Gra­nier, la cade­na de pana­de­rías que cuen­ta con más de 350 esta­ble­ci­mien­tos en toda Espa­ña, está a pun­to de revo­lu­cio­nar el mun­do del pan con una nue­va car­ta de panes que nace fru­to de la inno­va­ción y la tra­di­ción más arrai­ga­da. Y los valen­cia­nos están de suer­te ya que la nue­va pane­ra ha empe­za­do a implan­tar­se en los esta­ble­ci­mien­tos del cen­tro de la capi­tal del Turia. Se tra­ta de una car­ta de panes, con más de 60 varie­da­des, don­de des­ta­can dos fami­lias nue­vas: panes con masa madre de cul­ti­vo natu­ral y panes bien­es­tar.

Masa madre de cul­ti­vo natu­ral y panes Bien­es­tar

La ela­bo­ra­ción de la masa madre de cul­ti­vo natu­ral es la mane­ra más anti­gua de ela­bo­ra­ción del pan, ya cono­ci­da des­de anti­guo. La masa madre de Gra­nier se desa­rro­lla a par­tir de una fer­men­ta­ción lar­ga que tie­ne lugar en cada una de las mez­clas de hari­na y agua que se dejan repo­sar al aire. Esto fre­na el enve­je­ci­mien­to del pan, man­te­nién­do­lo tierno duran­te más tiem­po y mejo­ran­do su pro­ce­so diges­ti­vo. Así, los panes de Gra­nier ela­bo­ra­dos con masa madre favo­re­cen nutri­cio­nal­men­te a una mejor asi­mi­la­ción de los mine­ra­les y una mejor degra­da­ción del glu­ten. Ade­más, al comer pan, el pun­to de aci­dez que apor­ta la Masa Madre mul­ti­pli­ca la sen­sa­ción de gus­to.

Por su par­te, la gama Bien­es­tar cuen­ta con panes ela­bo­ra­dos con ingre­dien­tes natu­ra­les, bio­ló­gi­cos y 100% inte­gra­les com­bi­na­dos con los mejo­res bene­fi­cios de la espel­ta, la qui­noa, las pro­teí­nas y el tri­go sarra­ceno. Cada uno de ellos está ela­bo­ra­do pen­san­do en las dife­ren­tes nece­si­da­des nutri­ti­vas y en los dife­ren­tes atri­bu­tos que apor­tan. Panes con hari­na 100% inte­gral que apor­tan vita­mi­nas, fibra y mine­ra­les; panes con espel­ta, que apor­ta un mayor valor pro­tei­co par­te del mag­ne­sio, fós­fo­ro, hie­rro y vita­mi­nas; panes con hari­na bio­ló­gi­ca es fuen­te de fibra, vita­mi­nas, hidra­tos de car­bono y pro­teí­nas indis­pen­sa­bles para el orga­nis­mo; panes con tri­go sarra­ceno, un ali­men­to muy ener­gé­ti­co y nutri­ti­vo con un alto con­te­ni­do en pro­teí­nas vege­ta­les; panes con qui­noa, que con­tie­ne todos los ami­noá­ci­dos esen­cia­les nece­sa­rios para el ser humano y panes con pro­teí­nas, bajo en calo­rías y rico en fibra. La nue­va car­ta se com­ple­men­ta con una serie de panes regio­na­les, panes del mun­do y panes con semi­llas y sabo­res.

Ela­bo­ra­ción pro­pia y dis­tin­ti­va

Detrás de una tra­di­ción pana­de­ra de gran dedi­ca­ción y amor por este ali­men­to, no sor­pren­de que Gra­nier sea una mar­ca exper­ta en la ela­bo­ra­ción del pan. Ni tam­po­co que, a tra­vés de esta expe­rien­cia, muchos de sus pro­ce­sos con­ser­ven carac­te­rís­ti­cas pro­pias dife­ren­cia­les, fru­to de cri­te­rios pro­fe­sio­na­les sóli­da­men­te esta­ble­ci­dos.

En el obra­dor cen­tral pre­do­mi­na el res­pe­to por la ela­bo­ra­ción del pan tra­di­cio­nal. Es aquí don­de se crean las rece­tas arte­sa­nas, úni­cas de Gra­nier y con los mejo­res ingre­dien­tes, y don­de los maes­tros pana­de­ros rea­li­zan la mez­cla con la téc­ni­ca del ama­sa­do que carac­te­ri­za a cada tipo de pan. Des­pués, en cada una de las pana­de­rías Gra­nier es don­de el tra­ba­jo tra­di­cio­nal del pan­de­ro cobra pro­ta­go­nis­mo. Ellos empie­zan su jor­na­da de madru­ga­da y son los encar­ga­dos de que poda­mos dis­fru­tar de pan recién hecho cada día.

En Gra­nier saben que lo que un buen pan nece­si­ta, por enci­ma de todo, es tiem­po y dedi­ca­ción y que una lar­ga fer­men­ta­ción per­mi­te desa­rro­llar los aro­mas, los sabo­res y la tex­tu­ra que carac­te­ri­zan el mejor pan arte­sa­nal. Es por ello que todos los panes de Gra­nier cuen­tan con un pro­ce­so de fer­men­ta­ción de más de 10 horas.

La apues­ta de Gra­nier por Valen­cia

Juan Pedro Con­de, fun­da­dor de Gra­nier, empe­zó como apren­diz en la pana­de­ría de su barrio, de ahí su arrai­go al comer­cio de pro­xi­mi­dad y su amor por el ofi­cio. La pasión por su tra­ba­jo le lle­vó, allá por 1988, a abrir su pri­me­ra pana­de­ría: el Horno la Estre­lla, un nom­bre que ha guia­do sus pasos des­de enton­ces has­ta la actua­li­dad. Con un espí­ri­tu empren­de­dor y con ganas de cre­cer, Juan Pedro Con­de fue abrien­do nue­vas pana­de­rías e invo­lu­crán­do­se en el mun­do del pan has­ta hacer­se un exper­to y desa­rro­llar su pro­pio mode­lo de nego­cio.

La Comu­ni­dad Valen­cia­na siem­pre ha sido una prio­ri­dad para Gra­nier, que cuen­ta con más de 30 pana­de­rías repar­ti­das en las pro­vin­cias. Jor­di Torres, Direc­tor de Pro­duc­ción e I+D, ase­gu­ra que “es una tie­rra don­de exis­te una gran tra­di­ción pana­de­ra y los valen­cia­nos saben apre­ciar un buen pan por su olor, sabor y tex­tu­ra”, por lo que aña­de que “esta­mos segu­ros que esta nue­va car­ta de panes va a tener muy bue­na aco­gi­da”.

 

 

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia