Los relatos tejidos de Teresa Lanceta en el IVAM

Tejer como códi­go abier­to, copro­du­ci­da con el Mac­ba, inau­gu­ra­da el jue­ves, per­ma­ne­ce­rá expues­ta has­ta el 12 de febre­ro del pró­xi­mo año

Obra dedi­ca­da al barrio del Raval de Bar­ce­lo­na. Foto: Maria Josep Serra.

Tejer es un códi­go bina­rio; urdim­bre y tra­ma.  «Es una téc­ni­ca pri­ma­ria y ances­tral, repe­ti­ti­va y len­ta, pero que deja una gran liber­tad. Mi códi­go está abier­to a los demás, por eso el títu­lo de la expo­si­ción», comen­ta la artis­ta Tere­sa Lan­ce­ta duran­te la pre­sen­ta­ción de la retros­pec­ti­va que el jue­ves se inau­gu­ró en el Ins­ti­tu­to Valen­ciano de Arte Moderno (IVAM). Lan­ce­ta apro­ve­cha el códi­go para rela­tar sus his­to­rias, pai­sa­jes y recuer­dos. La pio­ne­ra del arte tex­til con­tem­po­rá­neo en Espa­ña expre­sa sus sen­ti­mien­tos y mues­tra su vida y sus via­jes des­de los años seten­ta a tra­vés de 150 obras: coji­nes, tapi­ces, tela pin­ta­da y cosi­da, dibu­jos, escri­tos, audios y vídeos.

Es la mayor retros­pec­ti­va dedi­ca­da a la artis­ta, que, tras su paso por el Mac­ba, se expo­ne en el IVAM has­ta el pró­xi­mo año. Licen­cia­da en his­to­ria y doc­to­ra en arte, a Lan­ce­ta le «atra­pó» el arte de tejer. Su obra, tra­ba­ja siem­pre a par­tir de un obje­to coti­diano, explo­ra el arte popu­lar tex­til, los teji­dos del Atlas Medio don­de vivió, y la alfom­bra espa­ño­la del siglo XV. «Tejer me atra­pó por su hip­nó­ti­co hacer y por el sen­ti­do del tiem­po y lo hizo de una mane­ra radi­cal, abso­lu­ta, más allá de los resul­ta­dos y de las con­se­cuen­cias», seña­la la artis­ta cuan­do recuer­da sus ini­cios y el recha­zo que le pro­du­cía el arte con­cep­tual que se rea­li­za­ba en los seten­ta. «Tenía cla­ro que en el arte de aque­llos años no encon­tra­ba res­pues­tas. Tejer me lle­va­ba a cues­tio­nes ale­ja­das del arte impe­ran­te», expli­ca en el catá­lo­go publi­ca­do por el IVAM.

«Espe­ran­do el por­ve­nir», a la izquier­da, y «En mi casa» tela pin­ta­da y cosi­da. Foto: Maria Josep Serra.

«Tere­sa Lan­ce­ta tra­ba­ja para los demás. Su arte está liga­do a la vida, cuen­ta his­to­rias y cons­tru­ye mun­dos», comen­ta con admi­ra­ción Nuria Engui­ta, direc­to­ra del museo y comi­sa­ria de la expo­si­ción jun­to a Lau­ra Vallés. «Son cin­co déca­das de tra­ba­jo, que he segui­do muy de cer­ca. Es una expo­si­ción para dis­fru­tar con ella», agre­ga Engui­ta.

La expo­si­ción se divi­de en cin­co salas: la pri­me­ra, la de los teji­dos, cuel­gan dos gran­des mura­les hechos con dece­nas de teji­dos suyos rea­li­za­dos des­de 1972 has­ta hoy. La segun­da par­te mues­tra la inves­ti­ga­ción de tres déca­das a par­tir de la tra­di­ción tex­til del Atlas Medio. Tam­bién expo­ne los dibu­jos rea­li­za­dos con lápi­ces de colo­res sobre papel negro, así como alfom­bras y cerá­mi­cas ins­pi­ra­das en la indus­tria moris­ca que abas­te­cía los pala­cios de los seño­res cris­tia­nos en Alba­ce­te y Cuen­ca.

La ter­ce­ra sala mues­tra una par­te de su pro­pia his­to­ria. El paso del Ebro, rea­li­za­da en cola­bo­ra­ción con el colec­ti­vo La Trin­xe­ra, refle­xio­na sobre la cruel bata­lla y sus recuer­dos fami­lia­res. Escri­tos, foto­gra­fías, un vídeo y cin­co teji­dos, entre ellos, el que la abue­la de la artis­ta emplea­ba para guar­dar el pan, reve­lan un pasa­do de mie­do y de vio­len­cia.

En la cuar­ta sala se pue­de con­tem­plar el pro­yec­to Los ofi­cios del Raval, en cola­bo­ra­ción con el artis­ta y pen­sa­dor Nico­lás Male­vé, los alum­nos del IES Miguel Tarra­dell y el depar­ta­men­to de edu­ca­ción del Mac­ba. Se tra­ta de un mapa digi­tal basa­do en las his­to­rias de tra­ba­jo, viven­cias, recur­sos y afec­tos de los par­ti­ci­pan­tes y sus fami­lias.

Duran­te la pre­sen­ta­ción de la expo­si­ción. A la izquier­da, Lau­ra Vallés, Nuria Engui­ta y Tere­sa Lan­ce­ta. Foto: Miguel Loren­zo.

En el últi­mo espa­cio se pue­den ver un con­jun­to de obras que nacen de las viven­cias de la artis­ta en el Raval de Bar­ce­lo­na, el anti­guo barrio chino, en el que vivió entre 1969 y 1985, y al que déca­das más tar­de vol­vió como pro­fe­so­ra de arte en la Esco­la Mas­sa­na. La mues­tra explo­ra el inte­rés de Lan­ce­ta por for­ma­tos cola­bo­ra­ti­vos a par­tir del diá­lo­go que esta­ble­ce con los artis­tas Olga Die­go, Pedro G. Rome­ro y Xabier Sala­be­rria; la comi­sa­ria Lei­re Ver­ga­ra; el colec­ti­vo La Trin­xe­ra; la cineas­ta Vir­gi­nia Gar­cía del Pino, ade­más de los seña­la­dos ante­rior­men­te.

El filó­so­fo y ami­go de la artis­ta, Miguel Morey, escri­be: «He recor­da­do esta fami­lia­ri­dad entre escri­bir y tejer leyen­do los tex­tos que Tere­sa dedi­ca al Raval cuan­do toda­vía se lla­ma­ba Barrio chino. Me ha hecho caer en la cuen­ta de que los tex­tos tam­bién se urden, y tam­bién se sigue su tra­ma al leer­los…»

Tere­sa Lan­ce­ta. Foto:Miguel Loren­zo.

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