«Sahára», de Chema Cardeña

«Sahá­ra», de Che­ma Car­de­ña

La obra, escrita y dirigida por Chema Cardeña, podrá verse en la Sala Russafa del 12 al 15 de octubre

Tras su estreno en la Feria Inter­na­cio­nal de Tea­tro de Hues­ca, ade­más de su paso por algu­nas loca­li­da­des de Ara­gón y Extre­ma­du­ra, del 12 al 15 de octu­bre por fin se pre­sen­ta en la Comu­ni­dad Valen­cia­na Sáha­ra, la nue­va copro­duc­ción de la com­pa­ñía Arden, impul­so­ra de Sala Rus­sa­fa. Un tra­ba­jo desa­rro­lla­do a tres ban­das, en cola­bo­ra­ción con Pro­duc­cio­nes Incons­tan­tes (Madrid) y Tran­vía Tea­tro (Zara­go­za). El pre­cio de la entra­da es 16 euros (Anti­ci­pa­da: 14 euros)

Sáha­ra es un tex­to escri­to y diri­gi­do por Che­ma Car­de­ña que, a tra­vés de la peque­ña his­to­ria de un gru­po en ple­na tra­ve­sía del desier­to, recrea el con­flic­to inter­na­cio­nal de la ocu­pa­ción por Marrue­cos de la que fue­ra anti­gua pro­vin­cia espa­ño­la, toda­vía en lucha para recu­pe­rar su sobe­ra­nía.

«Tenía­mos mucha ilu­sión por poner un pro­yec­to en mar­cha que nos per­mi­tie­ra tra­ba­jar con com­pa­ñías de dife­ren­tes comu­ni­da­des autó­no­mas, de otras esce­nas. Al final, es una mane­ra de rom­per con las diná­mi­cas pre­es­ta­ble­ci­das, de obli­gar­te a salir de tu zona de con­fort y de apren­der luchan­do codo a codo con otros pro­fe­sio­na­les para poner en pie un mon­ta­je», expli­can des­de la for­ma­ción valen­cia­na.

Com­bi­nan­do equi­pos de las tres copro­duc­to­ras, nace un equi­po de dife­ren­tes pro­ce­den­cias. El elen­co está com­pues­to por Jor­ge Muñoz, que lle­ga des­de Madrid, y Cris­ti­na Yáñez, que vie­ne de Zara­go­za, a los que se unen des­de Valen­cia José Zamit, Juan Car­los Garés e Iria Már­quez. Jun­tos inter­pre­tan al con­voy que par­te de Tin­duf. Está for­ma­do por un mili­ciano saha­raui que trans­por­ta a un pri­sio­ne­ro del ejér­ci­to marro­quí para hacer un inter­cam­bio. Le acom­pa­ñan una coope­ran­te espa­ño­la y un padre anciano con su hija, ambos dis­pues­tos a todo por regre­sar a su lugar de ori­gen.


«Me intere­sa­ba mucho que la peque­ña his­to­ria que el espec­ta­dor ve sobre el esce­na­rio estu­vie­ra repre­sen­tan­do las dife­ren­tes pos­tu­ras de un con­flic­to en el que hay muchos intere­ses. Se mues­tra la visión de los marro­quíes y saha­rauis, pero tam­bién espa­ño­la y la de enti­da­des inter­na­cio­na­les como la ONU», expli­ca Car­de­ña, cuyos recien­tes mon­ta­jes de la Tri­lo­gía de la memo­ria —com­pues­ta por Sha­kes­pea­re en Ber­lín, La inva­sión de los bár­ba­ros y El per­fu­me del tiem­po— hacían un dibu­jo de situa­cio­nes polí­ti­cas y socia­les que, ade­más de mar­car la his­to­ria del siglo XX, tuvie­ron una inci­den­cia en la vida dia­ria de las per­so­nas. 

En todos ellos y tam­bién en este nue­vo espec­tácu­lo, Car­de­ña ha opta­do por desa­rro­llar la dra­ma­tur­gia en tono de thri­ller dra­má­ti­co, desa­fian­do al espec­ta­dor a des­cu­brir los mis­te­rios de un ase­si­na­to del que se van des­ve­lan­do peque­ños deta­lles.

El elen­co de «Sahá­ra», duran­te una repre­sen­ta­ción.

Un conflicto olvidado

La esce­no­gra­fía y ves­tua­rio, fir­ma­dos por Sil­via de Mar­ta (Madrid), tras­la­dan al públi­co a las dunas, el vien­to y el sol abra­sa­dor del desier­to. Se tras­lu­ce su dure­za, pero tam­bién su belle­za, a la que con­tri­bu­ye la ilu­mi­na­ción de Pablo Fer­nán­dez (Valen­cia), capaz de recrear las nubes de calor y los dife­ren­tes ambien­tes de las lar­gas jor­na­das sobre la are­na. Miguel Ángel Remi­ro (Zara­go­za) apor­ta el espa­cio sono­ro y la músi­ca ori­gi­nal de esta obra que se apo­ya en los audio­vi­sua­les fil­ma­dos por Fede­ri­co Cara­du­je (Valen­cia).

A tra­vés del via­je físi­co y moral que viven los per­so­na­jes, la obra invi­ta a poner­se en la mira­da de los dis­tin­tos agen­tes que inter­vie­nen en este con­flic­to. Y a des­cu­brir pasa­jes poco cono­ci­dos de la his­to­ria recien­te del Sáha­ra, de la inva­sión sufri­da hace aho­ra cin­co déca­das y de cómo su pobla­ción se ha orga­ni­za­do para man­te­ner viva una lucha que cada vez más ins­ti­tu­cio­nes apues­tan por ente­rrar bajo la are­na.    

«Habla­mos de Sáha­ra pen­san­do en el desier­to, pero tam­bién es la patria de mucha gen­te que tuvo que aban­do­nar­lo todo hace cin­cuen­ta años y salir de sus casas. Aho­ra sobre­vi­ven cam­pos de refu­gia­dos don­de no tie­nen prác­ti­ca­men­te nada. Y los que se que­da­ron en el terri­to­rio ocu­pa­do, pade­cen el con­trol y la repre­sión marro­quí. Es un pro­ble­ma que ha ido per­dien­do aten­ción polí­ti­ca y mediá­ti­ca con el paso del tiem­po. Y ya se sabe que lo que no se dice, no exis­te», expli­ca Care­de­ña. Para él, este espec­tácu­lo es «nues­tra peque­ña con­tri­bu­ción para recor­dar uno de los tan­tí­si­mos con­flic­tos sin resol­ver que deri­van del anti­guo colo­nia­lis­mo euro­peo».

Car­de­ña no tie­ne mie­do a la eti­que­ta de tea­tro social: «las artes escé­ni­cas tam­bién están para hacer refle­xio­nar, cla­ro que sí. Pero al final el públi­co es quien tie­ne la últi­ma pala­bra y quien for­ma­rá su opi­nión».  A la hora conec­tar con él, el dra­ma­tur­go y direc­tor abor­da el con­flic­to del Sáha­ra des­de lo humano, a tra­vés de las situa­cio­nes coti­dia­nas a las que se enfren­tan per­so­na­jes anó­ni­mos, que repre­sen­tan a la gen­te de pie.

»El len­gua­je polí­ti­co y diplo­má­ti­co ya se usa en otros ámbi­tos y no estoy segu­ro de que sir­va de mucho. Pero si los pro­ta­go­nis­tas hablan en pri­me­ra per­so­na, si cuen­tan cómo están vivien­do ellos la ocu­pa­ción, es mucho más fácil acer­car­la a los espec­ta­do­res», refle­xio­na el autor y direc­tor de Sáha­ra.

Con el pro­pó­si­to de pro­fun­di­zar en el tema, el día 13 de octu­bre Sala Rus­sa­fa ha orga­ni­za­do una sesión de Vier­nes Fórum titu­la­da Sáha­ra, un con­fic­to ente­rra­do. Al aca­bar la fun­ción, el públi­co podrá dis­fru­tar de un colo­quio con el equi­po artís­ti­co y dos invi­ta­das que lo cono­cen muy de cer­ca. En repre­sen­ta­ción de Zem­mur Aso­cia­ción Saha­raui Valen­cia par­ti­ci­pa­rá Jadu Daf Bahia, enfer­me­ra afin­ca­da en Espa­ña pero que visi­ta perió­di­ca­men­te los cam­pos de los que su fami­lia emi­gró para aten­der a los refu­gia­dos. Por su par­te, Lour­des Cres­po expon­drá la visión tan­to de los coope­ran­tes como de las fami­lias de aco­gi­da del pro­gra­ma Vera­nos en Paz gra­cias a la labor que rea­li­za como encar­ga­da del área polí­ti­ca en la ONG Movi­mien­to Valen­ciano con el Pue­blo Saha­raui.

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