La Cáte­dra de Estu­dios Artís­ti­cos del IVAM ofre­ce una con­fe­ren­cia del filó­so­fo y pro­fe­sor de la Uni­ver­si­dad de Milán, Fran­co Berar­di, sobre el Ori­gen esté­ti­co del colap­so éti­co con­tem­po­rá­neo. El filó­so­fo ita­liano impar­ti­rá su char­la este jue­ves a las 19 horas, en el audi­to­rio Car­men Alborch.

Des­pués de haber publi­ca­do Feno­me­no­lo­gía del fin (2017), Fran­co Berar­di abor­da el tema del fin, o de la extin­ción, como un tema cen­tral en el dis­cur­so públi­co, sobre todo de la gene­ra­ción naci­da en el nue­vo mile­nio. Bifo, seu­dó­ni­mo con el que tam­bién se cono­ce al pen­sa­dor ita­liano, se enfren­ta en sus obras a temas como el caos cog­ni­ti­vo o la impo­ten­cia de la polí­ti­ca.

Para el autor, la ace­le­ra­ción del rit­mo de la infoes­fe­ra pone el orga­nis­mo cons­cien­te en con­di­cio­nes de caos cog­ni­ti­vo “El cere­bro colec­ti­vo no pue­de ela­bo­rar de mane­ra crí­ti­ca los input de infor­ma­ción, que son al mis­mo tiem­po esti­mu­la­cio­nes neu­rop­sí­qui­cas. La facul­tad crí­ti­ca se for­ma en la esfe­ra de la comu­ni­ca­ción escri­ta, y cuan­do al secuen­cial de la escri­tu­ra le suce­de lo simul­tá­neo de la inmer­sión digi­tal la men­te aban­do­na la moda­li­dad crí­ti­ca y entra en la dimen­sión mito­ló­gi­ca” afir­ma Berar­di. Para él “la capa­ci­dad de dis­cri­mi­na­ción crí­ti­ca (verdadero/falso, bueno/malo) nece­si­ta tiem­po, nece­si­ta un entorno téc­ni­co que se incor­po­re en el sis­te­ma comu­ni­ca­cio­nal del libro. Esta capa­ci­dad des­apa­re­ció y no creo que vaya a vol­ver”.

“¿Qué ha sido la polí­ti­ca, en la épo­ca moder­na? Ha sido capa­ci­dad de dis­cri­mi­na­ción crí­ti­ca, de selec­ción, de elec­ción, de acción volun­ta­ria y cons­cien­te. Todo eso ha des­apa­re­ci­do des­de que la ace­le­ra­ción de la infoes­fe­ra ha pro­du­ci­do la dis­fun­ción de la dis­cri­mi­na­ción crí­ti­ca, y sobre todo la impo­ten­cia para influir sobre el flu­jo de los acon­te­ci­mien­tos colec­ti­vos”

Para Berar­di, la demo­cra­cia, y la polí­ti­ca en gene­ral son efi­ca­ces cuan­do la volun­tad indi­vi­dual y colec­ti­va pue­de deter­mi­nar algo deci­si­vo en la eco­no­mía, en la vida social. Lo que hemos vivi­do en las últi­mas déca­das, en la épo­ca neo­li­be­ral del capi­ta­lis­mo finan­cie­ro, es una impo­ten­cia cre­cien­te de la volun­tad y deci­sión huma­na. Según el filó­so­fo ita­liano, lo que pasó en Gre­cia en el verano de 2015 (lo que pasa a dia­rio en la rela­ción entre sis­te­ma finan­cie­ro y socie­dad) es el signo de una impo­ten­cia pro­fun­da e irre­ver­si­ble de la acción polí­ti­ca, y de la mis­ma volun­tad. “La impo­ten­cia polí­ti­ca ha pro­du­ci­do una ola de deses­pe­ra­ción que se ha vuel­to deseo de ven­gan­za – dice Berar­di — La ven­gan­za no escu­cha razo­nes. La ven­gan­za solo está fina­li­za­da a des­tro­zar al enemi­go (ver­da­de­ro o ima­gi­na­rio). Los blan­cos racis­tas nor­te­ame­ri­ca­nos no vota­ron a Trump por­que es bueno, inte­li­gen­te ni por­que va mejo­rar la vida social. Lo vota­ron para ven­gar­se con­tra la racio­na­li­dad some­ti­da a las finan­zas, con­tra la izquier­da neo­li­be­ral, iden­ti­fi­ca­da en la corrup­ción de la cla­se polí­ti­ca neo­li­be­ral. Todos saben que Trump va a des­tro­zar toda for­ma de civi­li­za­ción y de racio­na­li­dad, y por eso le votan. El nihi­lis­mo ha secues­tra­do al incons­cien­te colec­ti­vo”

La con­fe­ren­cia, orga­ni­za­da en el mar­co de la Cáte­dra de Estu­dios Artís­ti­cos, Siglos XX/XXI, sur­ge de una cola­bo­ra­ción entre la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia UV, la Uni­ver­si­tat Poli­tèc­ni­ca de Valèn­cia UPV, la Uni­ver­si­dad Miguel Her­nán­dez de Elche UMH, y el IVAM. El obje­ti­vo de la segun­da edi­ción de la Cáte­dra es la refle­xión sobre la vida de las imá­ge­nes tan­to en el mun­do del arte como en el de la vida social e ima­gi­na­ria.