
Esta semana concluyen las funciones en el centro cultural de Ruzafa de La invasión de los bárbaros, el nuevo espectáculo de Arden Producciones. Tras su estreno en el Teatro Gaudí de Barcelona y dentro del IX Cicle de Companyies Valencianes de Sala Russafa, el espectáculo cumple su cuarta semana en cartel.
De jueves a domingo, hasta el 1 de marzo se puede disfrutar de este sensible drama que ha recogido excelentes críticas durante su estancia en la cartelera de la ciudad.
Chema Cardeña escribe y dirige esta obra que reivindica el papel social del arte y la necesidad de la memoria histórica. Una propuesta que desarrolla dos tramas paralelas, una ambientada en 1939 y otra en 2009. Por una parte, se recrea el interrogatorio en los sótanos de las Torres de Serrano a una conservadora de arte que participó en el traslado y cuidado de la parte de la colección de El Prado que se refugió en la ciudad durante el conflicto. Por otra, se reflejan los primeros pasos en la lucha por la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica en el encuentro entre el alcalde de un pequeño municipio y una periodista.
Chema Cardeña, Juan Carlos Garés, Iria Márquez y Rosa López componen el elenco de este drama salpicado de hechos reales, donde las líneas de tiempo avanzan equidistantes, pero las emociones confluyen.
La música y el audiovisual enriquecen con los elementos justos una puesta en escena que cede el protagonismo a un texto valiente, reflejo de la necesidad de sanar heridas todavía abiertas, de asumir el pasado y normalizarlo.
Precisamente ese espíritu será el que conduzca la última de las sesiones de Viernes Fórum, coloquios que se han ido celebrando asociadas a este espectáculo. El 28 de febrero, tras la función, el equipo artístico y el público podrán conocer testimonios vivos de la lucha por la recuperación de la memoria y los restos de represaliados por el franquismo una vez terminada la guerra civil.
Participarán Maruja Badía, hija del que fuera enterrador de Paterna, que ayudó a la identificación de muchos de los ejecutados. También Pepica Celda y Pilar Alcorisa, que lucharon hasta conseguir recuperar los restos de sus padres. O representantes de las nuevas generaciones, como María Navarro y Teresa Llopis, presidentas de las asociaciones Familiars Víctimes del Franquisme Fossa 126 y 100 de Paterna, respectivamente.
Una ocasión para conocer sus conmovedoras historias pero, sobre todo, para analizar los retos pendientes y las motivaciones profundas de quienes desean restituir el nombre de sus antepasados y dar sepultura al pasado desde la verdad y el respeto.
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia