Mas­nái es un con­jun­to de poe­mas con estruc­tu­ra de hai­kús, divi­do en cua­tro sec­cio­nes que vie­nen a corres­pon­der a las cua­tro esta­cio­nes del año.

Por R.Ballester Añón

 

Josep Car­les Laí­nez (Valen­cia, 1970) poe­ta y escri­tor, ha publi­ca­do en cas­te­llano «La tum­ba de Leó­ni­das» (2006), «Aquí la noche tie­ne nom­bre de Vale­ria» (2007), «La muer­te del padre» (2009) para cuya escri­tu­ra ha uti­li­za­do seis len­guas dis­tin­tas e ini­ció su pro­yec­to «Tabu­la­rium», del que han apa­re­ci­do ver­sio­nes par­cia­les en ara­go­nés, astu­riano, cas­te­llano,  occi­tano y valen­ciano. Es tam­bién autor de libros de poe­mas, como «Exo­ti­ca marty­ria» (1991) y «Músi­ca jun­to al río» ( 2001)

Su for­ma­ción aca­dé­mi­ca abar­ca estu­dios de filo­lo­gía, teo­lo­gía y cine. Es de las pocos estu­dio­sos que cono­ce el cór­ni­co, len­gua cél­ti­ca, estre­cha­men­te liga­da al galés y el bre­tón, oriun­da de la isla de Cor­nua­lles,  en la actua­li­dad con esca­sí­si­mo  núme­ro de hablan­tes y por tan­to en peli­gro de extin­ción.

Des­de sus ini­cios como escri­tor, Laí­nez siem­pre ha cul­ti­va­do el tex­to afo­rís­ti­co que él denomina“género en bre­ve­dad” o “ inter­gé­ne­ro”.

Mas­nái ‑voca­blo cel­tí­be­ro que sig­ni­fi­ca “con des­ga­rro”- es un con­jun­to de poe­mas con estruc­tu­ra de hai­kús, divi­do en cua­tro sec­cio­nes que vie­nen a corres­pon­der a las cua­tro esta­cio­nes del año. En pala­bras del pro­pio Laí­nez: son “afo­ris­mos con estruc­tu­ra tri­ni­ta­ria, que se leen como  úni­co des­te­llo sin­tác­ti­co”

Algu­nos de estos hai­kús tie­nen un cier­to  aire con­cep­tual:

Vera exé­ge­sis: qui­tar palabras/ a la Pala­bra.

No oimos el viento/sino otras cosas/El vien­to es mudo.

El mun­do es siem­pre el mismo/pero nun­ca es el mismo/ en ese res­qui­cio, en ése.

Ins­pi­rar y espirar/Inspirar y espirar/ Y expi­rar.

Vete de aqui/no pier­das el tiempo/Y la para­do­ja me son­rie.

Otros hai­kús son de cariz des­crip­ti­vo :

Un con­ven­to abandonado/Montan guardia/ dos gatos inmó­vi­les.

Que no cun­da el pánico¡/una socie­dad tan corrupta/ya solo pue­de engen­drar san­tos.

Las hojas no caen/ sola­men­te pasan/ Las del cua­derno.

Bajo la puer­ta mecánica/el ladri­do de un perro/Una moto leja­na.

Las ramas recién cortadas/se esca­pan de la bolsa/Emulan a jóve­nes ser­pien­tes.

Por deba­jo de la tinta/si pres­tas atención,/aún hue­le a bos­que.

Las heces de cabras/en el camino,/como oli­vas caí­das

Los de natu­ra­le­za más enig­má­ti­ca

Un abue­lo con su nieta/ chi­rria la puer­ta del patio/no pien­so nada.

Los gatos, tan silenciosos/ que no se oyen/ni en un poe­ma

Recuer­da una gasolinera/en una carre­te­ra de Castilla/Todo pare­cía eterno.

Los de iro­nía  taois­ta:

Rui­dos en el estómago/Me deba­to entre otro verso/o comer algo.

En la pla­za, sillas vacíass/Empieza el espec­tácu­lo.

Hacia nin­gu­na parte/¿O hay otro modo/de ir libre­men­te?

El fle­xo cree observarme/pero está apagado/ y no lo sabe.

Aguar­do el verso/ como un perro/ a su amo.

Sin saber que lo protejo/ cru­za la vie­ja carrretera/un peque­ño esca­ra­ba­jo

Si las fotos /son puertas/ dón­de está el pomo?

Aguar­do el verso/ como un perro/ a su amo.

Laí­nez emplea el mas­nái de la len­gua y los peque­ños hechos  de la vida coti­dia­na para poder pos­tu­lar una  reali­dad más com­ple­ja y lumi­no­sa.


Títu­lo: Mas­nái

Autor: Josep car­les Lái­nez

Edi­to­rial: Olé Libros

Pági­nas: 65

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