Valen­cia vuel­ve a pre­pa­rar­se para Hallo­ween con una ori­gi­nal acción de con­cien­cia­ción que bus­ca equi­li­brar diver­sión y res­pe­to veci­nal.

Los equi­pos de media­ción han reco­rri­do de nue­vo las prin­ci­pa­les zonas de ocio de la ciu­dad con la cam­pa­ña «Pása­te­lo de mie­do, sin moles­tar a los demás», impul­sa­da por la Coor­di­na­do­ra de Hos­te­le­ría de los Barrios de Valen­cia, la Aso­cia­ción Empre­sa­rial de Dis­co­te­cas (AD) y el Ayun­ta­mien­to de Valen­cia.

Los lla­ma­dos zom­bis silen­cio­sos han repar­ti­do care­tas, pega­ti­nas y cal­co­ma­nías para recor­dar que es posi­ble pasar­lo bien sin cau­sar moles­tias. La ini­cia­ti­va con­ti­nua­rá duran­te los pró­xi­mos días y la pro­pia noche del 31 de octu­bre, una cita para la que se espe­ra la par­ti­ci­pa­ción de unos 200.000 asis­ten­tes en toda la ciu­dad.

Ade­más del for­ma­to pre­sen­cial, el men­sa­je podrá ver­se estos días en los mupis muni­ci­pa­les y en las pan­ta­llas de los auto­bu­ses de la EMT, espe­cial­men­te en iti­ne­ra­rios turís­ti­cos y zonas uni­ver­si­ta­rias cer­ca­nas al cen­tro y a la Ciu­dad de las Artes y las Cien­cias.

Las accio­nes de sen­si­bi­li­za­ción, coor­di­na­das por la ONG Con­tro­la Club, se cen­tran en áreas como Blas­co Ibá­ñez, Hon­du­ras, Cedro, Rus­sa­fa y El Car­men. Para­le­la­men­te, el equi­po está rea­li­zan­do un estu­dio con los par­ti­ci­pan­tes para ana­li­zar el nivel de con­cien­cia sobre el impac­to del rui­do, así como los hábi­tos y per­fi­les de quie­nes cele­bran la lla­ma­da noche del terror.

La ini­cia­ti­va for­ma par­te del com­pro­mi­so del sec­tor hos­te­le­ro por fomen­tar un ocio res­pon­sa­ble y avan­zar en medi­das pre­ven­ti­vas que miti­guen el rui­do noc­turno. Esta acción se suma a cam­pa­ñas como «Que vivan los novios que res­pe­tan Rus­sa­fa», que ha logra­do redu­cir las moles­tias en las des­pe­di­das de sol­te­ro, y a pro­yec­tos como «Eco­te­rra­zas Sos­te­ni­bles», rea­li­za­dos con apo­yo muni­ci­pal para impul­sar bue­nas prác­ti­cas en los esta­ble­ci­mien­tos.