Fum controlat. Fumeral, puede visitarse los sábados y domingos hasta diciembre en el Saló de Respecte de la institución provincial

Miquel Navarro.
El artista valenciano, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1986, presenta, para deleite del público que la visite, su obra más «íntima y lírica» en palabras del propio Miquel Navarro. Un trabajo de laboratorio que recorre su trayectoria, desde los primeros dibujos de los años sesenta hasta los trabajos que hoy en día está creando como base de otras obras mayores. «Es el alma de mi propuesta creativa, quizá mi lado más poético, aunque mi obra no está definida», señala el creador y uno de los referentes más importantes del arte contemporáneo español, cuyas obras se exponen en más de una treintena de museos y colecciones nacionales e internacionales, como el Guggenheim de Nueva York y Bilbao, el Pompidou de París, el Reina Sofía y el IVAM.

Detalle de la exposición. Foto: Maria Josep Serra.
El escultor y pintor valenciano de Mislata, Premio Julio González en 2008, presenta en Fum controlat. Fumeral, una selección de 40 piezas, entre las que se incluyen «una inédita ciudad de terracota, las tradicionales chimeneas retadoras y humeantes de Mislata, una preciosa pieza que refleja el interés del artista por el agua y el ámbito rural y otras piezas que expresan el simbolismo fálico que acompaña muchos de los trabajos del autor a través de la ciudad y el cuerpo humano», explica la habitual comisaria de las exposiciones de Navarro, la historiadora de arte Lola Durán.
La muestra traslada al espectador al microcosmos concebido por Miquel Navarro entre la huerta y la urbe, con sus fábricas de espigadas, chimeneas de ladrillo, el barro, los insectos, los edificios de la gran ciudad y el enigma del humo; un hábitat creativo de recuerdos de la niñez y la madurez, de las formas fálicas como fuente de energía y deseo.
La Séquia (la acequia), es una escultura fundamental en la trayectoria de Miquel Navarro, que materializa su interés por el agua y la necesidad de canalizarla. «El agua es la vida. Casi todo, lo seminal o lo corporal, es agua; es el gran vehículo en el que se desenvuelve y gesta lo que va a nacer y morir», destaca el artista.

Dibujos, bocetos del artista. Foto: Maria Josep Serra.
El recorrido finaliza en una improvisada sala de cine en la que se proyecta un cortometraje de tono surrealista de 25 minutos, en blanco y negro, producido por el propio autor, titulado ¿On esta la meua gosseta?, aludiendo al dolor que le produjo la perdida de su perra Nena. El montaje, con música de Franck y Rachmaninoff, una de las piezas claves de la muestra, juega con distintos lenguajes, «no tiene una estructura narrativa, sino una falsa narración que se alimenta de la lírica del deseo y del trabajo que he realizado en todos estos años», señala Navarro.
El presidente de la Diputació, Toni Gaspar, ha mostrado su satisfacción por poder proyectar desde la institución provincial la vida y obra de «un valenciano ilustre, uno de nuestros creadores más internacionales que sigue dando la vuelta al mundo con sus reflexiones sobre unos orígenes humildes con los que es fácil identificarse». Gaspar considera un privilegio que la Diputación cuente entre su patrimonio artístico con una de las obras destacadas de Miquel Navarro, la Estructura urbana, de 1983, ubicada en el acceso a la muestra.

Miquel Navarro y el presidente de la Diputación. Toni Gaspar.
Como señala Durán, «a través de sus esculturas, Navarro se da a conocer al mundo. Su universo más personal sale a la luz en forma de ciudades, cuerpos y altas torres. Gracias a esta exposición podemos sentirnos partícipes de ese microcosmos, que no solo nos acerca a su obra sino también a él mismo».
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