El restaurante es parada obligatoria para el que pretenda reconducir su olfato gastronómico a la cocina tradicional
Inducido por un buen amigo, me animo a desplazarme a un restaurante de cocina neoclásica por excelencia; en Yarza te sientes como en casa. Disfrutas de platos tradicionales de la despensa valenciana cocinados con mimo del pasado, pero en un escenario contemporáneo y de proximidad. Parada obligatoria para el que pretenda reconducir su olfato gastronómico a la cocina tradicional, fielmente representada y con puesta en escena actual y moderna.
Es justo y necesario, nuestro deber y salvación y del todo meritorio que en tiempos de cambios y radicalización de las alternativas gastronómicas (cocina tradicional frente a la de vanguardia) un creciente número de cocineros apueste por la tranquilizadora conexión con la memoria gustativa del comensal, lo que supone reinventar platos de cocina regional o clásica empleando novedosas tecnologías culinarias para conjugar aromas y sabores de siempre con la estética y textura actuales; no hay que entrar en la confrontación estilística.
Esta corriente gastronómica ha sido designada como tercera vía culinaria, primero por el observador gastronómico Philippe Regol y después por el crítico José Carlos Capel, resultando un apelativo que requiere explicación y la denominación neococina que sirve para designar a la cocina contemporánea española de vanguardia, quizás un término más preciso para designar a esta sensata propuesta de consenso podría ser el de neoclasicismo culinario.
Lea el artículo completo en Almanaque Gastronómico
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