Este mar­tes por la noche lle­ga­ban a Valen­cia 40 per­so­nas mas pro­ce­den­tes de Ucra­nia y que han logra­do huir así de la gue­rra. Los meno­res y sus madres, de 20 núcleos fami­lia­res, lle­ga­ban en un auto­bús que ha fle­ta­do la Fun­da­ción Jun­tos por la Vida, cuyos volun­ta­rios lle­van ya una sema­na en la fron­te­ra de Polo­nia con Ucra­nia asis­tien­do a los refu­gia­dos. Ellos se están encar­gan­do de aten­der a las per­so­nas, dis­po­ner el trans­por­te y ase­gu­rar el via­je has­ta aquí, den­tro de su cam­pa­ña de emer­gen­cia por Ucra­nia.

Lágri­mas, abra­zos y mucha emo­ción a su lle­ga­da al rec­to­ra­do de la Uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Valen­cia. Quie­nes les espe­ra­ban, muchos ucra­nia­nos, les reci­bie­ron can­tan­do el himno Ucra­nia, y aplau­sos en un emo­ti­vo momen­to que hizo derra­mar muchas lágri­mas.

A su lle­ga­da les espe­ra­ban las fami­lias que les aco­ge­rán en sus casas y sus vidas duran­te este tiem­po difí­cil. En su mayo­ría Son fami­lias que tie­nen algún víncu­lo con la Fun­da­ción por los pro­gra­mas de aco­gi­mien­to fami­liar de los meno­res en verano que vie­nen rea­li­zan­do des­de hace mas de 25 años.

Tam­bién hay otras fami­lias que igual­men­te tie­nen otros víncu­los con Valen­cia y por eso lle­ga­ban en el auto­bús. La mayo­ría de las per­so­nas que vie­nen son aco­gi­dos por fami­lias valen­cia­nas, que está orga­ni­zan­do un equi­po de la Fun­da­ción en Valen­cia.

Des­pués de casi tres días de via­je, lle­ga­ban can­sa­dos, pero tran­qui­los. Emo­ción y lágri­mas se fun­dían en abra­zos a su lle­ga­da y reen­cuen­tro con quie­nes les espe­ra­ban, y a quie­nes en muchos casos cono­cen des­de hace años.

Reencuentros con familias de acogida

Es el caso de Alo­na, de 16 años. Ella venía a Espa­ña des­de que tenía 10 años. Se ren­con­tra­ba con sus padres de aco­gi­da espa­ño­les Fer­nan­do y Cris­ti­na, quie­nes se mos­tra­ban muy emo­cio­na­dos al “tener­la aquí por fin”. “Era muy angus­tio­so saber lo que esta­ba pasan­do”, expre­sa­ban. Fer­nan­do pidió a los gobier­nos que no se olvi­da­sen de Ucra­nia. Alo­na decía sen­tir­se más tran­qui­la al lle­gar a Espa­ña, pero mati­za­ba que le resul­ta­ba “muy difí­cil dejar a mis ami­gos atrás sin saber lo que les pue­de pasar”.

Veró­ni­ca “Nika” tie­ne 20 años, y tam­bién esta­ba muy emo­cio­na­da y llo­ran­do cuan­do abra­zó a su her­ma­na bio­ló­gi­ca que vive en Valen­cia des­de hace años. Las dos habían par­ti­ci­pa­do en los pro­gra­mas de aco­gi­mien­to fami­lia­res de la Fun­da­ción Jun­tos por la Vida.

Venía con su her­ma­na mayor y su bebé. Nika tam­bién dijo sufrir por los que se han teni­do que que­dar en Ucra­nia, y que viven con mucho mie­do. Dijo que nadie espe­ra­ba la gue­rra: “Nos avi­sa­ron de madru­ga­da y dije­ron que nos esta­ban bom­bar­dean­do”.

El vice­pre­si­den­te de la Fun­da­ción Jun­tos por la Vida, Jesus Rodrí­guez, afir­mó que que el pro­ble­ma no es traer a la gen­te sino dón­de alo­jar­les, y la fun­da­ción hace lo posi­ble por bus­car fami­lias volun­ta­rias, y selec­cio­nar­las entre las cien­tos de lla­ma­das que reci­ben. El jue­ves lle­ga­rán a Valen­cia dos auto­bu­ses más con refu­gia­dos.

Este segun­do auto­bús lle­ga­ba sobre las 8 de la tar­de a la puer­ta del Rec­to­ra­do de la uni­ver­si­dad Poli­téc­ni­ca de Valen­cia, don­de les espe­ra­ba tam­bién el rec­tor, Jose E. Capi­lla, quien cedió las ins­ta­la­cio­nes para la el reci­bi­mien­to. Tam­bién se encon­tra­ba el cón­sul hono­ra­rio de Ucra­nia en Valen­cia, Pablo Gil.

La Fun­da­ción Jun­tos por la Vida tie­ne abier­ta una cuen­ta  para reci­bir dona­cio­nes para hacer fren­te a los gas­tos de este ope­ra­ti­vo. Se pue­den hacer a tra­vés de su web www.juntosporlavida.org o en el núme­ro de cuen­ta:

ES 9121002967810200042107.

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