Sección mensual con una mirada distinta a la lectura.
Por: Soledad P. Cocheteux
Son numerosos los eventos literarios recientes y, por ende, las polémicas que han surgido a su alrededor: Escritores, académicos, influencers…
Todo el mundo tiene una opinión sobre la literatura, la cultura y la lectura y su producción, su calidad, su temporalidad y su relevancia.
Yo, que leo compulsivamente, no puedo evitar añadir a la lista de libros que quiero leer al menos dos a la semana, y dadas estas cifras, en lo que sí podemos estar todos de acuerdo es que se editan más libros que nunca, lo cual parece ser un síntoma de que se lee más que nunca.
No sólo las cifras de producción literaria del país nos llaman la atención sobre el aumento de lectores, también el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España que se publicó a principios de año avala esta afirmación, se lee más que nunca.
Leen los jóvenes, leen los niños y leemos todos, por eso nos produjo gran asombro, hace aproximadamente un mes, que cierta ‘influencer’ cargó contra los lectores para defenderse de un comentario sobre uno de sus vídeos, y como siempre sucede, nuestro país se dividió en partidarios y detractores de sus palabras, e innumerables voces conocidas y anónimas dieron su opinión sobre esta polémica.
No quiero ser menos y aprovecho el tirón mediático que ha tenido esta controversia (y otras tantas recientes) sobre la lectura para posicionarme y recomendaros que leáis.
Ante la duda, leer siempre es una buena idea.
Es probable que leer no nos haga mejores personas pero la lista de beneficios que se derivan de la lectura es inabarcable. Mejora nuestro vocabulario, nuestra comprensión lectora y del mundo y en palabras de la novelista Jean Rhys “La lectura a todos nos hace inmigrantes. Nos lleva lejos de casa… pero lo más importante es que nos encuentra hogares en todas partes” y encontrar un hogar en cualquier parte nos ayuda, además, a ver el mundo con otros ojos, a ser más empáticos a entendernos mejor como individuos y en sociedad y nos enseña a no repetir los errores del pasado.
Hay un libro para cada lector y un lector para cada libro, y en estos tiempos de superproducción literaria estoy segura de que todo el mundo, escritores y lectores, puede encontrar su media naranja.
Por eso os traigo algunas recomendaciones para ver si os pica el gusanillo y podemos considerarnos todos lectores para el próximo barómetro:
Si hay alguien que piensa que los libros son aburridos, El cazador de libros es la novela por la que debe comenzar su andadura lectora, porque Alberto Caliani construye en ella un thriller al más puro estilo cinematográfico.

Para Beatriz Martínez su papel de joven filóloga que prepara una tesis sobre Cervantes es una tapadera para ganarse el afecto de los trabajadores de la Biblioteca Nacional, poder circular libremente y acceder a la Cámara Carmesí, una cámara secreta enterrada en lo más profundo del edificio que alberga un documento oculto que debe robar.
Lo que Beatriz no sabe es que la hermandad de los Buchjäger protege la cámara y su contenido y enviarán a su cazador más letal a recuperar el documento robado, y ella se verá inmersa en un juego de agentes fuera de la ley y reglas desconocidas en las que todo vale para proteger los libros.
¿Quién dice que la cultura y la acción están reñidas? Seguro que después de leer esta novela estás deseando que hagan la película, o la serie, o ¿por qué no? que te llegue una invitación para unirte a la hermandad de cazadores de libros, que el gusto por el peligro no está reñido con el espíritu de ratón de biblioteca.
Si por el contrario, más que de acción eres de los que no puede dejar de lado una buena intriga, la siguiente recomendación es para ti porque hay veces que los secretos nos persiguen y un misterio desvela otro que ha permanecido oculto durante mucho tiempo.

A Alana Calume, de profesión buhonera, la desaparición del célebre novelista chileno Gabriel Vargas Montseny veinte años antes, parece que la persigue.
Ella, que fue espectadora accidental del encuentro del escritor con la tertulia literaria a la que pertenecía su tío, revivirá cada uno de los momentos que envuelven aquel episodio cuando fallece, de manera repentina, uno de los componentes del club, lo que provoca la agitación de todos los que estuvieron presentes aquella noche.
En su afán por recomponer qué pasó, Alana buscará en los recuerdos y silencios de los miembros de El club de la niebla, el rastro de Vargas Montseny, que se perdió una madrugada por las calles de Oviedo, pero no deja devolver a su vida en forma de citas literarias, objetos y recuerdos que la asaltan.
Leticia Sánchez, es escritora, periodista y librera y a través de su vocación por la cultura, nos habla en esta novela de libros perdidos, escritores perdidos y recuerdos escondidos, así como del amor por los detalles, los pequeños objetos y las tertulias literarias que viven en los cafés de las ciudades.
Puede ser que seas amante de la historia y si hablamos de cultura y de ciudades, entonces es obligatorio sumergirse en Misterio en el barrio gótico de Sergio Vila-Sanjuán, y es que recorrer Barcelona es siempre una delicia, aunque sea a través de las páginas escritas de una novela.
El Premio de Novela Fernando Lara 2025 tiene muchas capas que, unidas, nos llevan a recorrer las calles del barrio gótico a lo largo de diferentes épocas siguiendo los pasos de su protagonista, Víctor Balmoral, un periodista próximo a la jubilación.

A través de los ojos de Víctor veremos una ciudad antigua que nos habla de reliquias robadas, personajes históricos y edificios antiguos, mientras se superpone la imagen de una ciudad moderna, con demasiada afluencia de turistas y que maquilla su historia y falsifica su pasado para atraer aún más negocio. Así observamos como la novela realiza una crítica a la pérdida de la esencia de la ciudad en pos del enriquecimiento, mientras acompañamos a su protagonista tras los pasos de una antigua conocida, desaparecida hace décadas.
Por último os traigo una novela que casi podría definir como nostálgica, porque leerla transporta a la adolescencia, a momentos clave del tránsito a la madurez. Alberto Gómez Vaquero nos lleva a los años 90 en Cuando el río vuelva y para contarnos la historia de un adolescente, que no termina de encajar, y su camino, a veces tortuoso, hacia la vida adulta a lo largo de unos cursos escolares marcados por la presencia de un nuevo profesor de literatura.

El descubrimiento del amor, del sexo, de los secretos que callamos en el día a día y ese momento en que cae el velo de la infancia y se empieza a ver la vida con los ojos del hombre adulto, haciendo que las imágenes se transformen y dejen de ser una realidad edulcorada. Una novela dura e intensa que nos devuelve todas las sensaciones y sentimientos, con regusto agridulce, de hacerse mayor.
Dicho todo esto y si, en el peor de los casos, consideráis que leer no os eleva el espíritu, espero que, al menos, os hayan gustado estas recomendaciones, ya que el fin último de estas letras es, siempre, despertar el amor por la lectura simplemente como entretenimiento.
Larga vida a la lectura.
El cazador de libros — Alberto Caliani
Ediciones B
608 páginas
Precio 23.65€ | eBook 8.54€
El club de la niebla — Leticia Sánchez Ruíz
Grijalbo
432 páginas
Precio 21.75€ | eBook 7.59€
Misterio en el barrio gótico — Sergio Vila-Sanjuán
Planeta
256 páginas
Precio 20.90€ | eBook 12.99€
Cuando el río vuelva — Alberto Gómez Vaquero
Carpe Noctem
192 páginas
Precio 10.40€ | eBook 8.54€
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