Orga­ni­za­do por la Fun­da­ción BIOPARC y la pro­tec­to­ra Adop­ta Un Perro Aban­do­na­do (AUPA), este even­to soli­da­rio alcan­za ya su 27.ª edi­ción y se ha con­ver­ti­do en una cita impres­cin­di­ble para los aman­tes de los ani­ma­les en vís­pe­ras de Navi­dad.

El espe­ra­do Des­fi­le de perros en bus­ca de un hogar regre­sa el domin­go 21 de diciem­bre a las 12.00 ha la pla­za de acce­so de BIOPARC Valen­cia, tras su apla­za­mien­to por la aler­ta meteo­ro­ló­gi­ca. 

En esta oca­sión, par­ti­ci­pa­rán unos 40 perros, entre ellos una quin­ce­na de víc­ti­mas de la DANA que toda­vía per­ma­ne­cen en el refu­gio de Mode­pran y nece­si­tan con urgen­cia un hogar don­de reha­cer su vida. La perio­dis­ta y pre­sen­ta­do­ra de À Punt Notí­cies Mig­dia, Rosa Rome­ro, pre­sen­ta­rá el des­fi­le y con­ta­rá las emo­ti­vas his­to­rias de cada uno con la ilu­sión de que con­quis­tan una nue­va fami­lia.

La ini­cia­ti­va insis­te, un año más, en la impor­tan­cia de la adop­ción y la tenen­cia res­pon­sa­ble, recor­dan­do que duran­te las fies­tas navi­de­ñas los ani­ma­les «no son un jugue­te». Des­de las orga­ni­za­cio­nes ape­lan a la empa­tía y la con­cien­cia ciu­da­da­na, espe­cial­men­te en un momen­to del año pro­pen­so a los rega­los impul­si­vos.

El cre­cien­te inte­rés por este des­fi­le tie­ne su refle­jo en los pri­me­ros fina­les feli­ces: algu­nos de los perros anun­cia­dos ya no par­ti­ci­pa­rán por­que han sido adop­ta­dos en los últi­mos días. Entre ellos, Hun­ter, un pas­tor bel­ga mali­nois de tres años, lleno de ener­gía e inte­li­gen­cia, que ha encon­tra­do hogar jun­to a otros como Peque, Twis­ter, Abel o Darek. Sin embar­go, la lacra del aban­dono con­ti­núa, y recien­te­men­te AUPA ha res­ca­ta­do nue­vos canes, entre ellos tres cacho­rros y otros como Sócra­tes, un mes­ti­zo de cua­tro años cari­ño­so y fiel pese a haber sufri­do mal­tra­to, o Mos­ta­za, una perra afec­tuo­sa que nece­si­ta pron­to un hogar don­de poder dis­fru­tar del con­tac­to humano que tan­to anhe­la.

Des­de Mode­pran tam­bién des­fi­la­rá Rol­fo, un sim­pá­ti­co perro de tres años que sobre­vi­vió a la DANA y que, tras un bre­ve aco­gi­mien­to, tuvo que regre­sar al refu­gio. Estas his­to­rias son tam­bién una opor­tu­ni­dad para visi­bi­li­zar la reali­dad de los perros mayo­res , que mere­cen una segun­da opor­tu­ni­dad. Es el caso de Atil , de 15 años, aban­do­na­do en su vejez y que sue­ña con encon­trar a alguien con quien jugar a la pelo­ta, su pasa­tiem­po favo­ri­to.