
En el teatro existen tres delicados elementos que cuando se consiguen combinar de forma idónea permiten al espectador disfrutar de una experiencia inolvidable: el texto, la dirección y la interpretación. En Copenhague, la obra que llega al Teatro Talía este miércoles 19, la combinación resulta a priori perfecta.
Pocas obras recientes han tenido un éxito internacional tan incuestionable como este texto con el que el dramaturgo inglés Michael Frayn logró conquistar el Premio Tony a la mejor obra de teatro del año 2000. La historia es por sí sola apasionante: el encuentro mantenido en 1941, en la capital de la Dinamarca ocupada, entre el científico danés Niels Bohr y su exalumno y entonces representante nazi, Werner Heisenberg. Poco ha transcendido de aquel encuentro, el último que mantuvieron ambos físicos ya que tras aquella cita romperían su amistad. Sin embargo fue clave para que Hitler no lograra la bomba atómica. También para los posteriores sucesos en Hiroshima y Nagasaki, así como para el devenir de la Guerra Fría.
De la dirección de este montaje se encarga el dramaturgo argentino Claudio Tolcachir, que además de sus múltiples galardones, ha sido nominado al premio Konex como uno de los mejores dramaturgos de la década. Y en cuanto a la interpretación poco se puede decir de este duelo entre dos de los mejores actores de España: Emilio Gutiérrez Caba y Carlos Hipólito. Junto a ellos, Malena Gutiérrez realiza una sólida interpretación de la esposa de Bohr, que ajena al universo científico de los dos hombres les obliga a plantear las cosas con claridad, sin tapujos, ni camuflados en cientifismos.
El resultado de toda esta conjunción de elementos es un thriller histórico y psicológico que nos habla de física cuántica, pero sobre todo reflexiona sobre el compromiso, la amistad y la ética
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