Los cui­da­do­res de pri­ma­tes de Bio­parc Valen­cia no olvi­da­rán el día de San Valen­tín. El pasa­do jue­ves día 14, Malin, una de las hem­bras de chim­pan­cé que alber­ga el par­que, se puso de par­to mien­tras per­ma­ne­cía con el res­to del gru­po en su recin­to exte­rior. El equi­po téc­ni­co ya se encon­tra­ba en “aler­ta” por el avan­za­do esta­do de ges­ta­ción de la hem­bra y dili­gen­te­men­te puso en mar­cha el pro­to­co­lo para garan­ti­zar el bien­es­tar de la madre.

La sor­pre­sa sur­gió cuan­do los cui­da­do­res obser­va­ron que había dos pla­cen­tas y vie­ron que la hem­bra lle­va­ba a dos “bebés” con sus res­pec­ti­vos cor­do­nes umbi­li­ca­les. El momen­to se vivió con una mez­cla de ner­vio­sis­mo y ale­gría pues es un hecho ver­da­de­ra­men­te insó­li­to. Con la lógi­ca cau­te­la por las com­pli­ca­cio­nes que impli­ca esta “doble crian­za”, todo está trans­cu­rrien­do con nor­ma­li­dad y los dos bebés se encuen­tran esta­bles.

El hecho de encon­trar las dos pla­cen­tas evi­den­cia que son melli­zos y, aun­que se les dife­ren­cia cla­ra­men­te por el color de sus ore­jas, toda­vía no se ha podi­do deter­mi­nar el sexo.

 

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