El cineas­ta, reco­no­ci­do por títu­los como Tesis, Los otros, Mar aden­tro y Mien­tras dure la gue­rra, ha des­gra­na­do su pro­ce­so crea­ti­vo y com­par­ti­do anéc­do­tas per­so­na­les y pro­fe­sio­na­les ante un audi­to­rio aten­to.

 

 

Ale­jan­dro Ame­ná­bar ha cerra­do el Con­gre­so Inter­na­cio­nal de Músi­ca de Cine de la 40ª Mos­tra de Valen­cia – Cine­ma del Medi­te­rra­ni con una mas­ter­class en el Palau de la Músi­ca, enmar­ca­da en el ciclo Para­ula de Guio­nis­ta orga­ni­za­do por Escrip­tors de l’Au­dio­vi­sual Valen­cià (EDAV). 

Ame­ná­bar ha recor­da­do que su pasión por el cine nació a tra­vés de la músi­ca, ya que des­de joven colec­cio­na­ba ban­das sono­ras y siem­pre escri­be acom­pa­ña­do de músi­ca. Sin embar­go, ha sub­ra­ya­do que, para él, el guion es el ele­men­to fun­da­men­tal.

El direc­tor ha expli­ca­do que, aun­que es un escri­tor muy visual, con­ce­de gran impor­tan­cia a los diá­lo­gos. “Imi­to cruel­men­te a mis ami­gos cuan­do vie­nen a casa. Al escri­bir mien­tras dure la gue­rra, me sen­tí poseí­do por Fran­co y lle­gué a hablar como el Gene­ra­lí­si­mo. Lo más difí­cil es la estruc­tu­ra”, ha con­fe­sa­do. Tam­bién ha elo­gia­do el tra­ba­jo de Isa­bel Peña y Rodri­go Soro­go­yen en pelí­cu­las como El rei­no.

Ame­ná­bar ha des­ta­ca­do su inte­rés por com­pren­der todas las pos­tu­ras en sus guio­nes: «Lo hago al escri­bir y tam­bién en mi vida. Los gri­ses son lo que nos hace huma­nos». Ha recor­da­do que en Tesis, el per­so­na­je de Bos­co no que­ría ana­li­zar su psi­co­lo­gía, mien­tras que Ánge­la sí refle­ja­ba par­te de sí mis­mo. Sobre la vio­len­cia en el cine, ha seña­la­do que exis­ten líneas rojas que no cru­zan: «No podía dejar que mata­ra a nadie, como me pro­pu­so Ana Torrent en algu­na oca­sión».

El cineas­ta ha reco­no­ci­do que «la liber­tad supo­ne renun­ciar a los dine­ros» y ha recor­da­do que tuvo que recha­zar 30 millo­nes de euros para rodar Ágo­ra. Ha agra­de­ci­do la liber­tad que le dio su pro­duc­tor José Luis Cuer­da en sus pri­me­ras pelí­cu­las y ha des­ta­ca­do el apo­yo de Fer­nan­do Bovai­ra, espe­cial­men­te en momen­tos difí­ci­les como el desa­rro­llo de Mien­tras dure la gue­rra.

Res­pec­to a Los Otros, ha con­fe­sa­do que Nico­le Kid­man hizo muchas ano­ta­cio­nes al guion: «Algu­nas las acep­té y mejo­ra­ron la pelí­cu­la, otras no». Sobre el mon­ta­je, ha ase­gu­ra­do que tuvo suer­te con Har­vey Weins­tein, cono­ci­do por sus cor­tes radi­ca­les: «El públi­co me pro­te­gió de él, por­que en las prue­bas de audien­cia antes de ter­mi­nar el roda­je, la pelí­cu­la fun­cio­na­ba».

Ame­ná­bar ha reco­no­ci­do que El cau­ti­vo es su pelí­cu­la más auto­bio­grá­fi­ca, ya que, como Cer­van­tes en la cin­ta, él con­ta­ba his­to­rias a sus ami­gos de peque­ño. Ha admi­ti­do que regre­sión es su «espi­ne­ta», y lamen­ta que Holly­wood no haya que­ri­do hacer una pelí­cu­la sobre el asal­to al Capi­to­lio tras la derro­ta elec­to­ral de Trump.

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