[vc_row full_width_row=“true”][vc_column][vc_column_text]

Del 13 al 16 de enero, Sala Russafa estrena en Valencia Conquistadores, de la formación extremeña Proyecto Cultura. Una divertida comedia con toques de absurdo que recrea con estética contemporánea personajes como Pizarro o Núñez de Balboa para reconciliarnos con la Historia.

 

Hay quien ha deman­da­do que se derri­ba­ran esta­tuas de per­so­na­jes como Colón o quien insis­te en que Espa­ña debe­ría pedir per­dón por atro­ci­da­des aco­me­ti­das hace siglos, duran­te lo que se deno­mi­nó ‘La Con­quis­ta de las Amé­ri­cas’.

Mien­tras que otros abo­gan por un revi­sio­nis­mo que, en vez de borrar el pasa­do, inten­ta poner­lo en con­tex­to para cono­cer­lo mejor. Este es el posi­cio­na­mien­to de la com­pa­ñía extre­me­ña Pro­yec­to Cul­tu­ra, que del 13 al 16 de enero estre­na en Valen­cia Con­quis­ta­do­res, una come­dia que se apo­ya en el humor para refle­jar a los pro­ta­go­nis­tas y anéc­do­tas de uno de los epi­so­dios más seña­la­dos de la his­to­ria de Espa­ña.

 

 

“Que­ría­mos ale­jar­nos de la épi­ca con la que se ha con­ta­do esta par­te de nues­tro pasa­do para recrear lo más fiel­men­te la mise­ria de quie­nes ven­dían todo lo que tenían para com­prar­se un caba­llo, un escu­do o un arca­buz y subir­se a un bar­co, rum­bo a lo des­co­no­ci­do, a mon­tar una ‘fran­qui­cia’ del rei­no de Espa­ña”, expli­ca Che­ma Piza­rro, quien tam­bién que­ría mos­trar la dure­za de lo que encon­tra­ban al lle­gar: socie­da­des con los mis­mos roles de opre­so­res y opri­mi­dos, no mucho más jus­tas que la que habían deja­do atrás. Él es uno de los intér­pre­tes y autor de esta pie­za, que fir­ma bajo el pseu­dó­ni­mo de J.P. Caña­me­ro, dan­do pro­ta­go­nis­mo a su segun­do ape­lli­do en honor a su madre.

La lec­tu­ra del libro Inés del alma mía, de Isa­bel Allen­de, está en el ger­men de este espec­tácu­lo que la com­pa­ñía extre­me­ña encar­gó a Piza­rro, quien se sumer­gió en una ingen­te docu­men­ta­ción his­tó­ri­ca. “Cuan­do acu­des a la corres­pon­den­cia o los dia­rios de quie­nes via­ja­ron real­men­te a Amé­ri­ca, des­apa­re­ce toda esa páti­na de heroi­ci­dad, de acon­te­ci­mien­to tras­cen­den­tal que le han dado los que, des­pués, se dedi­ca­ron a con­tar ‘la His­to­ria’. Te encuen­tras con seres huma­nos tra­tan­do de sobre­vi­vir y con una tra­ma polí­ti­ca que es real­men­te fas­ci­nan­te”, expli­ca el intér­pre­te y dra­ma­tur­go.

 

Mucho humor para desmitificar la historia

 

Piza­rro pen­só que no había mejor len­gua­je que el humor para con­tar lo absur­do de creer­se des­cu­bri­do­res de una socie­dad que ya exis­tía y, ade­más, era igual de bár­ba­ra. Del tra­ba­jo con el direc­tor del espec­tácu­lo, Pedro Luis López Bellot, fue sur­gien­do la dra­ma­tur­gia. Y de los ensa­yos con el elen­co, impro­vi­sa­cio­nes que pulie­ron el tex­to, dan­do tan­to pro­ta­go­nis­mo a la pala­bra como al ges­to para que el humor cre­cie­ra y guia­ra una pues­ta en esce­na con­tem­po­rá­nea.

Así nació la idea de que los Con­quis­ta­do­res fue­ran a bor­do de una bañe­ra vic­to­ria­na, en vez de una cara­be­la. Y se fue cons­tru­yen­do un jue­go escé­ni­co al que daban vida el pro­pio Piza­rro jun­to a Ame­lia David y Fran­cis J. Qui­rós. Los tres son el elen­co que recrea el via­je a Perú, Méji­co o Chi­le de la mano de per­so­na­jes anó­ni­mos y otros cono­ci­dos, como Cor­tés, Vas­co Núñez de Bal­boa o Inés Suá­rez. “No nece­si­tá­ba­mos más que su inter­pre­ta­ción, un buen dise­ño de luces, unos pocos ele­men­tos de esce­no­gra­fía y un ves­tua­rio atem­po­ral para con­tar esta his­to­ria. El tra­ta­mien­to escé­ni­co tenía que ser muy con­ci­so para ayu­dar a que el espec­ta­dor pudie­ra esta­ble­cer para­le­lis­mos con mane­ras de pen­sar y de actuar que siguen vigen­tes”, expli­ca López.

Más infor­ma­ción y reser­vas en la web de Sala Rus­sa­fa

 

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia