturias), dedicado a la recuperación de tortugas y focas varadas. Se trata de una labor muchas veces silenciosa, pero imprescindible para proteger la biodiversidad marina del Cantábrico.
La otra parte fundamental del trabajo en la conservación de especies amenazadas se realiza a través de proyectos ex situ e in situ apoyados por la Fundación BIOPARC, que demuestran cómo la colaboración entre sociedad, ciencia e instituciones es clave para proteger la biodiversidad.
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