Inma Feme­nía inau­gu­ra el pró­xi­mo vier­nes 13 en Bom­bas Gens su expo­si­ción Infra­le­ve. La mues­tra, que se podrá visi­tar has­ta el pró­xi­mo mes de sep­tiem­bre, es el resul­ta­do de la inves­ti­ga­ción de la artis­ta de Pego en torno a la per­cep­ción deter­mi­na­da por los medios digi­ta­les y la expe­rien­cia resul­tan­te sobre la reali­dad físi­ca. Una per­cep­ción que modi­fi­ca la apa­rien­cia de las for­mas y que Feme­nía tra­ta de plas­mar median­te la uti­li­za­ción de dis­tin­tas super­fi­cies.

Feme­nía se apro­xi­ma a lo que se con­si­de­ran los lími­tes de lo per­cep­ti­ble, amplián­do­los has­ta ubi­car­se en su umbral y reve­lar nue­vos modos de per­cep­ción, deter­mi­na­dos por la luz de las pan­ta­llas y su refle­xión momen­tá­nea en los obje­tos. La pixe­la­ción, el dete­rio­ro y la diso­lu­ción de las imá­ge­nes en nues­tras pan­ta­llas son el eco de una reali­dad que se des­va­ne­ce y se recon­fi­gu­ra como en un tea­tro de som­bras. Este acer­ca­mien­to “digi­tal” nos retrae al con­cep­to de lo ”infra­le­ve” de Mar­cel Duchamp: momen­tos rela­cio­na­dos con el cuer­po físi­co y el espa­cio, extraí­dos de la leve­dad de la vida coti­dia­na y en los que se halla­ría la ver­da­de­ra esen­cia del arte. Momen­tos como el calor de un asien­to que se aca­ba de dejar, el soni­do del roce de los pan­ta­lo­nes al cami­nar, las cari­cias, un dibu­jo hecho con vapor de agua o con el alien­to sobre una super­fi­cie puli­da, espe­jo o vidrio.

La mues­tra, comi­sa­ria­da por Julia Cas­te­lló y Nuria Engui­ta, se enmar­ca den­tro de la línea de refle­xión en torno al impac­to de lo digi­tal en la modi­fi­ca­ción de la apa­rien­cia de las cosas. Vin­cu­la­da a espa­cios como Gale­ría Pun­to, la obra de Inma Feme­nía ha esta­do pre­sen­te de for­ma indi­vi­dual y colec­ti­va en nume­ro­sos cen­tros y museos tan­to nacio­na­les como inter­na­cio­na­les.