La adaptación del mítico musical de Stanley Donen se presentará del 6 al 16 de julio

La sala principal del Palau de les Arts es el escenario escogido para la representación de la versión teatralizada del musical Cantando bajo la lluvia. La mítica película de Stanley Donen y Gene Kelly rodada en 1952 cuenta la historia de una estrella del cine mudo se enamora de una corista justo cuando él y su mejor amigo intentan salir airosos de la llegada del cine sonoro a Hollywood de los años 20.
Tras convertirse en el espectáculo con más espectadores de la temporada en Barcelona y continuar su éxito en Madrid hasta ser aplaudido por más de 250.000 espectadores, Cantando bajo la lluvia comenzó en Bilbao, el pasado 21 de mayo, una gira por el resto de España que recala ahora en Valencia del 6 al 16 de julio (con sesiones dobles viernes y sábados, y descanso el lunes 11).
Àngel Llàcer y Manu Guix, que la pasada temporada arrasaron con La jaula de las locas, dirigen también este montaje, en el que de nuevo es responsable de las coreografías Miryam Benedited.
El musical está protagonizado por Adrià García en el papel de Don Lockwood y Diana Roig como Kathy Selden. El reparto de «la comedia musical de Broadway por excelencia» se completa con Ricky Mata en el papel de Cosmo Brown y Mireia Portas como Lina Lamont, papel por el que ha sido galardonada con el Premio Talía a la mejor actriz de musical.
En total, el espectáculo cuenta sobre el escenario con 25 actores y bailarines y también con una orquesta formada por nueve músicos que tocan en directo. El musical, concebido para todos los públicos, aúna el texto más divertido, las mejores coreografías y canciones que ya son himnos del teatro musical como Singin’ in the Rain, Good Morning o Make ‘em laugh.
«Se trata de una historia de amor llena de sensibilidad, humor, guiños cinéfilos y espectaculares números de baile ambientados en el glamuroso Hollywood de los años veinte», han recordado sus responsables.
Según han precisado, este montaje, que celebra el 70º aniversario de la película estrenada en Estados Unidos en 1952 y en España un año después, está diseñado como una gran producción y, debido a su escenografía de grandes dimensiones. «Pocos teatros pueden cumplir los requisitos técnicos del musical», explican desde la productora.
Además, a las grandes estructuras se añaden los 60.000 lúmenes de proyección y «un sistema de última tecnología que permite que lluevan 1.000 litros sobre el escenario cada noche en el icónico Singin’ in the Rain».
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