El Centre del Carme Cultura Contemporània se ha convertido en los últimos días en un Laboratorio de Innovación para la búsqueda de nuevas métricas para medir el valor de la cultura como eje de transformación social. Se trata del proyecto Fluxonomía 4D en el que participan 14 iniciativas culturales iberoamericanas de naturaleza diversa y entre las que se encuentra el Centre del Carme (5 instituciones culturales, 2 Festivales, 5 proyectos independientes, 2 proyectos autogestionados), de 6 países distintos (España, Chile, Brasil, Argentina, Bolivia y Cuba).
Con una mirada multivocal, las instituciones han decidido de manera
consciente asumir un reto común, convergiendo en un nuevo modelo de gestión más integral, configurando una matriz colectiva que apuntale valores de medida en parámetros de cultura conjugando aspectos cualitativos, cuantitativos y comparativos eco-sociológicos bajo una misma concepción común, la Fluxonomia 4D (dimensión cultural, ambiental, socio-política y financiera), una combinación de futurismo con nuevas economías.
El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha presentado esta mañana el proyecto acompañado por Lala Deheinzelin (Brasil) futurista desde 1995 y especialista en Nuevas Economías, asesora de organismos multilaterales como la ONU. Además han estado presentes algunos de los miembros de este grupo de trabajo como Cristina Alonso Martín, responsable del Teatre L’artesá, (El Prat de Llobregat) del Festival Salmon y Graner de Barcelona y Silvina Martínez, de
Feboasoma de Buenos Aires (Argentina).
Según Pérez Pont “la cultura tiene valores que van mucho más allá de las cifras, de una cuantificación numérica; tiene la capacidad para mejorar la vida de las personas y de transformar las sociedades e influir en la economía global y local. En este sentido se hace necesario y también complejo el desarrollo de una métrica que permita evaluar todo esto. Para ello estamos trabajando a partir de la teoría de la Fluxonomía 4 D de Lala Deheinzelin con la intención de poner nuestro granito de arena para cambiar el mundo”.
La iniciativa parte de la consideración de que los parámetros de audiencia cuantitativa están muy lejos de mostrar la realidad y alcance de las propuestas programáticas, y que no responden al impacto real del trabajo transformador de estas instituciones culturales.
“Cada vez más, los balances estándar escénicos no responden a nuestras praxis, ni a nuestros tiempos de dedicación, ni a la distribución de nuestros recursos en desarrollo. Y por tanto, derivan en la necesidad de construir un punto y aparte y no una inflexión” ha establecido Cristina Alonso.
Lala Deheinzelin ha manifestado que “muchos de nosotros, como individuos o instituciones, somos conscientes de la intensidad de cambios en este periodo en el que vivimos. Pero incluso conscientes de que es la más grande Transición de la historia de la humanidad, la velocidad exponencial de este cambio conlleva una gran dificultad de comprender sus desafíos pero, sobre todo, de darnos cuenta de las oportunidades que comporta”.
“Podemos capitalizar estas oportunidades si combinamos estudios de futuro (“futuring”) con nuevas economías. En este sentido hemos creado un CoLaboratório de Innovación dedicado a desarrollar herramientas para: optimizar tiempo, recursos y equipos en la gestión de sus procesos y tener métricas y dispositivos creativos para la toma de decisiones que permitan ampliar el impacto cultural, ambiental, social y financiero de sus acciones” ha explicado Deheinzelin.
La especialista ha señalado que “recurso es más que moneda y resultado es más que cantidad. Se necesitan nuevas formas de dar valor. Para ello estamos trabajando como célula de investigación y si logramos amplificar la potencia de la cultura podremos ayudar al resto de la sociedad”.
Grupo de gestión transgeneracional
Hasta el momento este grupo de gestión transgeneracional ha realizado 9 encuentros previos al presente, durante 3 años de recorrido y en distintas ciudades de España, Bolivia y Brasil. Entre sus objetivos está el crear un lenguaje común de conocimiento sobre la fluxonomia 4D (en las cuatro dimensiones citadas); construir una unidad de investigación sobre métrica cualitativa en cultura con enfoque 4D y otras herramientas que permitan su operativización; introducir la métrica 4D en las diferentes instituciones culturales con la voluntad de establecer una matriz prototipable, mostrando su pertinencia incluso en ámbitos no específicamente culturales, entre otros.
En base a estos objetivos a lo largo de estos días el Centre del Carme Cultura Contemporània ha visto nacer la asociación civil FACTO, que será registrada próximamente en Madrid como una asociación civil transnacional.
FACTO constituye una unidad de investigación estable con la intención de valorizar la cultura como elemento clave de transformación social y testearlo a partir de la creación de métricas aplicadas capaces de modificar los criterios de medida de estos proyectos culturales, incidiendo en la reformulación de políticas futuras, públicas y privadas hacia un cambio de paradigma multidimensional.
La previsión es que a partir de mayo de 2020, todas las instituciones culturales participantes aplicarán las nuevas métricas testeándolas como herramientas de mejora continua que ayudarán a ponderar el valor de la cultura.
