La banda británica que fusionó la New Wave y el post punk actuará el próximo 24 de septiembre en Repvblicca

Bautizados en su época como el ‘otro cuarteto de Liverpool’ —en alusión a los Beatles, que también nacieron en esta localidad británica— Echo & and The Bunnymen es un de esas bandas de culto que, aún hoy, siguen influyendo en la música de las nuevas generaciones. Pese a una breve trayectoria —apenas una década, algo más si incluimos el prescindible Reververation de 1990— su capacidad para maridar la New Wave y el post punk les ha garantizado un lugar destacado en la historia de la música británica.
La banda visitará el próximo 24 de septiembre (21 h.) el escenario de Repvblicca para celebrar el 40 aniversario de la publicación de su trabajo más reconocido, Ocean Rain (1984) y presentar la reedición de su enésima recopilación de grandes éxitos, Songs To Learn & Sing. El precio de la entrada es de 39.90 euros.
A la cita se presentarán dos de los tres miembros de la formación original: Ian McCulloch (voz) y Will Sergeant (guitarrista). El batería Pete de Freitas —que se unió un poco más tarde, pero fue una pieza fundamental del combo— no acudirá a la cita ya que desde que murió, en accidente de moto de 1989, lo tiene complicado para volver a actuar.
En un momento en el que el punk empezaba a pasar de moda y la New Wave — etiqueta tan amplia que incluía a The Cars, The Motels, The Go Go’s, The B-52’s, R.E.M., Devo, o The Residents— empezaba a consolidarse, tres amigos de Liverpool— MCulloch, Sergeant y el bajista Les Pattinson—, que habían tocado en varias bandas, decidieron juntarse en busca de un sonido distinto.
Al principio, utilizaban una caja de ritmo para sustituir al bajo, de ahí la leyenda que el ‘Echo’ del nombre se refiriera al eco de la máquina, algo que el tiempo desmintió. Según Sergeant, un amigo propuso nombres «como The Daz Men, Glisserol o Fan Extractors. Echo and the Bunnymen era uno de ellos. Pienso que era tan estúpido como el resto».
Con apenas un EP en el mercado (The Pictures on My Wall, 1979), el mítico locutor de la BBC John Peel les invita a su programa: La leyenda echaba a andar. Un año más tarde llega a las tiendas de discos Crocodiles (1980), con de Freitas en el bajo, que fue un éxito comercial y de crítica. Revistas como NWE dan su bendición al grupo en Gran Bretaña, mientras en EEUU lo hacen son Rolling Stone y Creem.
Obra maestra
La recepción de sus siguientes trabajos —Heaven Up Here (1981) y Porcupine (1983)— es, si cabe, mejor. A esta época pertenecen temas como A promise, The Cutter, Over the Wall o The back of love. Pero su gran éxito, reconocido todavía hoy como el mejor de su carrera y una referencia de la época fue Ocean Rain (1984), del que ahora se celebra el 40 aniversario.
Tras el sonido de Porcupine (más experimental y electrónico), con Ocean Rain, un albúm inspirado en el poeta William Blake, vuelven a sus orígenes de la banda, pero a la vez con un sonido totalmente renovado. El disco fue producido por McCulloch y Sergeant, que decidieron apostar por una textura totalmente novedosa y en él se encuentran joyas como The Killing Moon o Seven Seas.
Para la grabación, que tuvo lugar en Les Studios des Dames y Studio Davout de París, se contó con una orquesta de una orquesta de 35 músicos. Además, se introducen nuevos instrumentos como el chelo, el violonchelo o el piano. El resultado son canciones tan perfectas como las ya citadas o My Kingdom, en la que el solo de guitarra se hace con una guitarra acústica distorsionada a través de un radio de válvulas. Sin duda, una auténtica obra de orfebrería.

Caída y resurección
Paradójicamente, Ocean Rain marca el principio del fin de Echo & The Bunnymen. Los problemas mentales y de consumo de droga de Pete de Freitas le llevan a abandonar el grupo y no aparece un sustituto a su altura para la gira americana. También hay cambio de productor —Gil Norton— y Warner pide un siguiente álbum más comercial.
El resultado es Echo & The Bunnymen, llega a las tiendas en 1987, en un momento en el que la banda ha conseguido abrirse a un público más amplio gracias a que algunos de sus temas forman parte de bandas sonoras de películas como La chica de rosa (una comedia para adolescentes de John Hughes que vio la luz en 1986) o la mítica Jóvenes ocultos (Joe Schumacher, 1987). Nunca el grupo vendió tanto y nunca sus miembros quedaron tan descontentos con el resultado. Resultado McCulloch decide dejar la banda y el intento de sus compañeros de seguir si él (Reververations, 1990) se salda con un fracaso.
En 1997, con Electrification la banda vuelve a la carga. Una segunda época con siete discos más que dan la talla, en la banda se mantiene en forma y con suficiente dignidad. Se permiten incluso curiosidades como The Stars, the Oceans & the Moon (una revisión orquestal de viejos temas y alguno nuevo).
En septiembre de 2023, anuncian una minigira de cuatro fechas para celebrar el 40 aniversario de Ocean Rain con la Liverpool Philharmonic. La recepción es tan bueno que deciden lanzarse a una nueva gira internacional, que es la que ahora llega a Valencia.