La obra, gana­do­ra del Pre­mio del Públi­co de Sala Rus­sa­fa 2022 al Mejor Espec­tácu­lo Valen­ciano, esta­rá en car­tel del 25 de mayo al 4 de junio

Pao­la Nava­lón y Fer­nan­do Soler, en una esce­na de la obra.

Cuan­do el éxi­to casi se ha con­ver­ti­do en una dic­ta­du­ra, la com­pa­ñía valen­cia­na Tria­pa­són esco­ge el humor como herra­mien­ta para rei­vin­di­car que tam­po­co pasa nada por no triun­far en la vida. Es el men­sa­je de Frau D., una come­dia musi­cal que rom­pe des­de la risa con la impo­si­ción de sobre­sa­lir en todos los ámbi­tos (social, per­so­nal y pro­fe­sio­nal), para ren­dir un sen­ti­do y diver­ti­do home­na­je a quie­nes fra­ca­san. Con mucha o poca hon­ra.

Del 26 de mayo al 4 de junio, a peti­ción popu­lar, regre­sa este mon­ta­je que se hizo con el Pre­mio del Públi­co de Sala Rus­sa­fa al Mejor Espec­tácu­lo Valen­ciano en 2022 y que pone el cie­rre al XII Cicle de Com­pan­yies Valen­cia­nes. Se tra­ta de una come­dia musi­cal esti­lo Off Broad­way, poco habi­tual en la ofer­ta escé­ni­ca del cap i casal, aun­que con cada vez más pre­di­ca­men­to en las ciu­da­des como Madrid o Bar­ce­lo­na, ade­más de la car­te­le­ra inter­na­cio­nal.

Sobre el esce­na­rio, tres jóve­nes acto­res y can­tan­tes valen­cia­nos: Fer­nan­do Soler, Pao­la Nava­lón y Mar­ta Estel. Arro­pa­dos por una ver­sá­til esce­no­gra­fía y un cui­da­do ves­tua­rio, que va evo­lu­cio­nan­do con­for­me avan­za tem­po­ral­men­te la tra­ma, uti­li­zan la músi­ca en vivo jun­to a sus dotes voca­les y acto­ra­les para trans­for­mar­se en mul­ti­tud de per­so­na­jes y lle­var al públi­co en un reco­rri­do por la his­to­ria con­tem­po­rá­nea de Ale­ma­nia, siguien­do la este­la de una de sus mayo­res figu­ras cul­tu­ra­les, Mar­le­ne Die­trich.

«Todo empe­zó por­que que­ría­mos hacer un home­na­je al cine. De ahí lle­gó la gran diva y su eta­pa en el caba­ré de van­guar­dia ale­mán, su éxi­to inter­na­cio­nal… se nos fue­ron dis­pa­ran­do las ideas por­que su vida podía ver­se como un reco­rri­do por la del país ger­mano», expli­ca Die­go Ala­mar, autor de la idea ori­gi­nal del espec­tácu­lo y de sus com­po­si­cio­nes musi­ca­les.

Pero nada de dra­mas a la hora de acer­car­se al siglo XX ale­mán, mar­ca­do por la segun­da Gue­rra Mun­dial y el nazis­mo. Deci­die­ron crear a un per­so­na­je entra­ña­ble, la pana­de­ra Mela­nie Die­drich, fas­ci­na­da por Mar­le­ne, dis­pues­ta a todo por ser artis­ta e inase­qui­ble al des­alien­to. El éxi­to se le resis­te una y otra vez en una des­tar­ta­la­da tra­yec­to­ria en la que le acom­pa­ña otro pobre dia­blo, un ofi­cial nazi que empie­za lla­mán­do­se Yebels, en cla­ra alu­sión al minis­tro de pro­pa­gan­da del Ter­cer Reich, Joseph Goeb­bels.

Pero que es capaz de ir cam­bián­do­se la cha­que­ta para trans­for­mar­se en Yebelsky y enca­jar en el Ber­lín orien­tal; ser Yel­bel­son cuan­do hay que hacer amis­tad con los yan­kis y aca­bar trans­for­ma­do en Yébe­lez cuan­do Beni­dorm se con­vier­te en el sue­ño de cual­quier turis­ta ale­mán.

A lo lar­go de hora y media de un espec­tácu­lo que enla­za un tex­to lleno de humor áci­do con diver­ti­dos núme­ros musi­ca­les, el públi­co se ve inmer­so en epi­so­dios tan apa­ren­te­men­te deli­ca­dos como los jui­cios de Núrem­berg.

«Cree­mos que no hay lími­tes para la come­dia. La épo­ca nazi, la caí­da del muro de Ber­lín, muchos de los hechos his­tó­ri­cos a los que se hace men­ción en la obra se han tra­ta­do casi siem­pre des­de el dra­ma. Pero esta­mos con­ven­ci­dos de que pue­den for­mar par­te per­fec­ta­men­te de una tra­ma de humor por­que la risa y el llan­to están mucho más cer­ca de lo que cree­mos. Y, si hay que esco­ger, pues pre­fe­ri­mos reír­nos», comen­ta con una son­ri­sa Fer­nan­do Soler, autor del tex­to y de las letras, así como direc­tor y uno de los intér­pre­tes de esta pie­za que toma como refe­ren­tes a genios del cine como Wil­der o Lubitsch, y maes­tros del humor absur­do como los Monty Phy­ton.

Mejor actriz revelación

El tra­ba­jo de Pao­la Nava­lón como pro­ta­go­nis­ta de Frau D. ha sido uno de los valo­ra­dos por el jura­do de la AAPV (Asso­cia­ció d’Ac­tors i Actrius Pro­fes­sio­nals Valen­cians) para nomi­nar­la al Pre­mio Cri­sá­li­da a Mejor Actriz Reve­la­ción.

Para pre­pa­rar el papel, estu­dió mucho la figu­ra y la vida de Mar­le­ne Die­trich, inten­tan­do enten­der la fas­ci­na­ción que sien­te por ella su per­so­na­je en la obra. según expli­ca, «leer sobre ella, cono­cer su tra­yec­to­ria, su bio­gra­fía, todo lo que hizo y en aque­lla épo­ca… me hizo dar­me cuen­ta de no solo era una femi­nis­ta, sino una mujer a rei­vin­di­car en muchos aspec­tos por su com­pro­mi­so social, polí­ti­co y cul­tu­ral».

Ade­más, el for­ma­to musi­cal para adul­tos y esti­lo Off Broad­way fue uno de los gran­des atrac­ti­vos que le lle­vó a invo­lu­crar­se en este pro­yec­to. «Es como el cross fit de las artes escé­ni­cas. Por un lado, tie­nes que dar una par­te acto­ral muy impor­tan­te por­que el tex­to en esta pie­za es súper ágil, muy cómi­co. Y, por otra par­te, está el engra­na­je per­fec­to de los núme­ros musi­ca­les, can­tar, seguir una coreo­gra­fía… Requie­re una con­cen­tra­ción enor­me, aun­que parez­ca algo muy espon­tá­neo, por­que no esta­mos hablan­do de los gran­des musi­ca­les con cuer­pos de bai­le enor­mes y gran­des efec­tos esce­no­grá­fi­cos. Aquí podría­mos decir que estás casi des­nu­do, con tu voz y tu inter­pre­ta­ción, dan­do lo mejor que tie­nes. Y, a pesar de esa sen­sa­ción de ries­go, lo dis­fru­ta­mos muchí­si­mo», apun­ta la actriz. 

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