
La situación provocada por la crisis del Covid-19 ha derivado en un parón de la actividad económica, con confinamientos en varios países de la UE y estado de alarma incluido en España.
Por esta razón, son muchas las compañías que piden ayuda a la banca para garantizar la liquidez de sus empresas, especialmente las pequeñas y medianas y los autónomos, para evitar su quiebra inmediata y para que puedan mantener la actividad protegiendo el empleo. Ante la falta de liquidez derivada del parón de actividad, los empresarios piden que se suspenda el pago de las cotizaciones por parte de la empresa; que se contemple el acceso al paro sin exigir periodo de carencia y sin perjuicio del reconocimiento de futuras prestaciones por desempleo.
El Ejecutivo español ha aprobado unas medidas de 400 millones de euros y exclusiva para el sector turístico. El sábado, cuando se publicó el real decreto de alarma, se aplazó el esperado paquete económico. Ahora, la banca española exige que el martes, en el Consejo de Ministros, se movilicen todos los recursos posibles del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Fuentes financieras señalan que el Gobierno español espera un inminente movimiento del Banco Europeo de Inversiones (BEI), para que ejerza de unidad de emergencia de la UE a la hora de conceder avales y préstamos a las entidades financieras. De momento, este organismo tan solo tiene programadas garantías por 8.000 millones de euros ante la crisis del coronavirus.
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