R. Ballester Añón (Valencia, 1951) es escritor y crítico. Ha publicado, entre otros textos, tres novelas breves: Enciclopedia, Cuaderno de ejemplos y Álbum de pequeños precipicios.

—¿De qué trata su libro Breviario?
—En 1791 se publicó Sentimientos patrióticos o conversaciones cristianas de Jacinto Bejarano Galavis. Cien años más tarde José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, publica Un pueblecito, Riofrio de Avila, que glosaba la figura y obra de Jacinto Bejarano. Cien años más tarde he comentado el texto de Azorín mediante un procedimiento sencillo: a lo largo de un año, cada dia he ido anotado una breve consideración a propósito de su obra. He utilizado un ejemplar impreso en Argentina, en julio de 1948.
—¿A qué género pertenece Breviario?
—De acuerdo a la actual tendencia extendida es una mezcla de géneros: narración, teoria literaria, dietario, encomio prudente del mundo rural…
—Breviario lo ha publicado la editorial Olélibros…
—Sí, se trata de una editorial valenciana relativamente reciente que publica diversos géneros literarios, pero que ha adquirido especial notoriedad su colección de poesia. Olélibros es una empresa, competente y muy profesional, aunque a veces cometa la imprudencia de publicar un libro como el mío. Me encanta el diseño que le han dado: sus dimensiones son las mismas que las de la histórica colección Austral, y el formato interno remeda el de las preciosas agendas de los años 40.
—¿Quién es el protagonista del libro?
—En parte el narrador, pero sobre todo Jacinto Bejarano Galavis y Nidos, un piadoso e ilustrado párroco de pueblo; me interesa, entre otras razones, porque en la actualidad este tipo de figura literaria resulta tan extravagante o extrema como un envenenador de ancianas.
—¿Qué simetrias históricas se observan cada cien años, idea sobre la que parece construido Breviario?
—El párroco Bejarano publica su obra en tiempos de la Revolución Francesa; José Martinez, en los de la Revolución Rusa: Breviario,casualmente, en la criptoguerra invisible y ecuménica que padecemos, y cuyos efectos quizá conviertan a las dos revoluciones anteriores en anécdotas provincianas.
—¿Por qué el nombre de Breviario?
—En parte se alude a la brevedad del libro; y en parte, a la ilustre tradición de la literatura piadosa, abrumadoramente mayoritaria hasta bien entrado el siglo XIX.
