Se han hecho muy vira­les en las últi­mas horas varios con­te­ni­dos que men­cio­nan como supues­ta cau­sa de la COVID-19 la vacu­na de la gri­pe a par­tir de un estu­dio rea­li­za­do en Espa­ña, en el hos­pi­tal de Bar­bas­tro (Hues­ca), que supues­ta­men­te habría encon­tra­do una “inter­fe­ren­cia inmu­no­ló­gi­ca” entre uno de los com­po­nen­tes de esa vacu­na, el poli­sor­ba­to 80 y el SARS-CoV‑2. Os con­ta­mos lo que sabe­mos.

En nin­gún momen­to los auto­res del estu­dio seña­lan que la vacu­na de la gri­pe sea la cau­sa de la COVID-19.

El estu­dio exis­te pero no dice que la vacu­na de la gri­pe sea la cau­sa de la COVID-19. Ade­más, su cali­dad cien­tí­fi­ca es dudo­sa, es muy peque­ño como para sacar con­clu­sio­nes sóli­das y aun no ha sido revi­sa­do para su publi­ca­ción. Este estu­dio sin revi­sar y no publi­ca­do afir­ma que ha encon­tra­do una corre­la­ción entre ambos fac­to­res, haber reci­bi­do la vacu­na con ese com­po­nen­te y una mayor mor­ta­li­dad por COVID-19. Sin embar­go, como ya hemos expli­ca­do otra veces, corre­la­ción no impli­ca nece­sa­ria­men­te cau­sa­li­dad (dos cosas pue­den ocu­rrir jun­tas sin que una sea la cau­sa de la otra).

El estudio existe pero no dice que la vacuna de la gripe sea la causa de la COVID-19

Como deci­mos, el estu­dio exis­te y pue­de encon­trar­se aquí. Aun­que ya está dis­po­ni­ble para su con­sul­ta, aun no ha sido publi­ca­do en una revis­ta cien­tí­fi­ca ni ha pasa­do la con­si­guien­te revi­sión pre­via a esa publi­ca­ción. Es por tan­to lo que lla­ma­mos un pre­print, de los que ya os hemos habla­do aquí. Esta fal­ta de revi­sión pre­via no inva­li­da nece­sa­ria­men­te sus con­clu­sio­nes, pero sí hace nece­sa­rio tomar­las con mucha cau­te­la.

Esta reco­gi­da de datos fue rea­li­za­da por tres médi­cos del hos­pi­tal de Bar­bas­tro, en Hues­ca. En ella se ana­li­zan los 45 falle­ci­mien­tos por COVID-19 que ha habi­do en ese área hos­pi­ta­la­ria y en una resi­den­cia de ancia­nos de la mis­ma zona. De los 20 falle­ci­dos en el hos­pi­tal, 17 habían sido vacu­na­dos con­tra la gri­pe; y de los 25 que murie­ron en la resi­den­cia, 24 habían reci­bi­do la mis­ma vacu­na. Los resul­ta­dos resul­ta­ron lla­ma­ti­vos para los auto­res por­que el por­cen­ta­je de vacu­na­dos entre las víc­ti­mas es mayor que el por­cen­ta­je de vacu­na­dos entre la pobla­ción gene­ral.

En decla­ra­cio­nes a El Con­fi­den­cial, Juan Fran­cis­co Gas­tón Aña­ños, Jefe de Sec­ción de Far­ma­cia Hos­pi­ta­la­ria del hos­pi­tal de Bar­bas­tro y uno de los auto­res del estu­dio, expli­ca que “Nos pusi­mos a inves­ti­gar y vimos que había un com­po­nen­te en las vacu­nas para mayo­res de 65 que no esta­ba en, por ejem­plo, las que nos dan a los sani­ta­rios, que era el Poli­sor­ba­to 80, y que este ya había dado pro­ble­mas con otras enfer­me­da­des”. Y aña­de: “Si miras, en el artícu­lo en nin­gún momen­to habla­mos de que sea malo vacu­nar­se, que se esté ocul­tan­do algo o que haya una tra­ma detrás. Solo seña­la­mos que un com­po­nen­te de una de las vacu­nas anti­gri­pa­les que se ponen a los mayo­res de 65 años, el Poli­sor­ba­to 80, pue­de estar empeo­ran­do el pro­nós­ti­co de los pacien­tes y argu­men­ta­mos por qué cree­mos que pue­de ser así”.

Un texto científico de baja calidad

Jor­ge Carri­llo, vocal de la Socie­dad Espa­ño­la de Inmu­no­lo­gía, expli­ca a Mal­di­ta Cien­cia que, una vez revi­sa­do el docu­men­to, lo con­si­de­ra “un tex­to cien­tí­fi­co de baja cali­dad. Tan solo plan­tean una hipó­te­sis que no está bien sus­ten­ta­da por los pocos datos que apor­tan”.

Según el aná­li­sis de Carri­llo, el estu­dio está lleno de impre­ci­sio­nes y de fal­ta de rigor cien­tí­fi­co: “Fal­ta el aná­li­sis esta­dís­ti­co de los datos, los cri­te­rios de selec­ción de gru­pos de estu­dio, fal­ta la refe­ren­cia al comi­té de éti­ca que ha revi­sa­do el estu­dio y ha auto­ri­za­do que se usen los datos de los pacien­tes, es espe­cu­la­ti­vo, no apor­ta nin­gún dato expe­ri­men­tal que mues­tre la peli­gro­si­dad del poly­sor­ba­to 80, etc. Los datos apor­ta­dos no sus­ten­tan las con­clu­sio­nes. Ni tan siquie­ra se mues­tra un aná­li­sis de aso­cia­ción de varia­bles. La biblio­gra­fía usa­da es cla­ra­men­te defec­tuo­sa. Ape­nas hay un par de citas a tex­tos cien­tí­fi­cos”.

Ante la pre­gun­ta de si exis­te una inter­fe­ren­cia entre la vacu­na de la gri­pe y el virus SARS-CoV‑2, Carri­llo res­pon­de que “esto no está repor­ta­do ni demos­tra­do”. En cien­cia, seña­la, no se pue­de ser tajan­te has­ta que no se haya hecho la inves­ti­ga­ción per­ti­nen­te y “esta inves­ti­ga­ción está muy lejos de arro­jar luz sobre este tema”.

La Socie­dad Espa­ño­la de Micro­bio­lo­gía (SEM) con­si­de­ra que el artícu­lo care­ce de cre­di­bi­li­dad des­de el pun­to de vis­ta cien­tí­fi­co al no haber pasa­do una revi­sión por pares. Ade­más, según expli­ca a Mal­di­ta Cien­cia, el docu­men­to “tie­ne erro­res inacep­ta­bles des­de el pun­to de vis­ta cien­tí­fi­co, como con­fun­dir el diag­nós­ti­co de PCR con “cepas” del virus, que lla­man (+) y (-)”.

A esto se suma que el estu­dio, según la SEM, está suje­to a múl­ti­ples ses­gos y “en cien­cia, es inacep­ta­ble hacer jui­cios a prio­ri”. La Socie­dad Espa­ño­la de Micro­bio­lo­gía pone como ejem­plo esta fra­se que se inclu­ye en el resu­men: “Se apre­cia un apa­ren­te exce­so de con­fian­za en la segu­ri­dad de las vacu­nas, muy ale­ja­do del prin­ci­pio de pru­den­cia”. Para la SEM, se tra­ta de “una decla­ra­ción de prin­ci­pios que aten­ta con­tra la cre­di­bi­li­dad de la Agen­cia Euro­pea del Medi­ca­men­to y la comu­ni­dad cien­tí­fi­ca en gene­ral”. *

Qué es el polisorbato 80 y cómo funciona en la vacuna de la gripe

El Poli­sor­ba­to 80 se agre­ga en algu­nas vacu­nas, como la ana­li­za­da en esta inves­ti­ga­ción, como adyu­van­te por­que ayu­da a que ésta se man­ten­ga en con­di­cio­nes ópti­mas has­ta que se apli­ca. Tam­bién se uti­li­za como adi­ti­vo ali­men­ta­rio. Es un emul­sio­nan­te, lo que sig­ni­fi­ca­que actúa man­te­nien­do mez­cla­das sus­tan­cias que, en otras con­di­cio­nes, se sepa­ra­rían.

Como ya os expli­ca­mos aquí, los com­po­nen­tes de las vacu­nas no son secre­tos y se uti­li­zan en dosis muy por deba­jo de lo que se con­si­de­ra segu­ro. “Todos los com­po­nen­tes de las vacu­nas, y de todos los medi­ca­men­tos en gene­ral, están suje­tos a estric­tos con­tro­les de segu­ri­dad. En el caso del poly­sor­ba­to 80, se ha demos­tra­do que es muy segu­ro a las dosis que se admi­nis­tran”, aña­de Carri­llo.

La Socie­dad Espa­ño­la de Micro­bio­lo­gía sos­tie­ne que la hipó­te­sis de que el poli­sor­ba­to admi­nis­tra­do meses antes pue­da con­di­cio­nar la res­pues­ta infla­ma­to­ria en pacien­tes “no se sos­tie­ne”. “En el docu­men­to, más allá de datos de corre­la­ción no sig­ni­fi­ca­ti­vos, no se apor­ta infor­ma­ción con­vin­cen­te de que pue­da tener tal efec­to”, con­clu­ye. *

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