El restaurante cumple una década desde su apertura como vermutería hasta su traslado hasta la Avenida Germanías, 21.
Vermúdez ha cumplido diez años y lo ha celebrado por todo lo alto. El restaurante, ubicado en el valenciano barrio de Ruzafa, reunió ayer miércoles, 26 de noviembre, a más de 250 personas entre compañeros de la prensa, proveedores, vecinos del barrio y amigos del sector para conmemorar una década de vermut, buen ambiente y consolidación en Valencia. La ocasión merecía poner en valor los diez platos más icónicos que han hecho popular al restaurante, desde el torrezno de pulpo a la tarta de queso, actuando de cabezas de cartel en esta original fiesta de aniversario, que se inspironen los festivales de música. Durante el Vermúdez Fest, los platos fueron saliendo al escenario en diferentes horarios, relatando la historia de la casa.
El festival empezó a las 20 horas, cómo no, con un vermut casero y una gilda para abrir boca. Como teloneros, subieron al escenario el jamón ibérico, la ensaladilla rusa y las patatas bravas. Pero la fiesta en Vermúdez tan solo acababa de comenzar. Sobre las 22 horas hizo acto de presencia en el escenario la estrella de la noche, que regresó al restaurante tan solo un día y dejó boquiabiertos a los asistentes: hablamos del torrezno de pulpo, uno de los bocados más icónicos de la trayectoria del establecimiento. Tras él, llegó el atún rojo picante con huevos y patatas y, seguidamente, actuó el canelón de vaca madurada y trufa blanca. El broche final al Vermúdez Fest lo puso la espectacular tarta de queso semilíquida, que se lució y permitió un cameo con el gin tonic en Bambalino.
Diez años de consolidación en Valencia
Todo empezó en la esquina de la calle Sueca con Denia, gracias a una taberna de antaño en la que el vermut y las raciones actuaban de atractivos. En el primer local, el Bar Vermúdez, se imponía la improvisación y la barra, aspecto este último que, sin duda, fue muy característico y diferencial, y consiguió aglutinar el cariño del barrio. Como explica Raúl Sánchez Aguirre, socio y chef ejecutivo de Vermúdez, “la idea surgió de algunos encuentros en Barcelona, donde sí se lleva más el vermut y el aperitivo. Nos juntamos un grupo de personas y quisimos traer esta idea a Valencia con nuestro propio estilo. Y del vermut,la palabra Vermúdez”.
Raúl Sánchez también es chef ejecutivo en los prestigiosos restaurantes madrileños Tramo y Mo de Movimiento. Esto ha permitido elevar algunas de las propuestas más informales que encontramos en la cocina de Vermúdez, como el canelón de vaca madurada y trufa blanca que tanto gusta a los comensales. Si bien son varios los socios que se encuentran detrás del proyecto, fue el mismo Raúl quien actuó como portavoz del restaurante en el día de ayer, y más tarde se unió al dúo flamenco formado por Adrián Benítez y Javier Salazar, sorprendiendo así a todos los invitados. Uno de los motivos más emotios de la noche se produjo cuando se arrancó a cantar la popular 19 días y 500 noches, de Sabina.
Fue en 2023 cuando los socios de la taberna quisieron dar el salto para acoger a más comensales de forma diaria. Con este objetivo, nació y se reinventó lo que a día de hoy es el restaurante Vermúdez, donde la carta y el espacio son mucho más amplios. En relación a esto, Sánchez comenta que el restaurante “ha ido evolucionando en función de lo que demandaba el cliente y también el momento. Por ejemplo, en la pandemia tuvimos que eliminar el servicio en barra por las restricciones de separación”. Con todo, desde su ampliación en la Gran Vía Germanías, 21, el restaurante no ha perdido su esencia. Continúa ofreciendo tapas y raciones como en su origen, aunque con una oferta en carta más variada y diferente.
El traslado a la ubicación actual, donde antiguamente se ubicó el Mercado de San Valero, permite acoger a 200 comensales en un mismo servicio. También se pueden ofrecer diferentes tipos de servicio a gusto del cliente. Hay una sala principal, la más grande, en la que se integra la barra y la cocina abierta, con un mural firmado por AKA Mr. Simon que nos devuelve a la taberna de los inicios.
Bambalino
Lo que comenzó como zona de coctelería se ha convertido en un espacio pensado para disfrutar de otro modo, con un claro enfoque a las comidas y cenas de amigos que quieran complementar su visita con una copa. Además, en Bambalino se diferencian, a su vez, cuatro espacios privados, como si se trataran de palcos de un teatro clásico: Fashioned, Margarita, Dry Martini y Negroni. Vermúdez abre de martes a sábado para dar servicios de comidas (de 13h a 16h) y de cenas (de 19h a 23:30h); los lunes, también para cenas. Durante las próximas semanas navideñas, el restaurante también ofrecerá servicio los domingos.
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