Pájaro trae al 16 Toneladas su rock sevillano de matices italianos

La banda de Andrés Herrera actuará el próximo 18 de mayo en 16 Toneladas con Vurro como telonero

Andrés Herrera (centro), con el resto de los miembros de Pájaro.

Con el sobrenombre de Pájaro ha brotado una de las más interesantes propuestas del rock sevillano de las catacumbas, el proyecto de Andrés Herrera, fino guitarrista de pocas palabras con mil tiros pegados que fue sostén de Silvio, pero también acompañante de Raimundo Amador o de Kiko Veneno. Del primero hereda esa sevillanía italianizante que se rinde ante Sergio Leone, la Itálica romana que hace suyo el acento de Adriano Celentano para emular al rey Presley, y poner cara de malo de spaghetti western al son de la música de Ennio Morricone. La banda se subirá, el próximo 18 de mayo, al escenario de 16 Toneladas.

Aunque en Pájaro hay mucho más más, además de rock’n’roll hay blues cruzado con tropicalismo, hay surf con estructura de saeta y swing a ritmo de tarantela, y todos con acento sevillano, mi arma. En 2012 fue una de las más merecidas revelaciones de la temporada con Santa Leone (Happy Place Records), por el que le llovieron los elogios desde todas las esquinas del país.

Y no decepcionó las espectactivas: He Matado al Ángel (2016) fue su segunda entrega, también cortesía de Happy Place, un disco que recibió excelentes críticas y la intención de hacer aún más grande este proyecto que ya es imprescindible para entender por dónde debe transitar el rock hecho en Andalucía. Con la producción de Paco Prieto y Raúl Fernández, y la banda formada, además de Andrés, por Roque Torralva, Pepe Frías y Kini Triana —con colaboraciones de tronío como las de Guadalupe Plata, All La Glory, Julián Maeso, El Twanguero o Los Saxos del Averno—.

En 2018 Pájaro presentó su tercer disco Gran Poder donde siguen esas estampas fronterizas enormemente sugerentes, su paseo al trote por el manual de como vacilar a tus congéneres, marcando estilo. Es un disco donde ellos no quieren pisar donde ya han pisado, aunque el camino sea el mismo. Porque cada una de sus canciones tiene vida propia. Y las que se incluyen en el nuevo álbum son nuevas dianas infalibles, como el poder que atesoran.

https://youtu.be/ya3ubM8BqZ0

Un hombre misterioso

La noche se completará con la actuación de Vurro en calidad de telonero. El misterio rodea al enigmático artista que se oculta tras una calavera de toro y qamás ha concedido entrevista alguna. Nadie ha visto su verdadera cara, pero con tan solo tres vídeos en su haber, colgados en Youtube, ya se ha convertido en todo un fenómeno viral. Pero basta con ver tocar a Vurro para darte cuenta de que todo tipo de información más allá del espectáculo que tiene lugar ante tus ojos es irrelevante.

Más allá de la impactante puesta en escena, con él el espectador se encontrará con con un animal de los teclados con magia impregnando sus dedos y el ritmo corriendo por su sangre. Platos de batería tocados con los cuernos, pedales de bombos que desprenden polvo del desierto con cada golpe, cascabeles y una voz que parece provenir de ultratumbra.

Tal vez coma alambre de espino y mee napalm, pero lo que es seguro es que respira rock ‘n’ roll en forma de boogie, el puro, el genuino, el inspirado por maestros de la talla de Chuck Berry, Bob Log o Jerry Lee Lewis, sin olvidar inevitables referencias a otros outsiders como Frank Zappa en cuanto a concepto escénico se refiere, por el uso de bicicletas y otros elementos poco habituales.

https://youtu.be/fvbkBOSR88w
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