El pró­xi­mo sába­do 1 de febre­ro el Tea­tre El Musi­cal alza el telón de su nue­va tem­po­ra­da con Pró­xi­mo, una refle­xión sobre la sole­dad y las nue­vas rela­cio­nes impul­sa­das por las tec­no­lo­gías fir­ma­da por Clau­dio Tol­ca­chir. Median­te la his­to­ria de Pablo, un argen­tino que vive en Aus­tra­lia, y Elián, un actor espa­ñol afin­ca­do en Madrid, el dra­ma­tur­go bonae­ren­se inda­ga en torno a los víncu­los crea­dos des­de la dis­tan­cia y pre­sen­ta a dos hom­bres que expe­ri­men­tan sus emo­cio­nes a tra­vés de Tin­der.
 
En una épo­ca en la que las rela­cio­nes epis­to­la­res han sido sus­ti­tui­das por las con­ver­sa­cio­nes de Sky­pe y las redes socia­les, Tol­ca­chir plan­tea al espec­ta­dor una cues­tión fun­da­men­tal: ¿es posi­ble amar a alguien a quien solo se cono­ce de mane­ra vir­tual, sin nece­si­dad de que exis­ta nin­gún con­tac­to físi­co? Gra­cias a la com­pli­ci­dad de sus dos acto­res, San­ti Marín y Lau­ta­ro Perot­ti, Tol­ca­chir comen­zó a dar for­ma al tex­to mien­tras se encon­tra­ba en Roma tra­ba­jan­do y, al mis­mo tiem­po, su padre era inter­ve­ni­do qui­rúr­gi­ca­men­te en Bue­nos Aires y su hija se ges­ta­ba des­de Chica­go.
 
El autor reco­no­ce que esta situa­ción le sir­vió de base para levan­tar la his­to­ria: “Esta­ba pen­dien­te del telé­fono, pero lejos de las per­so­nas que quie­ro. Mi cuer­po, mi cabe­za y mis emo­cio­nes esta­ban muy par­ti­das y creo que todo eso con­flu­yó en una obra don­de la dis­tan­cia está pues­ta a prue­ba”. Tol­ca­chir, cuyas obras han sido repre­sen­ta­das en vein­te paí­ses y tra­du­ci­das a seis idio­mas, habla sobre las nue­vas for­mas de amor y el modo de repre­sen­tar­las sobre un esce­na­rio: “Cree­mos que la poe­sía del tea­tro es el ámbi­to más cru­do para con­tar una dis­tan­cia tan irreal como la cer­ca­nía de un Sky­pe. Un ins­tan­te jun­tos, un ins­tan­te sepa­ra­dos”.

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