La exposición podrá verse en el IVAM hasta el próximo 22 de octubre
[DOSMILVINT‑I‑U][DOSMILVINT-I-TRES] = I encuentro. Bajo tan críptico nombre se esconde una acción colectiva de seis artistas, muestra en el Institut Valencià d’Art Moderno (IVAM) una panorámica «precisa» del actual contexto artístico valenciano. La exposición, que se inaugura este jueves, 8 de junio, forma parte de la última acción de la primera edición del programa de investigación y producción bianual Art i Context en la que desde octubre de 2021 hasta junio de 2023 se han activado más de 25 propuestas en forma de talleres, conferencias, performances, mediaciones o colaboraciones que han tenido lugar en diferentes espacios, tanto dentro y fuera del museo como en la red.
La presentación de la muestra ha sido a cargo de la directora del IVAM, Nuria Enguita, y de las comisarias, Julia Castelló y Ali A. Maderuelo. También ha contado con la presencia de los artistas que integran esta primera edición: Diego Navarro y Darío Alva (València, 1991 y Talavera de la Reina, 1993), Claudia Dyboski (València, 1997), Marina González Guerreiro (A Guarda, 1992), Alvaro Porras (Ciudad Real, 1992) y M. Reme Silvestre (Monòver, 1992).
La directora del IVAM ha destacado que este proyecto supone uno de los “ejes” de la programación del centro que junta «investigación, colección, exposición y mediación» y que, además, trabaja con la idea de «dentro y fuera» del museo para hacer de la institución también «un lugar privilegiado de pensamiento y reproducción artística en comunidad».
“Art i Context nació de forma prioritaria porque queríamos hacer un programa para el arte y el contexto, sobre todo, para el contexto de la gente joven de la ciudad y de la Comunitat para trabajar en un contexto conectado con otros lugares», ha indicado.
En este sentido, Enguita ha explicado que la idea desde el principio era desarrollar un proyecto que fuera «más allá» de la producción artística o de una exposición, ya que, según ha asegurado, «lo que se interesaba era trabajar con ellos para diseñar un programa conjunto de dos años desde sus propias prácticas y desde la idea de un contexto conectado».
«Espacio de intercambio»
«Crear un espacio de intercambio, de escucha y de acción en una generación también que tiene unas referencias muy precisas, que no son tan evidentes, que trabajan de una manera muy especial y sobre todo que no suelen estar tanto en las exposiciones clásicas como puede ser un museo», ha subrayado.
Por su parte, Maderuelo ha resaltado que este grupo de seis artistas, con sus cinco investigaciones, muestra “una panorámica precisa del estado de la producción artística en el contexto valenciano en nuestra década».
«Siempre estuvimos hablando de que queríamos que esta exposición se enmarcase dentro de las actividades que hemos desarrollado aquí en Art i Context, que no se entendiese como algo finalista o como que necesariamente tenía que desembocar ahí, y que se viene como una más de todas esas aperturas del proceso de creación de las piezas seleccionadas», ha apuntado.
Asimismo, Castelló ha señalado que la exposición constituye «un
encuentro generacional, una muestra del trabajo de una generación, la nacida a partir de los 90, que a su vez es la nuestra propia, que desarrolla su práctica artística desde una reacción a la inestabilidad del presente y al proceso de abstracción de la realidad contemporánea».
Barca, muro, orilla, unos frutos es la obra de la artista Marina González que propone un acercamiento «lírico» al paso del tiempo a partir de una serie de elementos que hacen referencia a la raíz de su práctica artística que transcurre en su taller en el sur de Pontevedra.
Instalación inmersiva
A través del concepto de fascia —tejido fibroso de colágeno que sirve de estructura y conexión de nuestro cuerpo— la valenciana M Reme Silvestre plantea una lectura del cuerpo humano a través de las relaciones de codependencia entre los elementos que lo conforma. De esta manera, proyecta una instalación inmersiva conformada por dos estructuras de gran formato fresadas con control numérico computerizado.
Por su parte, el artista Álvaro Porras con Al mirar el bosque, ver camellos lleva a cabo una investigación centrada en los trenes de la Serie 592 —conocidos como «camellos»— a través de los que despliega distintas líneas de estudio y relaciones apofénicas que plasma en sus cinco piezas expuestas en la sala.
zgh20050500676007731 de los artistas Diego Navarro y Darío Alva se centra en los avances tecnológicos de generación de material visual de creación de entornos, seres imaginarios y reinterpretación de lenguajes sonoros del mundo natural, la literatura científica y ecológica y la fábula materializados en tres piezas audiovisuales.
Finalmente, Claudia Dyboski con Ecco propone un mundo poblado por bestias híbridas y artefactos rudimentarios que surge de una distopía: una nueva etapa biológica dominada por seres inmaduros, con rasgos humanos y restos de maquinaria creada por el ser humano ya extinguido, que habitan en entornos naturales y ruinas de antiguas civilizaciones.
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