A man wea­ring a face mask looks at his pho­ne as he cycles pas­sed a graf­fi­ti on a wall depic­ting a por­trait of Geor­ge Floyd, a black man who died in Min­nea­po­lis after a whi­te poli­ce­man knee­led on his neck for seve­ral minu­tes, is seen on a wall at Mauer Park in Ber­li­n’s Prenz­lauer Berg dis­trict on May 30, 2020. — Vio­lent pro­tests erup­ted across the Uni­ted Sta­tes late on May 29 over the death of a hand­cuf­fed black man in poli­ce cus­tody, with mur­der char­ges laid against the arres­ting Min­nea­po­lis offi­cer fai­ling to quell seething anger. (Pho­to by David GANNON / AFP) (Pho­to by DAVID GANNON/AFP via Getty Ima­ges)

10 de junio de 2020.

La rodi­lla de Colin Kae­per­nick sobre el cue­llo de Geor­ge Floyd se ha con­ver­ti­do en un poten­te sím­bo­lo con­tra el racis­mo. “No pue­do res­pi­rar” (“I can’t breathe”), repi­tió Floyd varias veces antes de morir a cau­sa del rodi­lla­zo opre­sor de un poli­cía. 

La His­to­ria avan­za a más velo­ci­dad que nun­ca debi­do a la rapi­dez comu­ni­ca­ti­va e influen­cia de la revo­lu­ción tec­no­ló­gi­ca y las redes socia­les. Las con­se­cuen­cias, inclu­so en la cul­tu­ra más arrai­ga­da popu­lar­men­te, están sien­do inme­dia­tas y pro­vo­ca­rá innu­me­ra­bles y duras polé­mi­cas. La recién inau­gu­ra­da pla­ta­for­ma de strea­ming HBO Max ha reti­ra­do de su catá­lo­go Lo que el vien­to se lle­vó (Vic­tor Fle­­ming-David O. Selz­nick, 1939), la pelí­cu­la más popu­lar de la his­to­ria, al haber sido acu­sa­do el film en el dia­rio Los Ange­les Times de glo­ri­fi­car la escla­vi­tud duran­te la Gue­rra de Sece­sión en Esta­dos Uni­dos y de per­pe­tuar “los este­reo­ti­pos más dolo­ro­sos para las per­so­nas de color”.

Una pau­sa duran­te el roda­je de Lo que el vien­to se lle­vó: Vivien Leigh, Clark Gable y Vic­tor Fle­ming jun­to a varios téc­ni­cos. Fuen­te: Imdb

Me lla­ma la aten­ción esa fra­se, “para las per­so­nas de color”. Es racis­ta. Todos tene­mos un color u otro. Pie­les rojas, pie­les ama­ri­llas, pie­les rosas, pie­les negras, pie­les blan­cas. Pero ese es un tema menor (aun­que reve­la­dor del racis­mo incons­cien­te en el len­gua­je). Lo más preo­cu­pan­te es que la lucha con­tra el racis­mo, una bata­lla con la que me soli­da­ri­zo (detes­to el racis­mo des­de mi pre-ado­­le­s­­ce­n­­cia), lo preo­cu­pan­te, digo, es que esa uni­ver­sal rei­vin­di­ca­ción demo­crá­ti­ca des­em­bo­que en un nue­vo tipo de cen­su­ra, con efec­tos retro­ac­ti­vos ade­más. Por ese camino se prohi­bi­rían en las pla­ta­for­mas –y en los cines, y en las libre­rías, y en la tele, y en la radio– mul­ti­tud de nove­las, pelí­cu­las o can­cio­nes acu­sa­das de glo­ri­fi­car la pede­ras­tia, el taba­co, el alcohol… Pien­so, por ejem­plo, en Loli­ta, Casa­blan­ca, ¿Quién teme a Vir­gi­nia Woolf?, Bajo el vol­cán, Eva al des­nu­do, Fuman­do espe­ro… 

¿Por qué no apro­ve­char la cul­tu­ra del pasa­do para deba­tir sobre sus res­pec­ti­vos con­tex­tos his­tó­ri­cos? Saber por qué las cosas eran así es mucho más intere­san­te (y por supues­to más com­ple­jo) que prohi­bir todo lo que no nos gus­ta. 

No al racis­mo, no al neo­fas­cis­mo, no al neo­es­ta­li­nis­mo. Tene­mos mucha fae­na por delan­te. 

DIARIO UN CINÉFILO

Rafa Marí con Héc­tor Alte­rio en una Mos­tra de cine.

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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