El monas­te­rio de San Miguel de los Reyes per­ma­ne­ce­rá abier­to duran­te la maña­na del 1 de noviem­bre para que los ciu­da­da­nos pue­dan visi­tar­lo con un guía cul­tu­ral que expli­ca la his­to­ria del monu­men­to, decla­ra­do bien de inte­rés cul­tu­ral des­de 2008. Tam­bién se podrán visi­tar las dos expo­si­cio­nes que se exhi­ben duran­te estos días: Músi­ca en paper, que mues­tra los fon­dos musi­ca­les de la biblio­te­ca, y Equi­pa­je de vuel­ta, sobre los archi­vos per­so­na­les de los valen­cia­nos exi­lia­dos tras la Gue­rra Civil.

Las visi­tas guia­das son gra­tui­tas y no requie­ren cita pre­via, tan solo es nece­sa­rio estar unos minu­tos antes de las 12.00 horas y de las 13.00 horas, que es cuan­do comien­zan los dos tur­nos pro­gra­ma­dos. El monas­te­rio tam­bién esta­rá abier­to el sába­do y el domin­go, con visi­tas a la mis­ma hora, como todos los fines de sema­na del año.

El reco­rri­do por el monas­te­rio com­pren­de el claus­tro nor­te del monas­te­rio, la igle­sia desa­cra­li­za­da de san Miguel, la crip­ta don­de des­can­san los res­tos mor­ta­les de la virrei­na Ger­ma­na de Foix y el claus­tro sur, que es la zona más anti­gua que se con­ser­va. El monas­te­rio es de esti­lo rena­cen­tis­ta y fue encar­ga­do por Ger­ma­na de Foix y el duque de Cala­bria, Fer­nan­do de Ara­gón, en 1546. Monas­te­rio de clé­ri­gos, resi­den­cia de nobles, cár­cel, alma­cén de cose­chas, cole­gio… han sido los usos que se le ha dado al edi­fi­cio has­ta que el año 2000 se con­vir­tió en la sede de la Biblio­te­ca Valen­cia­na Nico­lau Pri­mi­tiu.

Tam­bién se pue­de visi­tar la expo­si­ción de la sala capi­tu­lar del monas­te­rio y que mues­tra la recu­pe­ra­ción del patri­mo­nio docu­men­tal y per­so­nal de los exi­lia­dos valen­cia­nos. La biblio­te­ca creó una sec­ción espe­cial con el títu­lo Biblio­te­ca del exi­lio que aglu­ti­na los mate­ria­les dona­dos por las per­so­nas que tuvie­ron que salir del país.

La sec­ción se ini­ció con la dona­ción de la maes­tra exi­lia­da Gui­ller­mi­na Medrano y que se ha incre­men­ta­do con otros muchos nom­bres como Ale­jan­dra Soler y Arnal­do Azza­ti, Juan Gil-Albert, Igna­cio Sol­de­vi­la, José Medi­na Eche­va­rría, Julián Anto­nio Rodrí­guez y Ade­li­ta del Cam­po, entre otros.

La expo­si­ción es una opor­tu­ni­dad para cono­cer los docu­men­tos que los exi­lia­dos ate­so­ra­ron duran­te su ausen­cia del país y que deci­die­ron depo­si­tar­los en la biblio­te­ca valen­cia­na para que for­men par­te de la memo­ria histórica.La otra expo­si­ción abier­ta es ‘Músi­ca en paper’, en la que se pue­den con­tem­plar par­ti­tu­ras manus­cri­tas, libros, publi­ca­cio­nes perió­di­cas, foto­gra­fías, mate­ria­les audio­vi­sua­les, ins­tru­men­tos musi­ca­les y nume­ro­sos docu­men­tos de archi­vo de com­po­si­to­res valen­cia­nos como Agus­tí Ala­mán, Miquel Asins, Eduard López-Chá­­va­­rri, Manuel Palau y Luis Sán­chez Fer­nán­dez, entre otros.

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