La nue­va tem­po­ra­da de La Mutant lle­ga car­ga­da de pro­pues­tas de pri­mer nivel, con  refe­ren­tes en el cam­po de las artes vivas y artis­tas en cons­tan­te desa­fío crea­ti­vo. Una filo­so­fía que la sala muni­ci­pal poten­cia­rá a lo lar­go de los pró­xi­mos meses con pre­sen­cias tan rele­van­tes como la de la com­pa­ñía galle­ga Voa­do­ra, que repre­sen­ta­rá los días 21, 22 y 23 de febre­ro Hemos veni­do a dar­lo todo, su espec­tácu­lo más musi­cal has­ta la fecha, a mitad camino entre el con­cier­to escé­ni­co y el tea­tro expe­rien­cial.

Hemos veni­do a dar­lo todo se plan­tea como una gran fies­ta que bus­ca la catar­sis colec­ti­va median­te la músi­ca elec­tró­ni­ca. En 1977, la NASA enla­tó y envió al espa­cio un vini­lo de otro y otros mate­ria­les como mane­ra de defi­nir a la huma­ni­dad en su con­jun­to; aho­ra, los inte­gran­tes de Voa­do­ra revi­san esos mate­ria­les para des­cu­brir que dicen mucho más de noso­tros mis­mos de lo que nun­ca hubié­ra­mos ima­gi­na­do. De esta mane­ra, Voa­do­ra expri­me su carac­te­rís­ti­co gus­to por lo retro y la músi­ca pop has­ta lími­tes nun­ca vis­tos den­tro de su pro­pues­ta escé­ni­ca.

En acti­vo des­de 2007, la com­pa­ñía ha reu­ni­do para la oca­sión a un equi­po for­ma­do por artis­tas com­ple­men­ta­rios de dife­ren­tes dis­ci­pli­nas, entre las que se encuen­tran la músi­ca, las artes plás­ti­cas o la esce­na. “Que­ría­mos hacer un espec­tácu­lo dedi­ca­do a la músi­ca; no músi­ca para el tea­tro sino tea­tro para la músi­ca. Poner­la en el cen­tro y que fue­ra el mis­mo tea­tro la que atra­ve­sa­ra la músi­ca”, expli­ca la direc­to­ra Mar­ta Pazos. “Este mon­ta­je jue­ga a des­pla­zar el cen­tro del públi­co ante el hecho tea­tral sin renun­ciar a la fres­cu­ra, la extra­ñe­za, el sudor y la ener­gía de la músi­ca elec­tró­ni­ca en luga­res extra­ños por­que, al fin y al cabo, hemos veni­do aquí a dar­lo todo”.