El trío Vein, “uno de los gru­pos más emo­cio­nan­tes de Euro­pa” según John Fordham (The Guar­dian), vuel­ve al Jimmy Glass el miér­co­les día 29 de enero, para pre­sen­tar temas de su últi­mo dis­co: Sympho­nic Bop.

Con sede en Basi­lea, duran­te la últi­ma déca­da Vein se ha for­ja­do una repu­tación envi­dia­ble entre el públi­co de jazz, tan­to por su diver­si­dad esti­lís­ti­ca como por sus logros téc­ni­cos; el trío com­bi­na la com­ple­ji­dad de la músi­ca clá­si­ca euro­pea y la músi­ca de cáma­ra con la emo­ción y la ener­gía de la más sofis­ti­ca­da impro­vi­sa­ción de jazz. Los tres músi­cos, que com­par­ten el lide­raz­go musi­cal por igual, crean un soni­do flui­do y cos­mo­po­li­ta.

Des­de su for­ma­ción el gru­po ha edi­ta­do un álbum casi todos los años y ha obte­ni­do un nota­ble reco­no­ci­mien­to por sus cola­bo­ra­cio­nes con gran­des solis­tas vete­ra­nos como el trom­bo­nis­ta Glenn Ferris y los saxo­fo­nis­tas Greg Osby, Andy Shep­pard o Dave Lieb­man. Con este últi­mo tocó en el Fes­ti­val de Jazz de Valen­cia / Palau de la Músi­ca hace cua­tro años. La músi­ca de Vein man­tie­ne un equi­li­brio per­fec­to con sus adap­ta­cio­nes de las tra­di­cio­nes clá­si­ca y del jazz, como el acla­ma­do álbum Vein Plays Ravel (2017).

“Nos defi­ni­mos como músi­cos de jazz euro­peos”, dice Michael Arbenz, “pero al igual que Bobo Sten­son, para noso­tros ello impli­ca una inter­ac­ción habi­tual con los mejo­res artis­tas esta­dou­ni­den­ses, espe­cial­men­te los más vete­ra­nos, de los que pode­mos apren­der”. Vein no solo tra­ba­ja con músi­cos esta­dou­ni­den­ses, sino tam­bién con músi­ca esta­dou­ni­den­se, como lo demos­tra­ron en su acla­ma­do álbum Porgy and Bess (2011).

Ade­más de su serie­dad y ori­gi­na­li­dad, Vein tam­bién es cono­ci­do por su humor, iro­nía y talen­to. El álbum Vote for Vein (2013), pre­sen­ta­do en Jimmy Glass, fue ilus­tra­do con un simu­la­cro de pós­ter elec­to­ral, y las com­po­si­cio­nes inclu­ye­ron alu­sio­nes jugue­to­nas al swing de jazz, así como pasa­jes de una exce­len­te impro­vi­sa­ción direc­ta que exhi­be la téc­ni­ca impe­ca­ble de la ban­da en todas las tra­di­cio­nes del jazz.