El 44,5% de las empresas culturales españolas se han visto obligadas a realizar un ERTE para afrontar la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. En el 24% de las empresas culturales consultadas el ERTE afectó a la totalidad de su plantilla y en un 10,7% a más de la mitad de sus trabajadores. Estos son algunos de los datos recogidos en la encuesta que la Fundación Contemporánea ha realizado con carácter de urgencia entre representantes del sector para conocer el impacto de la actual crisis sanitaria y estado de alarma, así como sus consecuencias posteriores.
Por el momento, el impacto de la pandemia sobre los trabajadores del sector cultural público ha sido más limitado. Así, en el 89,4% de los casos no ha tenido ningún efecto sobre el empleo. Aun así, en un 3,3% de estas entidades se han visto obligadas a aplicar un ERTE a todos sus trabajadores y un 2,8% a más de la mitad de la plantilla.
Y es que para el conjunto de las organizaciones públicas y privadas la pandemia y el estado de alarma ha tenido una fuerte incidencia. En concreto, un 23,4% de han visto obligadas a suspender por completo toda su actividad y un 66,7% han podido continuar con teletrabajo, limitaciones y menos actividad. Solo un 4,7% han seguido trabajando como siempre, aunque con menos actividad, un 1,9% lo han hecho con total normalidad e, incluso, un 3,2% han tenido más trabajo que el habitual.
Un 11,5% de las empresas dan por perdidos todos sus ingresos de este año y un 34,4% consideran que caerán en más de la mitad
Esta situación generará un importante impacto económico en el tejido cultural. De hecho, un 11,5% de las empresas privadas y un 1,2% de las públicas prevén una pérdida de la totalidad de los ingresos previstos este año, y un 34,4% de las privadas y un 20,1% de las públicas estiman que esas pérdidas superarán el 50% de sus expectativas económicas. Solo un 9,7% de las empresas privadas consultas considera que la crisis no tendrá efectos en su presupuesto, porcentaje que en el ámbito público se eleva al 32%.
Esto es consecuencia de que en un 64,5% de los casos las entidades se han visto obligadas a suspender actividades perdiendo todos esos ingresos previstos. Ha ello se añade un 67,6% que han pospuesto parte de esa programación y confían recuperar ingresos a lo largo del año. Por el contrario a un 6,8% la crisis sanitaria les ha permitido programar actividad nueva y obtener ingresos no previstos.
El panorama que está dejando provoca gran incertidumbre de cara al futuro. De hecho, un 27,6% de las empresas privadas y un 16% de las públicas se encuentran en serio riesgo para poder continuar con su actividad cuando la situación se normalice si no reciben ayudas. A estos se suma un 33% de las privadas y un 22,2% de las públicas que consideran que la crisis les obligará a afrontar ajustes de plantillas y de gastos para afrontar las pérdidas. El endeudamiento será la alternativa para el 21,3% del sector privado y el 7,4% del público. En el otro extremo se encuentra un 61,7% de las entidades públicas y un 39,8% de las privadas que cuentan con recursos suficientes para afrontar la crisis.
El 30,6% de los representantes del sector considera que la cultura perderá peso en la sociedad después de la crisis del coronavirus
Sin embargo, esa vuelta a la normalidad no se prevé cercana. Así, para el 47,1% de las entidades culturales esa situación no se alcanzará hasta el último trimestre del año. Un 30,7% se muestra más pesimista y considera que la normalización no se producirá hasta el año que viene.
Esto hace temer incluso por el futuro de su actividad. De hecho, el 74,8% de las organizaciones culturales no descartan que la situación pueda abocarlas al cierre. Un riesgo que es elevado o muy elevado para el 26,7% de las empresas privadas y el 6,7% de las públicas.
Esta negra perspectiva también se proyecta sobre el peso de la cultura en la sociedad después de la crisis. En este sentido, un 30,6% de los encuestados considera que la cultura perderá peso en la sociedad una vez pasada la crisis. Por todo ello existe unanimidad en reclamar la intervención de la administración pública para afrontar la difícil situación que vive el sector cultural español.
Para la elaboración de este informe, la Fundación Contemporánea consultó a 476 representantes del mundo de la cultura entre los que se encontraban escritores, artistas, directores y actores, músicos, arquitectos y creadores de todos los campos; responsables de fundaciones, directores de museos, centros e instituciones culturales; editores, productores, promotores, galeristas y responsables de industrias culturales; comisarios de exposiciones, gestores culturales y profesionales del sector, así como responsables de áreas e instituciones culturales de la administración pública central, autonómica y municipal. La consulta se realizó los pasados días 22 y 23 de abril.
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