Casi la mitad de las empre­sas no saben cuán­do recu­pe­ra­rán el nivel de acti­vi­dad ante­rior a la cri­sis COVID-19, aun­que un 18 % de ellas opi­na que lo alcan­za­rán entre seis meses y un año. Esta es una de las con­clu­sio­nes que refle­ja la encues­ta que la Con­se­lle­re­ria de Eco­no­mía encar­gó al Con­se­jo de Cáma­ras de Comer­cio de la Comu­ni­tat Valen­cia­na para cono­cer la per­cep­ción y opi­nión de las empre­sas de la Comu­ni­tat Valen­cia­na duran­te la cri­sis por COVID-19.

Entre los aspec­tos que más preo­cu­pan a las empre­sas de la Comu­ni­tat Valen­cia­na están rela­cio­na­dos con la liqui­dez de sus empre­sas y la capa­ci­dad de afron­tar pagos a cor­to pla­zo, así como el exce­si­vo apa­lan­ca­mien­to.

Res­pec­to al impac­to que esta cri­sis está tenien­do en la acti­vi­dad de las empre­sas, el estu­dio con­clu­ye que prác­ti­ca­men­te todos los ámbi­tos de la orga­ni­za­ción se están vien­do afec­ta­dos. En este sen­ti­do, la mayor inci­den­cia se está pro­du­cien­do en la comer­cia­li­za­ción de los pro­duc­tos y ser­vi­cios y en el plano finan­cie­ro, y tam­bién ha pro­vo­ca­do el apla­za­mien­to de inver­sio­nes y pro­yec­tos pro­gra­ma­dos para este año.

Las medi­das que han adop­ta­do las empre­sas con carác­ter inme­dia­to ha sido redu­cir los cos­tes para adap­tar­los al nivel de acti­vi­dad y la modi­fi­ca­ción de los pla­nes de finan­cia­ción. Así lo afir­ma, apro­xi­ma­da­men­te, la mitad de las empre­sas que han par­ti­ci­pa­do en este estu­dio. La aper­tu­ra de nue­vos mer­ca­dos y la bús­que­da de clien­tes nacio­na­les tam­bién han sido algu­nas de las medi­das pues­tas en prác­ti­ca por la mitad de las empre­sas. Así, uno de cada cua­tro empre­sa­rios ha comen­za­do a bus­car nue­vos clien­tes en mer­ca­dos exte­rio­res.

En el nue­vo con­tex­to empre­sa­rial, la digi­ta­li­za­ción de las empre­sas está con­tri­bu­yen­do a la adap­ta­ción de estas. Sie­te de cada diez empre­sas con­si­de­ran que moder­ni­zar la empre­sa le pue­de ayu­dar a ser más com­pe­ti­ti­vo. En este sen­ti­do, y des­de el pun­to de vis­ta de las ven­tas, las empre­sas mues­tran inte­rés en poten­ciar el comer­cio elec­tró­ni­co, el már­ke­ting digi­tal, la crea­ción de catá­lo­gos vir­tua­les y la orga­ni­za­ción de ferias digi­ta­les.

Des­de el pun­to de vis­ta de la pro­duc­ción, las empre­sas con­si­de­ran impor­tan­te rea­li­zar inver­sio­nes en sis­te­ma de pro­duc­ción por con­trol remo­to, la mejo­ra de ‘hard­wa­re’ y ‘soft­wa­re’ a medi­da, o en sis­te­mas de aná­li­sis de la infor­ma­ción a tiem­po real, entre otros aspec­tos.

A su vez, inver­tir en equi­pos para el fomen­to del tele­tra­ba­jo, la mejo­ra de la for­ma­ción de los tra­ba­ja­do­res en digi­ta­li­za­ción, o la incor­po­ra­ción de tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras exper­tos en TIC tam­bién son aspec­tos impor­tan­tes para la empre­sa.

Uno de los pro­ce­sos de reajus­te más seve­ros que han rea­li­za­do las empre­sas ha sido en el área de los recur­sos huma­nos. Según los resul­ta­dos de este estu­dio, los prin­ci­pa­les cam­bios que se están pro­du­cien­do en las empre­sas afec­tan a la comu­ni­ca­ción con sus tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras y la for­ma­ción. En con­cre­to, el 37 % de las empre­sas afir­ma que han mejo­ra­do la comu­ni­ca­ción con sus tra­ba­ja­do­res.

Por otra par­te, el 52 % de las empre­sas que han con­ti­nua­do ope­ra­ti­vas han implan­ta­do el tele­tra­ba­jo de mane­ra pro­vi­sio­nal o a más lar­go pla­zo. Por últi­mo, el 35 % ha inver­ti­do en for­ma­ción de sus tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras o lo pien­sa hacer pró­xi­ma­men­te.

El tra­ba­jo de cam­po para ela­bo­rar este estu­dio ha con­sis­ti­do en la rea­li­za­ción de 488 encues­tas a empre­sas de toda la Comu­ni­tat Valen­cia­na, entre los días 7 y 18 de mayo, perio­do que coin­ci­de con la eta­pa de reac­ti­va­ción de las empre­sas no esen­cia­les. El con­se­ller, Rafael Cli­ment, ha des­ta­ca­do la impor­tan­cia de este son­deo. “Este estu­dio de diag­nós­ti­co era nece­sa­rio para iden­ti­fi­car los retos a los que se enfren­tan las empre­sas en el pro­ce­so de reac­ti­va­ción de la acti­vi­dad, y tam­bién sus nece­si­da­des para adap­tar­se al nue­vo con­tex­to eco­nó­mi­co y empre­sa­rial”, seña­ló.