Hacía 17 años. Ni los más vie­jos del lugar. Nadie con­fia­ba, con tres juga­do­res cla­ve ausen­tes. Pero el fút­bol es así. El Madrid, sobra­do, andan­do… ni con un penal­ti dis­cu­ti­ble. El Valen­cia, peleón, sabien­do sufrir, cola­bo­ra­ti­vo. Pue­do lle­gar antes la vic­to­ria, pero lle­gó al filo. Allí está­ba­mos, para gra­bar en los vídeo­mar­ca­do­res la mayor ale­gría de la afi­ción valen­cia­nis­ta en mucho tiem­po. ¡¡¡¡Al fin!!!