Cayetana Guillén Cuervo en ‘Pandataria’

Caye­ta­na Gui­llén Cuer­vo en ‘Pan­da­ta­ria’

Una original puesta en escena, un elenco diverso y la colaboración del artista urbano Okuda apuntalan la propuesta de danza-teatro que podrá verse el día 5 de agosto

Caye­ta­na Gui­llén Cuer­vo y Basem Nah­nouh, en una esce­na de «Pan­da­ta­ria».

Sagunt a Esce­na con­ti­núa la pro­gra­ma­ción del Tea­tre Romà en su 40 ani­ver­sa­rio con Pan­da­ta­ria, la últi­ma obra del bai­la­rín y coreó­gra­fo Che­vi Mura­day pro­ta­go­ni­za­da por Caye­ta­na Gui­llén Cuer­vo, el sába­do 5 de agos­to (22:30 h.), y el pre­cio de la entra­da osci­la entre 12, 16 y 20 euros.

Pan­da­ta­ria es una isla del archi­pié­la­go de las Pon­ti­nas, en el mar Tirreno, don­de exi­lia­ban a las muje­res del Impe­rio Romano que no se ade­cua­ban a las nor­mas duran­te la épo­ca de la dinas­tía julio-clau­­dia.

A este lugar remi­te la nue­va crea­ción de Che­vi Mura­day, acom­pa­ña­do por la actriz Caye­ta­na Gui­llén Cuer­vo, el rape­ro Elio Tof­fa­na, la actriz trans­gé­ne­ro La Mer­ce y los bai­la­ri­nes Basem Nah­nouh y Chus Wes­tern. La pie­za se ha estre­na­do hace ape­nas unos días en el Fes­ti­val de Méri­da, don­de ha teni­do una exce­len­te aco­gi­da, para lle­gar, acto segui­do, al fes­ti­val que orga­ni­za el IVC.

El mon­ta­je, en cuya docu­men­ta­ción y pre­pa­ra­ción Che­vi Mura­day ha esta­do dos años inmer­so, es una oda a la tole­ran­cia, a la acep­ta­ción del otro, del que es dife­ren­te. Para ello se sir­ve de tex­to, movi­mien­to, músi­ca y de una ori­gi­nal esce­no­gra­fía crea­da por el artis­ta urbano Oku­da San Miguel.

Aun­que está ambien­ta­da en la épo­ca de la dinas­tía julio-clau­­dia, su direc­tor tam­bién rin­de tri­bu­to en la pie­za a Ursu­la Hirsch­mann. La acti­vis­ta judía ini­ció su lucha con­tra el fas­cis­mo duran­te los años cua­ren­ta en esta mis­ma isla-pri­­sión ita­lia­na, don­de coes­cri­bió el Mani­fies­to de Ven­to­te­ne, que se con­si­de­ra el pun­to de par­ti­da del fede­ra­lis­mo euro­peo.

Danza con sentimiento y con sentido

El rape­ro Elio Tof­fa­na, uno de los acto­res de la obra.

Pre­mio Nacio­nal de Dan­za en la moda­li­dad de crea­ción en 2006, Che­vi Mura­day lle­va más de tres déca­das acti­vo en la esce­na. Su com­pa­ñía Los­de­dae es uno de los nom­bres de refe­ren­cia de las artes del movi­mien­to. Para algu­nas de sus últi­mas crea­cio­nes ha con­ta­do con actri­ces como Aita­na Sán­­chez-Gijón, en Jua­na, Mar­ta Etu­ra en Return o Jua­na Acos­ta en El per­dón.

Aho­ra con­ce­de a la pre­sen­ta­do­ra y actriz Caye­ta­na Gui­llén Cuer­vo un papel pro­ta­go­nis­ta para recrear una his­to­ria sobre el «paraí­so de los olvi­da­dos», en la que la tras­la­ción al mun­do actual tie­ne su refle­jo en refe­ren­cias musi­ca­les como el rap, soni­do habi­tual de los subur­bios y barrios mar­gi­na­les; o en esti­los de dan­za urba­na de gran acep­ta­ción entre los jóve­nes.

Con la selec­ción de un elen­co diver­so tam­bién se refle­ja esa volun­tad de repre­sen­tar a olvi­da­dos como los inmi­gran­tes o colec­ti­vos que viven sin ser vis­tos en las ciu­da­des. La Mer­ce, musa escé­ni­ca no bina­ria, apor­ta su expe­rien­cia en esti­los como el voguing o la run­way. Chus Wes­tern y Basem Nah­nouh suman sus exce­len­tes cua­li­da­des de movi­mien­to. 

Para refor­zar esté­ti­ca­men­te la línea con­cep­tual, el artis­ta urbano Oku­da San Miguel ha sido el encar­ga­do de la esce­no­gra­fía. David Pica­zo en la direc­ción de esce­na y Laia Ripoll en la dra­ma­tur­gia son otros de los nom­bres que con­fi­gu­ran el equi­po artís­ti­co de esta pie­za que tras Sagun­to ini­cia una exten­sa gira por más de 60 esce­na­rios esta­ta­les.

Más que circo

El pro­gra­ma del Off Romà está reple­to de pro­pues­tas fami­lia­res de com­pa­ñías de todo el país. La pri­me­ra será la anda­lu­za Tru­ca Cir­cus, que el día 4 de agos­to pone en mar­cha en la Glo­rie­ta en Sopla! a sie­te artis­tas en una com­bi­na­ción de esce­nas y habi­li­da­des de gran pre­ci­sión téc­ni­ca y cali­dad artís­ti­ca.

Con un gui­ño al cómic, el espec­tácu­lo se ins­pi­ra en los años vein­te del siglo XX para, en una suce­sión de con­tor­sio­nes, equi­li­brios, cuer­das o bici­cle­tas acro­bá­ti­cas, gene­rar el asom­bro y el aplau­so de toda la fami­lia.

La músi­ca en direc­to ade­re­za una obra diná­mi­ca que ha gira­do exten­sa­men­te por fes­ti­va­les pro­fe­sio­na­les y ha sido vis­ta por miles de per­so­nas.

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