El doctor Vicente Estrada, un médico español especialista en enfermedades infecciosas, ha dedicado su carrera profesional a estudiar y combatir el VIH. Pero cuando Madrid, donde vive y trabaja, se convirtió en un importante foco de COVID-19, el Dr. Estrada y sus colegas dieron un giro a su labor a fin de ayudar a encontrar un tratamiento contra esta enfermedad que se está cobrando un precio devastador en muchos países de todo el mundo.
«Esta pandemia ha cambiado mi trabajo y mis tareas, y me he adaptado en consecuencia —asegura—. Ahora mismo, todo mi tiempo está dedicado a esta pandemia».
Bajo el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Estrada y cientos de otros médicos de todo el mundo están colaborando para encontrar un tratamiento eficaz contra la COVID-19 mediante el ensayo clínico Solidaridad de la OMS.
En todo el mundo se han confirmado más de tres millones de casos de COVID-19, con unos 70 000 casos nuevos cada día y una cifra de fallecimientos que va en aumento mientras el virus devasta familias, sociedades y economías. La OMS ha actuado para responder a esta acuciante crisis sanitaria mediante la búsqueda más ambiciosa y amplia de un tratamiento jamás llevada a cabo. Con el ensayo clínico Solidaridad, la OMS aprovecha su capacidad de impulsar la colaboración y la investigación mundiales para estudiar diversas posibilidades terapéuticas, garantizar que los pacientes tengan acceso a medicamentos seguros y eficaces y, en último término, salvar vidas.
Impulsar la actuación para encontrar un tratamiento
Con el ensayo clínico Solidaridad, la OMS ha utilizado su alcance internacional y su capacidad de convocatoria para acelerar y ampliar los ensayos clínicos aleatorizados en todo el mundo para encontrar un tratamiento contra la COVID-19 en un tiempo que aspira a ser un 80% menor que el de cualquier ensayo tradicional. Al incorporar a un número de pacientes sin precedentes a un único ensayo clínico aleatorizado realizado en un centenar de países, la OMS podrá investigar cuatro tratamientos potenciales de forma más rápida con miras a obtener datos sólidos que avalen su uso.
Médicos de todo el mundo como el doctor Estrada dedican ahora toda su jornada a determinar un tratamiento viable mediante el ensayo clínico Solidaridad. Entre ellos también hay profesionales que no trabajan habitualmente en el ámbito de las enfermedades infecciosas: así, el equipo de médicos del doctor Estrada incluye también a especialistas en ginecología y dermatología.
Las donaciones de las empresas fabricantes de los tratamientos potenciales han permitido a la OMS proporcionar medicamentos para estos ensayos clínicos, algo que reduce el esfuerzo económico y de adquisición para unos hospitales ya sobrecargados. El doctor Estrada lo confirma: «No habríamos podido conseguir estos medicamentos fuera de un ensayo clínico»
Garantizar un acceso equitativo
Aunque el doctor Estrada estima que podrían publicarse algunos resultados preliminares del ensayo clínico Solidaridad en solo tres semanas, si un medicamento demostrase ser eficaz seguiría existiendo un enorme reto: la necesidad de producirlo masivamente para poder distribuirlo en todo el mundo a todas las personas que lo necesiten. Al Dr. Estrada la preocupa especialmente garantizar que los pacientes de países más pobres puedan acceder a tratamientos asequibles.
«Si estos medicamentos demostraran ser eficaces, me preocupa su elevado costo», que puede hacer que los países de ingresos bajos no puedan acceder a ellos en la misma medida que los de ingresos altos.
La semana pasada, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, instó a la comunidad internacional a asegurarse de que se pongan a disposición de todos vacunas y tratamientos eficaces como un bien público mundial: «El mundo necesita desarrollar, producir y distribuir equitativamente vacunas, medicamentos y productos de diagnóstico seguros y eficaces contra la COVID-19. No vacunas o tratamientos para un país, una región o una mitad del mundo, sino vacunas y tratamientos asequibles, seguros, eficaces, fáciles de administrar y universalmente disponibles para todas las personas y en cualquier lugar».
Con ese fin, la OMS ha reunido a dirigentes y asociados para poner en marcha el Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19, una colaboración de ámbito mundial destinada a acelerar el desarrollo y producción de nuevos medicamentos, productos de diagnóstico y vacunas contra la COVID-19 y el acceso equitativo a estos. En la presentación del Acelerador, el Director General de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que la inequidad «es inaceptable: todas las herramientas para hacer frente a la COVID-19 deben estar a disposición de todos. En la lucha contra la COVID-19 nadie debe quedar atrás».
La OMS no solo lidera la búsqueda mundial de un tratamiento mediante el ensayo clínico Solidaridad, sino que también garantiza que, cuando se encuentre un tratamiento, tengan acceso a él todos los pacientes con COVID-19 en todo el mundo.
En último término, son los profesionales médicos como el doctor Estrada quienes están en primera línea de esta crisis sanitaria y combaten la enfermedad no solo atendiendo a los pacientes, sino también investigando medicamentos y vacunas para vencer a la pandemia. Cuando se le pregunta qué le infunde esperanza en plena crisis y lo anima a seguir trabajando, el doctor Estrada responde sin titubeos: «la solidaridad de los profesionales sanitarios y su entrega incondicional a su labor».
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia