Un foto­gra­ma de la adap­ta­ción de “La Barra­ca” diri­gi­da por Rober­to Gaval­dón.

La Fil­mo­te­ca de Valen­cia inau­gu­ra con una pro­yec­ción de La Barra­ca su ciclo dedi­ca­do a Rober­to Gaval­dón. El cineas­ta mexi­cano reali­zó esta adap­ta­ción de la nove­la de Vicen­te Blas­co Ibá­ñez en 1944 y está pro­ta­go­ni­za­da por Domn­go Soler, Ani­ta Blanch y Ampa­ro Mori­llo. El fil­me, cuyo pri­mer pase será este mar­tes 8 a las 20 horas, con­tó con un equi­po de roda­je en el que par­ti­ci­pa­ron varios téc­ni­cos y crea­do­res espa­ño­les exi­lia­dos en Méxi­co al fina­li­zar la Gue­rra Civil, como el dra­ma­tur­go y guio­nis­ta Pau­lino Masip.

En total, esté ciclo de la Fil­mo­te­ca está com­pues­to por ocho pelí­cu­las e inclu­ye los títu­los más des­ta­ca­dos de este rea­li­za­dor, con­si­de­ra­do una de las figu­ras más impor­tan­tes del cine mexi­cano de los años cin­cuen­ta y sesen­ta. Varias de las pelí­cu­las selec­cio­na­das han sido res­tau­ra­das por la Cine­te­ca Nacio­nal de Méxi­co y por la Fil­mo­te­ca de la UNAM. La selec­ción de cin­tas ha sido rea­li­za­da en cola­bo­ra­ción con el Fes­ti­val Inter­na­cio­nal de Cine de San Sebas­tián y la Fil­mo­te­ca Espa­ño­la, que pro­gra­man una retros­pec­ti­va más amplia, acom­pa­ña­da de una publi­ca­ción mono­grá­fi­ca.

Ade­más de La barra­ca, tam­bién podrán ver­se La dio­sa arro­di­lla­da (1947) y Miér­co­les de ceni­za (1958), dos tur­bu­len­tos melo­dra­mas pro­ta­go­ni­za­dos por la gran estre­lla María Félix; Rosau­ro Cas­tro (1950) y El rebo­zo de sole­dad (1952), pro­ta­go­ni­za­das ambas por Pedro Armen­dá­riz en el mejor momen­to de su carre­ra; y Maca­rio (1960), pri­me­ra pelí­cu­la mexi­ca­na nomi­na­da al Óscar como mejor pelí­cu­la extran­je­ra. El ciclo tam­bién inclu­ye la copro­duc­ción his­pa­no­me­xi­ca­na Don Qui­jo­te cabal­ga de nue­vo’ (1973), una pelí­cu­la que tuvo en su día un gran éxi­to de públi­co en Lati­noa­mé­ri­ca y Espa­ña al con­tar como pro­ta­go­nis­tas con Mario Moreno Can­tin­flasy Fer­nan­do Fer­nán Gómez.

Naci­do en Jimé­nez, en el esta­do mexi­cano de Chihuahua, en 1909 y falle­ci­do en Ciu­dad de Méxi­co en 1986, Rober­to Gaval­dón empe­zó en el medio tra­ba­jan­do como extra, actor, ayu­dan­te de direc­ción y guio­nis­ta. Sus pelí­cu­las fue­ron clá­si­cas, de un esti­lo sobrio y rea­lis­ta en el que des­ta­ca la foto­gra­fía de maes­tros como Gabriel Figue­roa, Alex Phi­llips y Jack Dra­per. Obse­si­vo y per­fec­cio­nis­ta, cul­ti­vó sobre todo el melo­dra­ma, el géne­ro que mar­có la edad de oro del cine mexi­cano, de la que Gaval­dón fue uno de los máxi­mos expo­nen­tes. Fue, ade­más, el mayor repre­sen­tan­te del cine de su país en fes­ti­va­les como Can­nes, Ber­lín, Vene­cia o San Sebas­tián.