Por Manuel Ángel Cone­je­ro, en cola­bo­ra­ción con Dio­nis Bayer.

 

Hola a todos; bien­ve­ni­dos a esta pri­me­ra entre­ga de la auto­bio­gra­fía de Cone­je­ro.

Lo pri­me­ro es pre­sen­tar­me: soy Dio­nis Bayer, vecino y buen ami­go del Pro­fe­sor polé­mi­co. Les digo cómo comen­zó todo:

Hubo una lla­ma­da  hace cosa de un par de meses, de un perió­di­co,  pre­gun­tan­do:

  • ¿Pue­de poner­se alguien muy cer­cano al Pro­fe­sor Cone­je­ro?
  • -Yo mis­mo le dije con voz de Bayer- Díga­me.
  • ¿Es cier­to que aca­ba de falle­cer el pro­fe­sor Cone­je­ro?
  • Déja­me ver… –le dije-

Tar­dé unos segun­dos, y vi al Pro­fe­sor como en “Another country (otro país)”. Pero esta­ba entre­nan­do pasio­nal­men­te a un actor ame­ri­cano, que le había reco­men­da­do esa nue­va tarea al Pro­fe­sor.

Vol­ví a la lla­ma­da y dije con voz de Bayer:

  • ¿Oiga?¿Con quién hablo?
  • La pren­sa.
  • -yo con­­te­s­­té- Pues mire, está como tras­pues­to pero dan­do cla­se inten­si­va a un actor ame­ri­cano; en inglés cla­ro, que es lo que hace aho­ra.
  • -alar­ma­do dijo- ¡Cuel­go!, ¡Cuel­go y voy corrien­do a las máqui­nas! Van a publi­car su muer­te.

Y col­ga­ron.

DB:  Cla­ro ellos nun­ca han vis­to al pro­fe­sor como muer­to, por­que está tras­pues­to como dije; como via­jan­do a otro país. Y se pre­gun­ta­rán ustedes…”¿Qué es eso de a otro país?” Y yo les dije que él lo que hace es volar en ver­ti­cal, hacia arri­ba, lue­go en hori­zon­tal bus­can­do. Des­pués bajan­do poco a poco des­cu­bre allá a lo lejos, que hay un cuer­po ten­di­do al sol o nadan­do. Y él baja len­ta­men­te y cuan­do está muy cer­ca des­cu­bre para su asom­bro que el cuer­po, se pare­ce al suyo, y se acer­ca más y más, y efec­ti­va­men­te es su pro­pio cuer­po. Se sitúa enci­ma de él y lo abra­za en acto mís­ti­co, por­que es su otro yo lleno de infor­ma­ción del sis­te­ma emo­cio­nal, la belle­za y cla­ro, el arte. Y él lo vuel­ve a abra­zar con fuer­za. Y reto­ma otra vez el vue­lo hacia arri­ba sin dejar de abra­zar­lo y apre­tán­do­lo fuer­te­men­te, ins­ta­la den­tro de sí mis­mo todo el sis­te­ma emo­cio­nal, las cla­ves de la belle­za del tex­to, el camino hacia e arte. Y siguien­do en hori­zon­tal, apre­tán­do­lo cada vez más, ini­cia el des­cen­so. Y se sitúa posi­ble­men­te a la puer­ta de una reu­nión de eje­cu­ti­vos que le espe­ra o a la puer­ta de un edi­fi­cio sin­di­cal o a al final del últi­mo telón de esce­na­rio, lo ins­ta­la defi­ni­ti­va­men­te den­tro de sí, se con­vier­te en él (Len­gua­je). Abre las cor­ti­nas o las salas don­de le está espe­ran­do todo el mun­do, y da un paso al fren­te tras abrir cor­ti­nas o puer­tas. Todos le miran ató­ni­tos, por­que cono­cién­do­lo o no, les pare­ce otro, como si habla­ra des­de otro país. Se tra­ta de la unión del cuer­po con el tex­to, y ya lo tie­ne total­men­te asu­mi­do y miran alre­de­dor y lo que ven es a un per­so­na­je no a una per­so­na fas­ci­nan­te, lejano, pró­xi­mo, y espe­ran al momen­to en que, tras unos pasos, comien­za a hablar des­de otro país.

Y este es el pro­ce­so, cla­ro, quien no sabe nada de esto, al ver­lo en el sue­lo, cree que ver­da­de­ra­men­te ha falle­ci­do. Pero pron­to cuan­do el quie­ra, resu­ci­ta­rá. Cuan­do haya ter­mi­na­do el tra­ba­jo que haya esta­do hacien­do, que le ocu­pa mucho tiem­po por­que está pre­pa­ran­do a seis can­di­da­tos, uno por uno, lo que es muy tra­ba­jo­so. Pero a los que quie­ren otro tipo de cla­se, como solía ser antes, se les envía a la escue­la dele­ga­da en Madrid, que diri­ge Rebe­ca Ledes­ma o al Labo­ra­to­ri Sha­kes­pea­re en Reus/Tarragona. Ya que eso no le obli­ga a estar él muer­to, es decir, tras­pues­to.

  • MC: ¿Y qué pasa­ba con esa lla­ma­da que ha habi­do?
  • DB: Aaaaah, te dis­te cuen­ta, ¿eh?
  • MC: Sí, me di cuen­ta y me hue­lo que esa pre­gun­ta de la pren­sa lle­gó por­que en el bar de deba­jo de mi casa había un car­tel en el cris­tal que decía: “El pro­fe­sor Cone­je­ro ha falle­ci­do”. ¿Te lo pue­des creer?
  • DB: Cla­ro que me lo creo, por­que eso lo hace la gen­te que aca­so hayas recha­za­do como can­di­da­tos para tu nue­vo modo de dar cla­se como si murie­ras de amor.
  • MC: Efec­ti­va­men­te, pero que te cons­te que resu­ci­to cuan­do quie­ro. Vuel­ve lue­go que tene­mos pen­dien­te que esto comien­ce como una auto­bio­gra­fía.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia

Otros artículos