Ins­ta­la­da en Bru­se­las y tras 14 años de ausen­cia, la coreó­gra­fa, bai­la­ri­na, inves­ti­ga­do­ra y docen­te valen­cia­na Olga de Soto, una artis­ta pio­ne­ra en el acer­ca­mien­to docu­men­tal a la dan­za, vol­ve­rá a pisar los esce­na­rios de la ciu­dad para pre­sen­tar su espec­tácu­lo Una intro­duc­ción, el pró­xi­mo 4 de mayo en La Mutant. En él sigue las hue­llas de La mesa ver­de, una de las pie­zas más valien­tes y visio­na­rias de la dan­za con­tem­po­rá­nea, en la que el autor Kurt Jooss alzó la voz para denun­ciar el auge del nazis­mo, pre­sa­gian­do el horror que esta­ba por venir. En 2013, Olga de Soto reci­bió el Pre­mio de la SACD — Socie­dad de Auto­res y Com­po­si­to­res Dra­má­ti­cos, en Bél­gi­ca, por su tra­ba­jo de inves­ti­ga­ción y de crea­ción en torno a esta pie­za fun­da­cio­nal de la his­to­ria de la dan­za, así como por el con­jun­to de su tra­yec­to­ria.

La mesa ver­de está con­si­de­ra­da como uno de los espec­tácu­los de dan­za más polí­ti­ca­men­te com­pro­me­ti­dos del siglo XX. Estre­na­da en julio de 1932, pocos meses antes de la lle­ga­da de Hitler al poder en Ale­ma­nia, denun­cia de mane­ra direc­ta el auge del fas­cis­mo y la gue­rra. Esta obra del coreó­gra­fo ale­mán Kurt Jooss anti­ci­pó la oscu­ra reali­dad en la que Euro­pa se sumi­ría y es una refe­ren­cia esen­cial en la his­to­ria de la dan­za con­tem­po­rá­nea.

Toman­do como pun­to de par­ti­da la obra de Jooss, y tras haber desa­rro­lla­do un exten­so tra­ba­jo de docu­men­ta­ción, Olga de Soto deci­dió ir en bus­ca de espec­ta­do­res que hubie­ran vis­to y de bai­la­ri­nes que hubie­ran inter­pre­ta­do la obra en dife­ren­tes momen­tos de la his­to­ria, en dife­ren­tes paí­ses, siguien­do las hue­llas del autor. En Una intro­duc­ción la crea­do­ra valen­cia­na se cen­tra en el antes y el des­pués de la pri­me­ra actua­ción de La mesa ver­de, es decir, en las con­di­cio­nes y cir­cuns­tan­cias que lle­va­ron a su crea­ción y en la hue­lla deja­da por la mis­ma. De Soto está con­si­de­ra­da como una pio­ne­ra en el acer­ca­mien­to docu­men­tal a la dan­za y una pre­cur­so­ra del tra­ba­jo con fuen­tes ora­les, como hizo en 2004 en su obra historia(s) (Kuns­ten­fes­ti­val­de­sarts, Bru­se­las), crea­da a par­tir de los recuer­dos de los espec­ta­do­res que asis­tie­ron en 1946 al estreno de El joven y la muer­te, uno de los ballets más céle­bres de Roland Petit y Jean Coc­teau.

Recons­tru­yen­do la his­to­ria de la dan­za con­tem­po­rá­nea: fuen­tes, memo­ria y ras­tro

En Una intro­duc­ción, Olga de Soto se pre­gun­ta qué se recuer­da de una obra escé­ni­ca rea­li­za­da hace mucho tiem­po, cómo se trans­mi­te, qué sitio ocu­pan y qué papel jue­gan los bai­la­ri­nes en la his­to­ria de la dan­za, cómo evo­lu­cio­na una obra den­tro de su pro­pia his­to­ria y en el seno de la His­to­ria y qué impac­to tie­ne en la memo­ria del públi­co una obra tan com­pro­me­ti­da polí­ti­ca­men­te, tenien­do en cuen­ta que en ella se denun­cia­ba algo que suce­dió des­pués.

Una intro­duc­ción es la pri­me­ra pie­za crea­da por Olga de Soto a par­tir de su inves­ti­ga­ción inten­si­va en torno a la obra de Jooss, sobre la que ha regis­tra­do un mate­rial extraí­do de fuen­tes con­sis­ten­te en 67 horas de entre­vis­tas a más de trein­ta per­so­nas vin­cu­la­das a este espec­tácu­lo. En la mis­ma se cen­tra, con­cre­ta­men­te, en los tes­ti­mo­nios de dos per­so­nas: Fra­nçoi­se Dupuy (espec­ta­do­ra) que vio la obra en 1934, y de Michè­le Nadal (bai­la­ri­na), que tra­ba­jó con Jooss en Ale­ma­nia a comien­zos de los años 1950.

La coreó­gra­fa se inte­rro­ga tam­bién sobre la his­to­ria de La mesa ver­de, com­par­tien­do con los espec­ta­do­res aque­llo que por lo gene­ral es man­te­ni­do al mar­gen, tra­zan­do un pro­ce­so de inves­ti­ga­ción com­ple­jo, lleno de inte­rro­gan­tes y de acon­te­ci­mien­tos, de pis­tas esbo­za­das y segui­das duran­te este tra­ba­jo de docu­men­ta­ción.

Este espec­tácu­lo plan­tea a la vez la cues­tión del archi­vo y las fuen­tes, com­par­tien­do par­te de los docu­men­tos reco­gi­dos e insu­flan­do así una nue­va dimen­sión a ese mate­rial. Hallaz­gos ines­pe­ra­dos, reco­gi­dos a lo lar­go de un camino dra­ma­túr­gi­co rico que se arti­cu­la en direc­ción de una memo­ria colec­ti­va emo­cio­nan­te. Las crea­cio­nes de Olga de Soto osci­lan entre el estu­dio de la memo­ria per­cep­ti­va, la inves­ti­ga­ción docu­men­tal de la his­to­ria de la dan­za a tra­vés de diver­sas fuen­tes y el estu­dio de la memo­ria cor­po­ral.

Una intro­duc­ción lle­ga a Valen­cia tras haber sido pre­sen­ta­da en el Tea­tro Cen­tral en Sevi­lla, en la Sala Hiroshi­ma en Bar­ce­lo­na y en Tea­tros del Canal en Madrid la tem­po­ra­da pasa­da. Esta per­for­man­ce docu­men­tal fue estre­na­da en el Fes­ti­val Tanz Im August, en Ber­lín, en 2010, y des­de enton­ces ha sido tra­du­ci­da a nue­ve idio­mas y repre­sen­ta­da en Ale­ma­nia, Bél­gi­ca, Fran­cia, Holan­da, Espa­ña, Por­tu­gal, Aus­tria, Polo­nia, Bra­sil, Fin­lan­dia, Sue­cia, Repú­bli­ca Che­ca, Ita­lia, Méxi­co y Chi­le, en dis­tin­tos tea­tros y fes­ti­va­les.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia