La exposición Retorno de Max Aub, organizada por el Instituto Cervantes en la Fundación Bancaja, propone un paseo cronológico y panorámico por la obra de Max Aub como reconocimiento a un escritor fundamental de la literatura en español.
Novelista, poeta, cuentista, antólogo, ensayista, crítico, historiador a su modo y hasta falso pintor, la obra de Max Aub tiene tantas regiones, esquinas, afluentes e incluso trampas que podría ser calificada con el mismo título que él puso a su ciclo narrativo más conocido, acaso su principal obra maestra: un “laberinto mágico”.
“Es necesario recordar a los grandes escritores, y más a los que han tenido destinos complicados”, ha señalado Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, sobre la necesidad de esta exposición. La muestra ha sido presentada por el director de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, Juan Manuel Bonet, la nieta de Max Aub, Teresa Álvarez Aub, y el comisario de la exposición, Juan Marqués.
La obra de Max Aub no puede entenderse sin un breve repaso a su vida, la cual estuvo condicionada de un modo determinante e irreversible por la Guerra Civil, como la de tantos españoles de su generación. La exposición se articula a través de cuatro espacios que corresponden a cuatro segmentos cronológicos (Primeros años; Guerra Civil y primera postguerra; México, y Últimos años -que comprenden sus dos regresos a España-), y tiene voluntad didáctica a la vez que quiere complacer también a aquellos visitantes que estén bien familiarizados con la vida y la obra de Aub.
Se exhibe de manera exhaustiva toda su obra literaria, además de multitud de fotografías, pinturas, revistas, documentos personales y correspondencia, que nos muestran la riqueza de su universo. Los fondos que se pueden ver en esta exposición proceden de la Colección Teresa Álvarez Aub, Fundación Max Aub, Residencia de Estudiantes y prestadores privados, y estará en la Fundación Bancaja.
Afincado en Valencia por casualidad, Aub abrazó el país y el idioma como suyos (“Uno es de donde ha hecho el Bachillerato”, dijo); nacido en París, de padre alemán, siempre escribió en castellano. A partir de los años veinte compaginó su trabajo de viajante con su actividad literaria, de la que nacieron sus primeros escritos vanguardistas, y entró en contacto con la generación que siempre reivindicó como la suya, la del 27.
Juan Marqués, el comisario, ha indicado que «la exposición se ha hecho pensando también en aquellos que no conocen el enorme y variadísimo genio literario de Max Aub». La muestra, que viene de estar expuesta en el Cervantes de Madrid nace, además, con vocación itinerante, así que, pasará por el Instituto Cervantes de París entre otros destinos. En Valencia se podrá ver hasta el 18 de febrero.