Happy Ha Ha Hallo­ween! Din­ner show

Este año, Casino CIRSA se pone su más­ca­ra más ori­gi­nal y cele­bra Hallo­ween a lo gran­de. El Casino se con­vier­te del vier­nes 28 de octu­bre al mar­tes 01 de noviem­bre en todo un cas­ti­llo del terror.  Dis­fru­ta de una fies­ta ori­gi­nal y diver­ti­da. El sába­do a las 21.30h, tie­nes una cita en la sala de fies­tas del casino. Un espec­tácu­lo indes­crip­ti­ble, increí­ble, a lo gran­de, mons­truos locos, músi­ca, bai­le, risas, sor­pre­sas… Y todo esto, mien­tras te delei­tas con una exqui­si­ta cena.

Ven a pasar una noche de lo más diver­ti­da. Des­de 32€, podrás dis­fru­tar de: Par­king – ¡Cui­da­do! ¡Hay mons­truos escon­di­dos entre los coches y en los ascen­so­res! Entra­da al casino. Impres­cin­di­ble ser mayor de edad e iden­ti­fi­car­se median­te DNI en Recep­ción. Casino CIRSA se ha gana­do una fama en lo que a cenas con espec­tácu­lo se refie­ren. A cada uno nos gus­ta un espec­tácu­lo u otro, pero a todos nos encan­ta cenar bien, de ban­que­te. Para la oca­sión, cena mari­da­da. Ade­más, habrá un espec­tácu­lo pen­sa­do para reír­se, para pasar­lo bien. Mons­truos entra­ña­bles, una mada­me de lo más mal­va­da, pases en esce­na­rio, entre las mesas, pho­to­call, músi­ca, bai­le… todos los adi­ti­vos para pasar una noche inol­vi­da­ble.

Acti­vi­da­des Hallo­ween

Supera las prue­bas y con­si­gue una lec­tu­ra del tarot gra­tui­ta. ¡A ver si nos dices qué núme­ro va a salir más veces en la rule­ta! Des­cu­bre lo que el futu­ro tie­ne pre­pa­ra­do para ti o desa­fía el des­tino pro­ban­do suer­te en las slot machi­nes. Si apa­re­ce una gota de san­gre en los tic­kets, ¡podrás ganar pre­mios extra!

¿Eres valien­te? ¿No te da mie­do nada? Demués­tra­lo pro­ban­do nues­tra póci­ma secre­ta, todo un Gin Tonic espe­cial para la oca­sión a 6€ o los tubos de ensa­yo con True Blood. Y si eres de los más valien­tes, no te pier­das nues­tro buf­fet caní­bal. Ojos, dedos, lo más sucu­len­to del cuer­po. Todo esto tema­ti­za­do, el casino se dis­fra­za 100% para la oca­sión. Pero no sólo el casino, sino tam­bién los emplea­dos en el míti­co con­cur­so de dis­fra­ces de emplea­dos de cada año.