El equi­po de Ver­güen­za duran­te su pre­sen­ta­ción en San Sebas­tián.

15 de junio de 2020.

Ver­güen­za (Movis­tar, 2017–2019, tres tem­po­ra­das, con 23 capí­tu­los de alre­de­dor de 25 minu­tos cada uno) es una de esas series en las que te lo pasas bien pasán­do­te­lo bas­tan­te mal. No sé si me expli­co. Los direc­to­res y guio­nis­tas (Juan Caves­tany y Álva­ro Fer­nán­dez Arme­ro) nos narran peque­ños lan­ces coti­dia­nos en los que Jesús (estu­pen­do Javier Gutié­rrez), a veces ayu­da­do por su mujer, la dócil Nuria (per­fec­ta Male­na Alte­rio), mete una y otra vez la pata, pro­vo­can­do situa­cio­nes inso­por­ta­bles con fami­lia­res, veci­nos y gen­te que aca­ba de cono­cer. Jesús es un fotó­gra­fo de bodas, comu­nio­nes y bau­ti­zos, pero él se empe­ña en ser tam­bién un artis­ta. Y de vez en cuan­do inten­ta hacer foto­gra­fías con­cep­tua­les para expo­ner­las en gale­rías de pres­ti­gio. Cosa que no con­si­gue nun­ca. Los gale­ris­tas pue­den ser esnobs, pero no idio­tas.

Javier Gutié­rrez y Male­na Alte­rio for­man la pare­ja pro­ta­go­nis­ta de Ver­güen­za.

Jesús es ter­co, gro­tes­co, incul­to y egoís­ta. Él se cree fle­xi­ble, hábil, expe­ri­men­ta­do y soli­da­rio. Es el típi­co “cuñao” que cuan­do se lan­za a des­ha­cer equí­vo­cos, lo arrui­na todo a su paso. Los espec­ta­do­res asis­ti­mos a sus haza­ñas sin­tien­do ver­güen­za aje­na. Solo ante el tele­vi­sor, he lle­ga­do a gri­tar­le a este anti­hé­roe moderno: “Jesús, deja ya de hacer el ridícu­lo”. Per­so­na­je des­ubi­ca­do y trá­gi­co, a veces nos hace reír con sus insis­ten­tes y mere­ci­dos fra­ca­sos. Reí­mos por­que reír es un poco mejor que llo­rar. Pero nos sen­ti­mos inse­gu­ros. Es la nues­tra una risa des­tem­pla­da. Y mie­do­sa. Todos hemos sido “Jesús” en algu­na oca­sión. 

A par­tir de aho­ra segui­ré con más aten­ción la carre­ra de Caves­tany (Madrid, 1967) y Fer­nán­dez Arme­ro (Madrid, 1969). La reali­dad social espa­ño­la de nues­tro momen­to será para ellos una inago­ta­ble fuen­te de ins­pi­ra­ción. Si no se ablan­dan, nos ofre­ce­rán en el futu­ro muy bue­nas series y pelí­cu­las. 

DIARIO UN CINÉFILO

«Que la vida iba en serio / uno lo empie­za a com­pren­der más tar­de”
Jai­me Gil de Bied­ma

DIARIO DE UN CINÉFILO Es una sec­ción dedi­ca­da al mun­do de las Series de TV, a todos sus aspec­tos ciné­fi­los pero tam­bién a sus deri­va­cio­nes socio­ló­gi­cas y rela­ti­vas a la vida coti­dia­na de las per­so­nas. La cons­truc­ción de roles, las rela­cio­nes fami­lia­res, la actua­li­dad, la come­dia y el dra­ma, la épi­ca his­tó­ri­ca, dra­go­nes y maz­mo­rras… Todo cabe en el mun­do de las series, y cual­quier pers­pec­ti­va del mun­do pue­de ser vis­ta des­de la ópti­ca de un ciné­fi­lo, de un serió­fi­lo inte­li­gen­te y pers­pi­caz. La sec­ción está per­so­na­li­za­da en Rafa Marí, uno de los últi­mos gran­des ciné­fi­los espa­ño­les. La perio­di­ci­dad es alea­to­ria, y la lon­gi­tud de cada entra­da, tam­bién. Pue­de ser tan­to muy cor­ta: un afo­ris­mo, como un exten­so mini­en­sa­yo, o entre­vis­ta, o diá­lo­go inte­rior.

Pese a ser un perio­dis­ta tar­dío, Rafa Marí (Valen­cia, 1945) ha teni­do tiem­po para tra­ba­jar en muchos medios de comu­ni­ca­ción: Car­te­le­ra Turia, Cal Dir, Valen­cia Sema­nal, car­te­le­ra Qué y Don­de, Noti­cias al día, Papers de la Con­se­lle­ria de Cul­tu­ra, Leva­n­­te-EMV, El Hype… Siem­pre en las pági­nas de cul­tu­ra. En 1984 fichó por Las Pro­vin­cias, dia­rio don­de actual­men­te es colum­nis­ta y crí­ti­co de arte.

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