La mítica banda bendecida por Lemmy Killmister actuará el próximo 8 de agosto (21:30 h.) en 16 Toneladas

Blai­ne Cartw­right y Ruy­ter Suys, en un con­cier­to de Nash­vi­lle Pussy.

Aun­que son leyen­da del rock, para mucha gen­te el pri­mer con­tac­to con Nash­vi­lle Pussy fue cuan­do, en la serie The Pace­ma­ker, inclu­ye­ron uno de sus gran­des clá­si­cos (Come on come on). No era la pri­me­ra vez: su rock tale­gue­ro y de alto octa­na­je ya había sona­do en títu­los como Kill Bill. Vol. 1 o la serie Sons of Anarchy. Da igual, en la puer­ta no van a pedir pedi­grí roc­ke­ro a los que se pasen el pró­xi­mo 8 de agos­to por 16 Tone­la­das para dis­fru­tar de la pre­sen­ta­ción de Plea­sed To Eat You, en el mar­co de su Get It Whi­le You Can Tour 2023. La entra­da vale 22 euros, que se que­dan en 18 para los que la com­pren anti­ci­pa­da.

Naci­dos ori­gi­nal­men­te con el nom­bre de Hell’s Half-Acre, pron­to des­cu­brie­ron que, sien­do lo suyo epa­tar al per­so­nal, había que bus­car algo más evi­den­te. Así adop­ta­ron el nom­bre de Nash­vi­lle Pussy —una pala­bra en slang para desig­nar a las muje­res de la capi­tal del country alu­dien­do a su entre­pier­na y toma­da de una can­ción de Ted Nugent— y se die­ron a cono­cer con un EP titu­la­do Eat more pussy (1998), para que no hubie­ra dudas del palo del que iban.

La ban­da nació cuan­do Blai­ne Cartw­right (voz, gui­ta­rra) deci­dió dejar la ban­da de cow­punk Nine Pound Ham­mer y, con su mujer Ruy­ter Suys, dio a luz a este nue­vo pro­yec­to. Aun­que son los dos úni­cos super­vi­vien­tes de la for­ma­ción ori­gi­nal es cier­to que la bas­jis­ta Bonny ‘Bon’ Bui­tra­go —una fan que aca­bó incor­po­rán­do­se al gru­po— ha enca­ja­do con un guan­te en este gru­po, al que se unió más recien­te­men­te el bate­ría Ben Tho­mas.

Aun­que sus pri­me­ros tra­ba­jos fue­ron bas­tan­te bien reci­bi­dos en la esce­na del punk rock, lo cier­to es que fue a par­tir de 2002, con la publi­ca­ción de Pussy­cat, Doll­fa­ce, and Mama —su quin­to tra­ba­jo, y en el que incor­po­ra­ron ele­men­tos del blues y el country— lo que les per­mi­tió salir de ese nicho y abrir­se a un púbi­co más amplio. Eso y haber sido telo­ne­ros en varias giras de Motorhead —eran una de las ban­das favo­ri­tas de Lemmy Kill­mis­ter— les ha vali­do entrar en la cate­go­ría de gru­pos míti­cos.

El sucio secreto del Rock

«Somos el peque­ño y sucio secre­to del rock ‘n’ roll, feliz­men­te hemos sobre­vi­vi­do a ten­den­cias musi­ca­les que nun­ca supi­mos que exis­tían— afir­mó Suys en una entre­vi­sa—. «Más que nun­ca, todos nece­si­ta­mos esca­par a algún lugar don­de poder fin­gir que no nos impor­ta una mier­da, sol­tar­nos el pelo y vol­ver­nos rui­do­sos, sudo­ro­sos y sucios. Nash­vi­lle Pussy ofre­ce ese refu­gio sin pre­ten­sio­nes. Todo el mun­do es bien­ve­ni­do».

Con su últi­mo tra­ba­jo, Plea­sed To Eat You (2018), con­si­guie­ro uno de los dis­cos más rotun­dos de su carre­ra, al con­tar con elpro­duc­tor Daniel Rey (Ramo­nes, Whi­te Zom­bie, Ron­nie Spec­tor y Raging Slab) y el inge­nie­ro de estu­dio David Barrick (Black Sto­ne Cherry, The Ken­tucky Headhun­ters, Marshall Tuc­ker Band). Aun­que el dis­co tie­ne ya cin­co años, será la base de una actua­ción en la que no fal­ta­rán him­nos como Pussy’s Not a Dirty Word, Pie­ce of Ass, She’s Got the Drugs, Go to Hell o Go Mother­fuc­ker Go toca­dos —mar­ca de la casa— a un rit­mo endia­bla­do.

Con un direc­to impo­nen­te e influen­cias de ZZ Top, Ted Nugent, Chuck Berry, Ramo­nes o New York Dolls, Nash­vi­lle es de lo mejor que le va a pasar al hard rock en Valen­cia en todo el año. Un cita para no fal­tar y pasar­te lue­go tres días de resa­ca de Jack Daniels.

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