El monólogo de Begoña Tena podrá verse en el TEM del 14 al 16 de abril

La actriz cas­te­llo­nen­se Bego­ña Tena (izq.).

La últi­ma pro­pues­ta de la dra­ma­tur­ga y actriz Bego­ña Tena, Viva, habla de los migran­tes, la pobre­za, el des­cu­bri­mien­to de la voca­ción artís­ti­ca y la epo­pe­ya y mara­vi­lla de con­se­guir la máxi­ma revo­lu­ción dia­ria: estar y sen­tir­se viva. Los días 14, 15 y 16 de abril, la crea­do­ra de Cas­te­llón se subirá al esce­na­rio del TEM a defen­der este espec­tácu­lo pro­ta­go­ni­za­do por una mujer que, inmer­sa en una mudan­za, reco­rre eta­pas de su vida.

El espec­tácu­lo uni­per­so­nal está divi­di­do en cin­co esce­nas inde­pen­dien­tes, pero conec­ta­das entre sí, que par­ten de los orí­ge­nes de la pro­ta­go­nis­ta en un barrio de la peri­fe­ria de cual­quier ciu­dad de pro­vin­cias en los años ochen­ta has­ta la pre­ca­rie­dad de su pre­sen­te, don­de el mayor temor es no poder encen­der la estu­fa.

«Cada caja de la mudan­za es un recur­so para hablar de esta gene­ra­ción de hijos de obre­ros, la pri­me­ra con estu­dios uni­ver­si­ta­rios en nues­tro país, y de dón­de esta­mos aho­ra. La obra refle­xio­na sobre ese cuen­to que nos hicie­ron creer, el de que podría­mos esca­lar tan­to social como eco­nó­mi­ca­men­te, así como de los con­tra­tiem­pos del des­tino y la vio­len­cia estruc­tu­ral que nos envuel­ve. No obs­tan­te, a pesar de las tra­bas, segui­mos cre­yen­do en la son­ri­sa, en la ayu­da y el amor», sin­te­ti­za Tena.

Viva nació como pie­za bre­ve de peque­ño for­ma­to y fue reco­no­ci­da con el Pre­mi Íntim 2022, un galar­dón que cada año otor­ga el fes­ti­val Caban­yal Íntim en cola­bo­ra­ción con la SGAE. El jura­do des­ta­có su capa­ci­dad «para crear un uni­ver­so muy par­ti­cu­lar con un tex­to impac­tan­te y pre­ci­so que rei­vin­di­ca sutil­men­te dere­chos huma­nos», así como «su sobrie­dad escé­ni­ca, su pode­ro­sa inter­pre­ta­ción y su capa­ci­dad para emo­cio­nar­nos».

Una noche de variedades en el barrio de Grapa

Bego­ña Tena ini­ció la escri­tu­ra de Viva en 2020. Es una crea­ción a la que le tie­ne un espe­cial apre­cio por­que se ha ido ges­tan­do poco a poco. «Todo empe­zó con una mudan­za. Empe­cé a recor­dar que des­de muy peque­ña qui­se esca­par del lugar don­de vivía y me vino a la men­te una noche a los seis años en la que vi a un hom­bre actuar en un esce­na­rio enclen­que, que se caía a peda­zos. Repre­sen­ta­ba toda la belle­za que no veía en mi barrio. Era El Titi. Se bur­la­ron de él, pero aguan­tó como si solo estu­vie­ra acom­pa­ña­do por los focos y la Luna», reme­mo­ra la dra­ma­tur­ga, quien, sin embar­go, duda­ba de si aquel recuer­do era real o impos­ta­do. Así que pre­gun­tó a sus veci­nos y a su fami­lia del barrio de Gra­pa en Cas­te­llón de la Pla­na para corro­bo­rar­lo.

La pre­mi­sa para la pues­ta en mar­cha de esta tra­gi­co­me­dia era ser­vir­se úni­ca­men­te de una cha­que­ta, no apo­yar­se en soni­do ni esce­no­gra­fía. Pero aho­ra, tras una resi­den­cia en el Tea­tre El Musi­cal en la que Tena inves­ti­gó jun­to al músi­co David Alar­cón las posi­bi­li­da­des expre­si­vas y sono­ras de la pala­bra para exten­der el tex­to, se estre­na en for­ma­to de pie­za lar­ga, codi­ri­gi­da por la dra­ma­tur­ga y Patrí­cia Par­do.

«Mi pro­ta­go­nis­ta es una mujer que son muchas, muchos. Per­so­na­jes con­ven­ci­dos de luchar con­tra las tira­nías, exte­rio­res e inter­nas. Per­so­na­jes que, a pesar de todo, siguen rien­do, en cons­tan­te movi­mien­to, apá­tri­das, erran­tes, pre­gun­tán­do­se dón­de está el hogar», expo­ne la auto­ra.

El monó­lo­go se ha vis­to enri­que­ci­do con las voces de Pau Gre­go­ri, Arian­ne Alga­rra, Jor­ge Valle, Mar­ta Chi­ner, Mafal­da Belli­do, Isa­bel Caba­lle­ro, Pep Ricart, Gui­lle Zava­la y Júlia Saiz. David Alar­cón se ha encar­ga­do del espa­cio sono­ro del mon­ta­je.

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