“Los años inmaduros de Luis Martínez” se ajusta al concepto freudiano de “novela familiar”, en este caso centrada en los infortunios de un joven que trata de sobrevivir en un ambiente familiar y social muy crispado y conflictivo.
Vicente Adelantado Soriano (Caudiel, 1952) es autor de varias novelas -Los amores imposibles de Agustín Martínez, Susana, La promesa…-así como diversos estudios sobre la obra de Benito Pérez Galdós, centrados sobre todo en los Episodios Nacionales. Su tesis doctoral versó sobre Rituales, procesiones, espectáculos y fiestas en el nacimiento del teatro valenciano. En ella se ocupa, entre otros aspectos, de las ejecuciones públicas en la ciudad de Valencia hasta bien entrado el siglo XIX. También colabora habitualmente en revistas digitales como Reeditor, Long Island y Letralia.
“Los años inmaduros de Luis Martínez” está ambientada en los años 50 y 60 del pasado siglo. Narra los problemas derivados de la inmigración de una familia, en este caso desde un pueblo del Alto Palancia a la ciudad de Valencia y pueblos de su entorno.
“Los años inmaduros de Luis Martínez” se ajusta al concepto freudiano de “novela familiar”, en este caso centrada en los infortunios de un joven que trata de sobrevivir en un ambiente familiar y social muy crispado y conflictivo. Esta narración acoge también, a su manera, la tradición goethiana de “novela formativa”.
El relato aborda diversos temas contextualizados en aquel periodo histórico: diferencias entre el mundo rural y el urbano, distinciones de ámbitos lingüísticos, el ingreso del protagonista en un seminario de padres capuchinos como modo de ascenso social y también de protegerse ante un ambiente familiar angustioso.
Una síntesis del ambiente familiar del joven protagonista: “Por aquellos años, recién emigrados, pasaba pocas horas en casa: ésta era un infierno. Su padre estaba yendo y viniendo, derrotado, de los juzgados; su madre, con verdadera pasión, se entregaba a los mas desconsolados llantos, cuando no a lanzar acusaciones contra el marido por la negra situación en la que estaban metidos. Luis, un niño de pocos años entonces, no lo soportaba”.
La historia está narrada con la frontalidad y franqueza propias de un buen discípulo de Pio Baroja, como lo es Vicente Adelantado, y en un periodo histórico que se corresponde con una estabilidad creciente del régimen del General Franco, la influencia educativa de la iglesia católica que se manifiesta tanto en la pujanza de los seminarios diocesanos y sus diversas ordenes y que fueron formas de ascenso intelectual y social; la importancia moral y cultural del cinematógrafo en aquellos años, adquiere en esta novela manifiesta relevancia narrativa. De hecho, una escena del film Barrabás (1961) dirigido por Richard Fleischer y protagonizado por Anthony Quinn constituye un hilo conductor emocional para el joven Luis Martínez.
Resulta admirable el modo elíptico, la pudorosa discreción con la que aborda las escasas situaciones erótico-amorosas, así como la descripción fidedigna de la topografía de los aledaños de la ciudad de Valencia de los años 50, como, por ejemplo, el barrio de Beatriz Tortosa.
La importancia pasional que tuvieron los libros impresos y las salas de cinematógrafo para una generación que ahora tiene algo más de sesenta años, puede resultar comprensiblemente estrafalaria para un joven digitalizado del este año en curso.
Título: Los años inmaduros de Luís Martínez (256 páginas)
Autor: Vicente Adelantado Soriano
Editorial: Círculo Rojo
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