El equi­po de cui­da­do­res de Bio­parc Valen­cia, un año más, ha que­ri­do con­me­mo­rar el sép­ti­mo ani­ver­sa­rio de Ebo como un día muy espe­cial para la con­ser­va­ción de los gori­las. La ale­gría era evi­den­te, pues Ebo fue el pri­mer gori­la que nació en la Comu­ni­dad Valen­cia­na y lo hizo den­tro del impor­tan­te pro­gra­ma inter­na­cio­nal de con­ser­va­ción exsi­tu de esta espe­cie en el que par­ti­ci­pa muy acti­va­men­te Bio­parc Valen­cia. Des­de enton­ces se ha con­ver­ti­do, tan­to para el equi­po de Bio­parc como para todos los valen­cia­nos, en un icono de espe­ran­za para las espe­cies en gra­ve peli­gro de extin­ción. El tra­ba­jo del par­que valen­ciano ha segui­do dan­do sus fru­tos estos años, con­vir­tién­do­se en cen­tro de refe­ren­cia en la repro­duc­ción de gori­las.

Para la cele­bra­ción se ha modi­fi­ca­do el pro­to­co­lo habi­tual de enri­que­ci­mien­to ambien­tal para sor­pren­der a la fami­lia de gori­las y a los visi­tan­tes de Bio­parc, quie­nes han encon­tra­do un recin­to ador­na­do con color y sor­pre­sas que han hecho las deli­cias de los cua­tro peque­ños gori­las “valen­cia­nos”: Ebo que hoy cum­ple sie­te años, Virun­ga de tres, Pepe de año y ocho meses y el peque­ño Félix de seis meses. Todo ello bajo la aten­ta mira­da de sus pro­ge­ni­to­res Mam­bie, el macho y las hem­bras Ali, Nala­ni y Fos­sey, que tam­bién han par­ti­ci­pa­do acer­cán­do­se con curio­si­dad a las sor­pre­sas, paque­tes rega­lo y, por supues­to, degus­tan­do la deli­cio­sa y enor­me tar­ta.

Los gori­las (Gori­lla gori­lla gori­lla) son una de las espe­cies con mayor ame­na­za de extin­ción y están cata­lo­ga­dos en “peli­gro crí­ti­co” (Cri­ti­cally Endan­ge­red) por la Unión Inter­na­cio­nal para la Con­ser­va­ción de la Natu­ra­le­za. En Bio­parc exis­te la opor­tu­ni­dad úni­ca de ver la evo­lu­ción de las crías naci­das en el par­que y obser­var el com­por­ta­mien­to de toda la fami­lia en su amplio recin­to lleno de estí­mu­los. Tam­bién en la zona con­ti­gua, se pue­de con­tem­plar a Jitu y Kabu­li, dos impo­nen­tes gori­las, en una típi­ca estruc­tu­ra de “machos sol­te­ros”. En con­jun­to es como con­tem­plar un docu­men­tal en direc­to, tal y como se pre­ten­de des­de Bio­parc, mos­trar la belle­za de la natu­ra­le­za para emo­cio­nar­nos y que com­pren­da­mos la nece­si­dad de pro­te­ger­la.

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